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Red Internacional
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Inicio de clases. Docentes porteños van al paro contra el acuerdo con el FMI y el ajuste en educación

Será con movilización el próximo 21 de febrero y fue votado en asamblea del sindicato Ademys. Denuncian la alianza de UTE-CTERA con el Gobierno nacional: llaman a que rechacen el acuerdo con el FMI y convoquen a asambleas en común junto a todos los sindicatos para organizar fuerzas contra el ajuste y el saqueo en curso.

Jueves 17 de febrero de 2022 16:29

Durante la tarde del miércoles se llevó adelante la primera asamblea del año del sindicato Ademys. En la misma se votó el no inicio del ciclo lectivo en la Ciudad mediante un paro docente con movilización para el lunes 21 de febrero. Uno de los debates centrales, propuesto por la agrupación docente 9 de abril-PTS, fue el de cómo construir alianzas con otros sectores que también ven con preocupación y descontento la situación actual: despedidos como los aeronáuticos de LATAM y Garbarino, trabajadores que están peleando por sus derechos como los portuarios, movimientos sociales que reclaman trabajo y vivienda digna, entre otros.

Es que la historia lo demuestra: el FMI implica ajuste, recorte de gasto público, tarifazos y una larga lista de condicionamientos políticos. Su férreo y minucioso control sobre el rumbo económico y político de la Argentina, por lo tanto, no impactará únicamente sobre la educación pública, sino también sobre las condiciones de vida de las y los trabajadores, es decir, las familias de nuestros y nuestras estudiantes. Por eso decimos que la verdadera deuda es con la educación: tanto por nuestras condiciones laborales como por el hundimiento en la pobreza de seis de cada diez niños, niñas y adolescentes del país.

La pregunta es ¿cómo nos organizamos para enfrentar esta situación? Sin dudas hay que hacerlo de conjunto, uniendo los reclamos de todos los sectores y, en este sentido, Ademys es un sindicato que viene de tejer alianzas con más de doscientas organizaciones en torno a las movilizaciones contra el pago de la deuda del 11 de diciembre y el 8 de febrero. El sindicato estuvo codo a codo con organizaciones sociales, de desocupados, feministas, entre otros sectores. Entonces, ¿podríamos convocarlas y proponerles que nos acompañen en defensa de la educación, que es la de sus hijos e hijas? ¿Podríamos confluir en una gran movilización haciendo parte también a las familias y estudiantes de nuestras escuelas junto a las de Provincia de Buenos Aires? Creemos que sí. Y es con esta alianza que lograremos mostrar la fuerza necesaria contra el ajuste de Acuña y en defensa de nuestros derechos conquistados.

Ivana Otero, secretaria de cultura del sindicato y dirigente de la agrupación 9 de abril, así lo expresó: “La respuesta tiene que ser contundente y, para que así sea, consideramos que tiene que ser junto a los sectores que vienen acompañándonos y luchando en común a través de una enorme movilización el 2 de marzo. ¿Por qué esta fecha? Porque además podríamos hacerla junto a las familias, los y las estudiantes y docentes de media que se incorporan a la escuela ese día y les están diciendo que hagan pasantías al servicio de Mercado Libre, junto a quienes arrancan las clases en Provincia de Buenos Aires y a nivel nacional. Ese día podemos mostrar la fuerza en las calles contra el Gobierno de la Ciudad y contra el acuerdo con el FMI”.

Pero en la Ciudad de Buenos Aires, la división del gremio docente en diecisiete sindicatos diferentes y la conducción burocrática del mayoritario, UTE -en alianza con el Gobierno nacional-, atenta contra una organización tal. Por ejemplo, luego de esta discusión en asamblea, UTE llama de un día a otro a plenarios divididos por niveles, en diferentes lugares y horarios. ¿Por qué no llamar a un plenario único de trabajadores y trabajadoras de todos los niveles? ¿Por qué esperar al último día hábil previo al inicio del ciclo lectivo en inicial y primaria? ¿Por qué no organizarlo con tiempo suficiente para lograr intercambiar previamente con familias y estudiantes? Se vuelve fundamental, para los tiempos que vienen, organizarse en perspectiva de conquistar un sindicato único de todos y todas las trabajadoras de la educación, quienes, junto a auxiliares y familias, le paren la mano a quienes no dejan de atacar a la educación pública.

En este sentido, Ivana Otero señaló: “Si estamos en esta situación no es por responsabilidad de los compañeros y compañeras de las escuelas, es por el rol fundamental de las burocracias y en nuestro caso particular de la UTE. Con ellos también tenemos que ser también muy contundentes”. Y agregó: “Son ellos los que inmovilizan, los que quieren dejar en un quietismo absoluto a toda la docencia. Ni siquiera se han pronunciado contra el acuerdo mientras el caradura de Eduardo López dice que si hay ajuste, saldrán a las calles. Hay que avisarle que el ajuste ya existe. Por eso, proponemos sacar un pronunciamiento que llegue a todas las escuelas que diga que desde esta asamblea denunciamos la alianza de UTE con el Gobierno nacional y llamamos a que rompa y rechace el acuerdo con el FMI, convocando a asambleas comunes para enfrentar el acuerdo y la política de Acuña”.

Ante los tiempos que corren, consideramos que se vuelve imperiosa y urgente la perspectiva de construir un sindicato en común de toda la docencia porteña. Necesitamos una organización única de trabajadores y trabajadoras de la educación de todos los sectores y niveles, tomando como eje las demandas de las familias, estudiantes y los y las compañeras de las escuelas. Ademys es un sindicato que puede ser un punto de apoyo para impulsarlo.