Los trabajadores llevan un mes y medio organizándose en asambleas y luchando por sus puestos de trabajo.
Lunes 16 de octubre de 2017
Fotografía: APA
Nos acercamos a charlar con un grupo de trabajadores despedidos de la Secretaria de Adicciones, dependiente del Ministerio de Desarrollo Social de Tucumán. Estos despidos se dan en un marco de avanzada sobre la salud en general y la salud mental en particular. Las elecciones son la coyuntura de un ajuste que empezó hace rato.
Para comenzar, podrían comentarnos el trabajo que realizan
Rocío: El trabajo que nosotros hacemos es meramente territorial. Nos asignan los barrios y es llegar a la Secretaría y salir a los barrios. Se trata de ver como se presenta la problemática en ese barrio, como la particularidad que va apareciendo en cada lugar, ya que si bien la problemática es la misma va tomando distintas formas.
Lo que hacemos es un trabajo de prevención y asistencia. Me parece importante hacer hincapié en esto de la prevención y la asistencia porque el ministro (Gabriel Yedlin) ha salido diciendo en los medios de comunicación como que nosotros éramos unos “jovencitos” que íbamos a “dar una mano” en los barrios y que solo hacíamos prevención, un poco quitándole la importancia al trabajo que hacemos. No es como ir, instalarse y hacer un jueguito, si tenemos compañeros que son profesores de educación física, que son artistas, pero no es un trabajo superficial, tiene toda una planificación y en equipo desde las distintas áreas de la psicología o bueno, del arte de la educación física, trabajo social, interdisciplinario, es bien variado.
Lucas: Nosotros no trabajamos solos. Trabajamos en equipo, no hay otra forma de trabajar. Como dice Rocío, nosotros hacemos una parte de asistencia que la entendemos como atención o acompañamiento de casos, que son casos en los que hay una situación de consumo problemático, y bueno, tomamos contacto con ellos por lo general por la consulta de un familiar, un vecino, y el objetivo es generar demanda de esta persona que por lo general no se acerca al sistema de salud o a hacer una tratamiento.
El objetivo institucional es el de generar adherencia a un tratamiento. No es una tarea fácil o que se logre de un día para el otro, y mucho menos que sea fácil sostenerla, y todo lleva un tiempo, que son distintos capaz que hay personas que en una entrevista o dos los podemos acompañar al sistema y adhiere, y otras que no, que llevan mucho más tiempo, y eso que también se contradice con el tiempo de nuestros contratos.
¿De cuál organismo del gobierno dependen?
Lucas: Del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia, o sea que los fondos son netamente provinciales.
¿Cuándo comenzó el conflicto?
Lucas: Desde el día uno nos dijeron que los contratos se renovaban de una manera automática, y que no íbamos a tener problemas. El primer contrato nuestro fue de tres meses con la promesa de renovación automática, y después empezó una rueda de que íbamos a tener contratos de la UNT, que lo paga Extensión Universitaria. Luego, cuando ya estaba vencido nuestro contrato, han dicho que no iba a poder ser, se lo da de baja a eso, y a todo esto todos los compañeros en situación de incertidumbre plena, ni un mensaje de las autoridades, ni de la coordinadora, ni del director, mucho menos del secretario.
Consuelo: Si, porque en agosto se vencen unos cuantos los contratos (diez o doce), y ya en septiembre, se terminan de caer todos los demás, de los 22 que éramos, en locación de obra y en locación de servicio que son los otros ocho que están esperando desde marzo el contrato. Y bueno ahí ya empieza todo el reclamo.
Rocío: Es importante para mi remarcar que las cuestiones administrativas burocráticas se relacionan directamente con la voluntad política, si los contratos esos se quisieron apresurar o salir es cuestión de levantar un teléfono a la autoridad que le corresponde y listo, no es que la provincia está con los bolsillos rotos. Después de que a unos compañeros les dijeran que solo iban a quedar 6 de los 22, nos volvemos a reunir en asamblea, comentamos que esa era la situación, y ahí fue la primera movilización.
Lucas: Si, nos constituimos nosotros como asamblea, y decimos “Nosotros somos la asamblea de los trabajadores de la Secretaria de Adicciones” y bajo el nombre de esa Asamblea decidimos elevar la nota a Toloza, que era el secretario. De ahí. Bueno, los requisitos eran, las cuestiones mínimas que uno puede esperar, condiciones laborales con seguro, obra social como la pretensión alta. Y la baja tener contrato de un año por lo menos, sea en locación de obra o de servicio, que igual es poquísimo,
Consuelo: Hay otros agravantes en esa misma situación, puntos de ruptura por ejemplo que se los estaba haciendo esperar a los pasantes nuevos para que no ingresen a la Secretaria hasta que no se caigan nuestros contratos. Se caen nuestros contratos e ingresan. En la primera camada que se cayó en agosto entraron los pasantes…
O sea que casi que reemplazaron a los veintidós con pasantes.
Lucas: Si, entonces han dicho que se iba a reducir la cantidad de barrios y con un criterio al azar han decidido que a tal barrio no se va, aquel sí o no, como si fuera un juego de mesa. Bueno, ellos dicen “seguimos teniendo presencia en los barrios” porque no les importa otra cosa.
Y por eso me parece que es como la otra cara inseparable de que no es solamente que nos han despedido y que lo que teníamos antes o lo que nos ofrecen es de nuevo en situación de precariedad, sino también como también denunciar toda esta situación de que no hay políticas públicas en materia de prevención y asistencia de adicciones, que no se le destina el presupuesto para que se lleven a cabo y que por eso pasa todo esto en los barrios, que el trabajo que una logra sostener se cae de un día para el otro…
¿Le dieron alguna respuesta del Ministerio?
Lucas: La primera respuesta no oficial, hablamos en reuniones informales con el director de la Secretaría, después de la nota y de la primera concentración que hacemos frente al Ministerio, ya había presupuesto, y (nos dice) que iban a renovar los veinte de locación de obra en un contrato de cuatro meses hasta el 15 de enero.
Rocío: Nosotros a los seis días hábiles nos presentamos todos en asamblea, como una decisión unánime de firmar todos juntos, como diciendo “bueno, vamos a aceptar pero en Asamblea que todos juntos hemos decidido firmar”, en ese momento nos dicen que no era posible que firmemos, que era una decisión política de que no nos iban a dejar. Que el juego había cambiado…
Lucas: El día antes de que nosotros nos presentamos a firmar, se los reúne a los referentes, punteros políticos, etc., y se les ofrece nuestros contratos básicamente a ellos. Se les dice que haya alguien que les tire una pelota a los chicos, que les dé la merienda, que le dé una mano en la organización, “elijan ustedes alguno, alguien del barrio, ya que los técnicos de las Secretarias no quieren trabajar”.
¿Qué relación creen que tiene ese “que los referentes barriales se hagan cargo” con que haya elecciones hoy?
Rocío: Es directo, es poner una bandera tácita…
Consuelo: No es casual para mi… ¡Justo! Víspera de elecciones y que salga esto así para mí no es casualidad. El titular del ministerio es Gabriel Yedlin, hermano de Pablo que va como candidato con Jaldo.
¿Qué visión piensan que tiene tanto el gobierno nacional como el provincial en relación a la salud mental?
Lucas: Por lo que compete a temas de las adicciones en la provincia por lo menos no hay un abordaje político ni una mirada política hacia lo que es el consumo. Me parece que no es que haya un desconocimiento de la problemática, hay una negación de la problemática y un aprovechamiento de esta situación. Porque realmente no es imposible abordarlo, es una cuestión de no quererlo hacer por algún tipo de conveniencia. Eso que cada vez se pone de manera más explícita en la provincia.