Se conmemora por el accidente en el que fallecieron nueve bailarines del Ballet del Teatro Colón. Repaso al día de hoy de la situación de la danza en Argentina.
Miércoles 10 de octubre de 2018 10:24
¿Por qué bailamos?
Muchas décadas han pasado desde que se conmemora el día Nacional de la Danza. A este presente la danza clásica sigue siendo un mundo de restringido acceso para sectores populares, tanto para su disfrute, como para su estudio y profesionalización.
Recordemos que este año, durante el mes de enero, fue dado de baja el Ballet Nacional Danza,que dependía del ex-Ministerio de Cultura que presidia Avelluto. El programa buscaba acercar la danza clásica a público no tradicional.
También vale recordar que a fines del 2016 el cuerpo de baile del Teatro Colón se manifestó por la falta de programación de fechas el teatro, denunciando el uso del espacio para eventos privadosque impiden que se cumpla con la programación del año, así como por mejoras en las condiciones de su trabajo.
La comunidad de la danza en su conjunto viene despertando como sujeto político en defensa de sus (no reconocidos) derechos laborales. La falta de políticas que contemplen a la danza dentro de la esfera de los trabajadores culturales de nuestro país, hizo que la danza fuera quedando lejos de la posibilidad de desarrollo creativo sustentable y sus hacedores quedando fuera de posibilidades laborales.
Así como la imposibilidad de contar con acceso a condiciones básicas para desarrollar el trabajo. Solo por mencionar una, los bailarines y bailarinas no contamos con cobertura de ART siendo que nuestro cuerpo es nuestra herramienta de trabajo. Y las formas de contratación varían en informalidad y precariedad.
Desde hace nueve años se presenta el proyecto Ley Nacional de Danza para lograr que el Estado ayude a fortalecer esta disciplina, impulsado y redactado por el Movimiento por la ley Nacional de Danza. El mismo no ha sido tratado en comisión desde entonces y vuelve a presentarse tras perder estado parlamentario. Mostrando que la sola confianza en el parlamento y gobiernos de turno dista mucho de conquistar los derechos que merecemos.
Nuestro sector sigue sufriendo la precariedad, desprotección y maltrato laboral, y al mismo tiempo, aún sigue sometido a una visión elitista de su trabajo y escindido de las condiciones laborales y de vida necesarios. Tenemos que continuar entonces el camino necesario e imprescindible de organización para las trabajadoras y los trabajadores de la danza, junto a demás sectores de la cultura, sociales y de trabajadores. Así como lo hemos hecho en la lucha por el derecho al aborto legal, que expresa la fuerza de miles organizadas/os en las calles.
Día Nacional de la Danza
El 10 de octubre de 1971 el vuelo partió hacia Trelew desde aeroparque Jorge Newbery, estaba previsto que allí el elenco de bailarines realizara funciones como parte de una gira auspiciada por una empresa privada. Pero, a poco de ascender, un motor falló y el piloto intentó el regreso al aeropuerto. Luego perdió el control y se desplomó sobre el Río de La Plata, a 1500 m. de la costa. La avioneta pudo ser rescatada sólo la día siguiente. No hubo sobrevivientes. El accidente conmovió principalmente al sector artístico. Los bailarines fueron velados en el Colón, y en las inmediaciones una multitud se reunió para despedirlos.
En el trágico vuelo, viajaban los primeros bailarines del Colón, José Neglia y Norma Fontenla, junto a los artistas Carlos Santamarina, Margarita Fernández, Carlos Schiaffino, Martha Raspanti, Sara Bochkovsky, Rubén Estanga y Antonio Zambrana.
El dúo Fontenla-Neglia había conseguido popularizar el ballet clásico, sacándolo del estrecho círculo de élite de los espectadores habituales. Realizando giras por el interior del país. El acceso gratuito a los espectáculos, no sólo en el interior sino también al aire libre en Buenos Aires, y en funciones matinales los domingos para niños y adolescentes.
Un año después de la tragedia se levantó un monumento, del escultor Carlos de la Cárcova, en la esquina de Tucumán y Libertad de la Plaza Lavalle en la ciudad de Buenos Aires, que representa a la pareja antes mencionada.