El sector azucarero argentino no ha sido en ningún modo ajeno a la penetración del agrobussiness, vinculado a capital multinacional, al calor de la cual los grandes ingenios se han transformado. Las antiguas condiciones de trabajo, de por sí duras, empeoran bajo la presión del impulso por aumentar la productividad para mejorar las ganancias. Es en este contexto que se producen los procesos de lucha que acá analizamos.
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