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Red Internacional
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Voces de las Asambleas. Discapacidad en emergencia

Mariano, vecino de Vicente López y que está participando en la Asamblea de Vecinos de la Quinta de Olivos, nos acerca esta información que se votó difundir desde el centro CPI en dónde se realizó una reunión multifamiliar para enfrentar la situación. El déficit cero del que se enorgullece el Gobierno lo logró licuando salarios, jubilaciones y aplicando un ajuste durísimo del que el sector de discapacidad no es la excepción.

Miércoles 13 de marzo 21:56

El Gobierno en diciembre ofreció un aumento del 20% en enero y un 10% en febrero, a cobrarse en 45 o 90 dias. No sólo se trata de un aumento de miseria que está muy por debajo de la inflación, sino que al cobrarse dentro de cuarenta y cinco a noventa días, hace que esos aumentos se perciban en abril o mayo, en dónde ya el arrastre inflacionario vuelva aún más insuficiente dicho aumento. El ajuste no es una planilla de Excel, sino que afecta la vida de cada persona, según indican desde el Foro Permanente de Discapacidad, desde el primero de enero del 2024 los servicios de transportes de personas con discapacidad cesaron el servicio por los exponenciales aumentos en el precio del combustible.

El ajuste en el área de discapacidad afecta a 200.000 personas, y a eso se suman los y las trabajadores del sector, que vienen de una pérdida del salario de 100 puntos, ya que la inflación anual del 2023 fue del 220% y los aumentos arancelarios fueron del 120%. A esta problemática el gobierno de Javier Milei respondió con despidos de 160 trabajadores de la Agencia Nacional de Discapacidad

Diapositiva realizada por la Fundación Centro de Psicoterapias Integradas (CPI)

Voces de la asamblea

Mariano nos comentaba: “En enero de 2024 estaba muy desilusionado por las perspectivas que el ajuste planteaba, y la idea de que un lugar de pertenencia, (porque eso era en lo que se había convertido el centro de día para mí luego de 2 años y medio) corría riesgo de desaparecer. Y los únicos que parecían compartir mi preocupación eran los trabajadores del centro y mi terapeuta porque lamentablemente, muchas veces los que padecemos discapacidad intelectual no somos capaces de ver lo que realmente está pasando porque somos afectados en nuestras capacidades cognitivas”. Luego agrega: “No obstante en algunos casos, la lucidez nos permite ver, y padecemos de una gran impotencia, porque dependemos del estado para nuestro sustento y para nuestro tratamiento que incluye los medicamentos de alto costo que tomamos.”

Mariano también nos comentaba sobre los efectos del ajuste en su CPI “es notable cómo los transportistas se vieron afectados y no escaparon a las generales de la ley resultando insuficiente el aumento ofrecido por el Gobierno, dos compañeros de mi centro de día ya no concurren debido a que su movilidad reducida no les permite desplazarse con independencia hasta la Institución, los transportes redujeron su frecuencia para hacer frente a los costos hiperdimensionados. Desde mi centro de día se comentaba que con todos los gobiernos mal que mal se habían podido acomodar, pero que en estas condiciones realmente se hace inusualmente difícil continuar.”

También agregó que: “viendo que la situación se estaba poniendo más grave (…) situación que era compartida por el sector de discapacidad en general, se organizó una marcha a la Quinta de Olivos en la que participaron más de 350 instituciones de Buenos Aires y del interior, además de personal de salud mental y transportistas.”

“Creo que encontré en la Asamblea otro nuevo lugar de pertenencia"

Mariano nos cuenta cómo fue su acercamiento a la asamblea de la Quinta de Olivos: “este caldo de cultivo me provocaba mucha ansiedad e impotencia por los recortes de aquí y allá que todos veníamos padeciendo. Un día volviendo de mi terapia, venía cabizbajo y escuché a un grupo de gente en la Plaza de Los Inmigrantes en Olivos, que dialogaba y se organizaba para luchar contra los efectos del ajuste que aplicaba el gobierno. (...) Desde el momento que me uní a aquella Asamblea Vecinal de Olivos fue cómo un volver a vivir, un espacio dónde redirigir mi impotencia frente a la dureza del ajuste que encontraba eco en otras personas de casi todos los sectores que estaban viviendo lo mismo que yo. Creo que encontré en la Asamblea otro nuevo lugar de pertenencia y me da gusto que cada semana nos reunamos y afrontemos esto juntos.”

Como venimos destacando y difundiendo desde La Izquierda Diario, las asambleas barriales se vienen desarrollando como un inicio de autoorganización, un lugar de encuentro en donde hacer política, que permite unir diferentes demandas y luchas de todos los sectores que sufren y sufrimos el ajuste del gobierno de Milei, ante la pasividad de las centrales sindicales.