Con críticas a la gestión y al Centro de Estudiantes, la asamblea del Lillo trató algunos de los problemas que empujan a la deserción y mandató a los consejeros estudiantiles de cara a la reunión de hoy del Consejo Directivo.
Jueves 3 de septiembre de 2020 12:40
Este miércoles medio centenar de estudiantes de la Facultad de Ciencias Naturales se autoconvocaron en asamblea frente al abandono de la gestión y del Centro de Estudiantes (CECN), dirigido por la agrupación Rumbo Estudiantil.
La asamblea contó con la participación de estudiantes de las 5 carreras que se dictan en el “Lillo”, como se lo conoce popularmente. Una estudiante de Geología contaba con indignación que se comunicó con el Centro de Estudiantes porque la Secretaría Académica notificó a los estudiantes que no iban a poder rendir finales, ya que la facultad no había ingresado durante aproximadamente 6 meses de cuarentena los datos de los cerca de 500 ingresantes.
La respuesta de la vicepresidenta del Centro fue contestar que no podía hacer nada y que “ojalá que se solucione pronto”. La compañera contó que por esa razón no pudieron acceder a becas, ni rendir finales.
Esta y otras historias indignantes fueron relatadas por estudiantes de las carreras de Arqueología, Profesorado y Licenciatura en Ciencias Biológicas, Geología y Museología, en un debate que permitió que se expresara la problemática de cientos de estudiantes que vienen sufriendo las continuas medidas expulsivas aplicadas por el régimen universitario. A esto se puede sumar la falta de recursos como computadoras, internet, espacio físico, el cansancio de los estudiantes que son trabajadores, tienen hijos o personas a cargo y no cuentan con los tiempos y recursos que exige la academia.
Una de las medidas más sentidas y la gota que rebalsó el vaso, fue la baja de las promociones en ciertas materias, medida que fue votada a favor en el Consejo por uno de los 2 consejeros de Rumbo Estudiantil y que dirige la Comisión Directiva del Centro de Estudiantes.
Ante el pedido de asamblea de los estudiantes, Rumbo dijo que ellos no consideraban que fuese necesaria, para luego sacar un comunicado de boicot a la convocatoria que tenía como objetivo que los consejeros llevaran un mandato de asamblea a la sesión de Consejo Directivo del jueves 3 de agosto. Desde la página oficial, acusaron de ilegítima la instancia de auto organización y órgano democrático de los estudiantes. Una acción que no tiene nada que envidiarle a lo más rancio de la burocracia estudiantil.
A pesar de eso les estudiantes manifestaron estar dispuestos a seguir organizándose en asambleas y votaron mociones para ser llevadas el día de mañana a mesa de consejo por parte de Constanza Contreras, consejera de Lillo a la Izquierda, a la vez que exigieron a la consejera de Rumbo que se sume a este pliego de reivindicaciones:
- Que todos los reclamos planteados en la asamblea de hoy se lleven a mesa de Consejo donde se planteen las problemáticas de las diferentes materias, sobre todo el de las promociones.
- Arme una comisión estudiantil docente abierta que sea un espacio de debate y decisión con peso.
- Que el centro de estudiantes tome cartas en el asunto ante la situación de deserción por el cursado virtual en pandemia.
- Exigir un protocolo del cursado de las materias virtuales y exámenes y abrir vías de contención a estudiantes y docentes para evitar la deserción durante la situación actual y de futuras pandemias.
- Pedido de justicia por Facundo Castro y responsabilidad del estado que se eleve al consejo para que se expida a favor y que el centro de estudiantes adhiera.
- Un calendario académico apropiado a las necesidades de todes agregando mesas de examen en el mes de octubre y de noviembre.
- Habilitar las vías virtuales para que los ingresantes puedan presentar los papeles de inscripción que faltan y para los exámenes.