Compartimos la reflexión de una trabajadora estatal integrante de la Posta de Salud y Cuidado que participó del encuentro de “Unidxs contra los despidos” del sábado pasado. El sábado 13/4 se darán cita nuevamente en el Parque Centenario para continuar organizándose contra los despidos.
Martes 9 de abril 10:06
El sábado al mediodía, junto a compañeros de la Posta de Salud y Cuidados, participamos de la asamblea de "Unidxs contra los despidos" que se llevó a cabo en el Parque Centenario.
Estuvieron presentes compañeros agrupados en Jubilados/as Insurgentes, despedidos recientemente de diferentes organismos del Estado nacional como la ANDIS (Dirección Nacional de Discapacidad), Ministerio de Justicia, ex-Ministerio de Trabajo , INADI, el ex Ministerio de Desarrollo Social (ahora conocido como Ministerio de Capital Humano) y también compañeros tercerizados de la empresa GPS de Aerolíneas Argentinas.
También estuvieron trabajadores que fueron despedidos durante el menemismo y, en especial el compañero José “El Negro” Montes, dirigente del PTS, quien militó en organizaciones socialistas y se organizó en sindicatos desde la década de los 70’. Trabajador histórico del Astillero Río Santiago, la cual no pudo ser privatizada durante el menemismo gracias a la lucha organizada de sus trabajadores.
Fue impactante encontrar en sus relatos de experiencias de organización para la lucha y resistencia, un correlato con nuestra coyuntura actual que nos demanda una vez más, repasar todo lo capitalizado en esas luchas. Si bien sobrevuela una dosis de angustia, que también se percibía en el encuentro, apareció una recarga de fuerza necesaria para poder hacer frente y responder sin miedos. Una resistencia mancomunada y organizada en pos de la defensa de los derechos adquiridos, siendo éstos resultados de luchas colectivas históricas.
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Eso lo que más les jode a los gobiernos de extrema derecha, ajustador y represor como el que tenemos: que los trabajadores por más que sean despedidos, no puedan ser DESPOJADOS. Los trabajadores no estamos ni estaremos despojados de nuestra identidad.
Podrán despedirnos de nuestros trabajos pero no podrán despojarnos de nuestra consciencia de clase, ni de nuestra memoria, ni de nuestra ética y mucho menos de nuestra DIGNIDAD.
Este gobierno, al igual que el dictatorial del ’76, y el menemista, tienen por objetivo no ir contra “la casta” sino contra la clase trabajadora, y todo aquel que se oponga a al modelo económico donde comandan los grandes grupos económicos ejecutando las mismas recetas de ajuste, recesión, hiperinflación, despidos y represión.
Previamente, y simultáneamente a esa ejecución de la receta, van en búsqueda de legitimación; se enfocan en dar una batalla cultural. Buscan construir nuevos sentidos, nuevas subjetividades e imponer falsas representaciones sociales sobre el trabajador estatal, utilizando los medios de comunicación masivos a los que hoy se le suman los digitales, para poder así construir un “enemigo en común llamado casta”, intentado aminorar así, el grado de conflictividad social y evitar una nueva crisis de representación política (como pasó en los 2000 con el “que se vayan todos”).
En otras palabras, primero hacen creer a la sociedad que el Estado mínimo evita un “gasto público” y que los trabajadores que lo componen “sobran”, por ser “ineficientes, un gasto innecesario, ñoquis”. El método no es nuevo, reitero, es un copy paste de los gobiernos más nefastos de nuestra historia: construyen falsas realidades y luego avanzan cortando los derechos con motosierra. Eso sólo pueden hacerlo con represión. Porque para ese inmenso gasto público en la fuerza paraestatal si hay plata.
No hay una sola forma de aniquilar y este gobierno eso sí que lo sabe muy bien. Utilizan la desmoralización y mortificación. No alcanza con desprestigiar y despedir.
Lo que buscan es DESPOJARNOS de la VIDA.
Con neoliberalismo sumado a una pedagogía de la crueldad, son extractivistas no sólo de los recursos sino también del segundo derecho que tenemos todos después del derecho a vivir que es el DERECHO A DESEAR.
Porque se enfocan en angustiar, deprimir, debilitar. Intentan que todos nos sintamos despedidos aún sin estar despedidos. Porque amedrentan, hostigan, persiguen. Utilizan el MIEDO para poder avanzar sobre nuestras vidas. Un extractivismo que nos conduce a un detrimento de nuestra salud integral.
Buscan atacar nuestra salud mental, buscan enfermarnos. Saben que esa es otra manera de desabastecer el Estado. Porque el desguace no es sólo rajando gente, también es hacer que se vayan solitos al no soportar más los hostigamientos y las amenazas permanentes, además de las violencias simbólicas que intentan descalificar y denigrar.
Puede que en un primer momento inicial de esta doctrina de shock que llevan a cabo, lo obtengan. Cuando hablamos de crisis socioeconómica y política, también hablamos de que atenta contra la salud. Sabemos que es directamente proporcional. Si hay un modelo económico político de ajuste, nuestra salud corre peligro. Lo estamos viendo.
Muchos compañeros están transitando cuadros de desgano, angustia, depresión, desesperanza, desesperación, desmotivación, desgano, tristeza, insomnio, ataques de pánico, crisis de ansiedad, estrés, estado confusional, aparición , agudización y/o cronificación de enfermedades.
Este gobierno ejecuta un plan de despidos de la vida. Quieren una clase trabajadora debilitada, sin fuerzas y sin capacidad de organización y planificación de un plan de lucha. El grupo económico empresarial que nos gobierna (Techint, Clarín, La Nación, Pan American, Ledesma, Coto, Toyota, Santander Río, Supervielle, IBM, Laboratorios Roemmers) sabe que esa es la metodología para llevar a cabo reforma laboral (como pasó en 1994 con Menem y la llamada “flexibilización laboral).
Es una fórmula sencilla: desgaste y desesperación de la clase trabajadora para que sean parte de la conformación de una larga fila de ejército de reserva dispuesta a esclavizarse ante cualquier oferta laboral que le asegure las condiciones materiales básicas de subsistencia.
Así es como advertimos que vienen por la salud de todos. Y en este sentido, la organización de las bases es una forma de cuidado, es salud. Es por ello que la Posta de Salud y Cuidados está presente.
Empezar a organizarse, como ya lo están haciendo vecinos de las diferentes asambleas barriales, asambleas de trabajadores en los diferentes organismos e instituciones, diversos movimientos sociales y políticos, organizaciones barriales, etc. nos da vida.
Encontrarse con el otro y poder encontrar la empatía, solidaridad, apoyo, sostén, acompañamiento pero fundamentalmente para el recupero de la energía, fuerza y la esperanza ante un panorama oscuro que atenta con desubjetivar a los sujetos día a día.
Esa es nuestra arma por excelencia. Es eso a lo que gobiernos como este le tienen miedo. Es a nuestra capacidad de capitalización de luchas y resistencias del pasado (como asambleas barriales, fábricas recuperadas) que temen. Porque el verdadero poder está en la unidad de un plan de lucha. Saben que un pueblo unido es el verdadero poder. Saben que cuando el pueblo se une, un gobierno puede irse en helicóptero. Tan claro lo tienen que ponen toda la fuerza represora del Estado al asador.
Saben muy bien que además de despedirnos deberán despojarnos si quieren seguir con su plan maquiavélico.
El próximo sábado 13/4 tendrá lugar una nueva asamblea. Te invitamos a sumarte:
