La incertidumbre generada por la conferencia de prensa de Donald Trump prevista para este miércoles 11 de enero, hundió al peso mexicano ante el dólar, que cerró en $22. Uno de los factores de la crisis peñanietista.
Martes 10 de enero de 2017
El dólar es el refugio que buscan los inversores en estos tiempos de incertidumbre ante la próxima asunción de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, y se han agitado por demás ante la conferencia de prensa que brindará el nuevo mandatario este miércoles 11 de enero.
Es así que el Banco de México (Banxico) dio a conocer que el dólar spot cerró este martes 10 en 21.7265 unidades: alcanzó su tercer máximo histórico en los primeros días de este 2017. La pérdida de la moneda nacional representa 1.59%.
Según analistas, entre los factores que golpearon al peso mexicano se cuentan la caída en los precios del petróleo –el West Texas Intermediate bajó 1.79%, 51.03 dólares por barril, mientra el Brent descendió 2.04%, a 53.82 dólares por barril-, el fortalecimiento de la divisa estadounidense y la conferencia de prensa que llevará a cabo Donald Trump este miércoles.
Otro factor de inestabilidad es la posibilidad de que la Reserva Federal aumente la velocidad en el incremento del costo del dinero, a lo que se suma que el Banco de México no vendió la semana pasada tantos dólares como esperaba el mercado cambiario para contrarrestar la depreciación del peso mexicano.
Los escenarios posibles para Banxico
Entre las previsiones se cuentan nuevas ventas de dólares por parte del Banxico y una posible alza en la tasa de referencia de esa autoridad para inicios del segundo mes de este año.
El Banco de México quiere sacar al peso de sus mínimos récords, pero está quedando acorralado tras gastar 2 mil millones de dólares la semana pasada sin mucho efecto.
Las recientes ventas de dólares no están haciendo mucho por impulsar la moneda, las reservas internacionales están disminuyendo y los economistas esperan que los estrategas suban las tasas de interés de nuevo en febrero tras realizar cinco alzas el año pasado.
Ante un escenario de inestabilidad, otro camino para el Banxico, según algunos analistas es que se realicen permutas en dólares o que se aumente su línea de crédito con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
De acuerdo con Goldman Sachs Group, las permutas de dólares no tienen un efecto directo sobre las reservas y brindan protección de cobertura.
En la actualidad, México posee 176,500 millones de dólares en reservas internacionales, o 260 mil millones de dólares en total contando la línea de crédito flexible del FMI.
Peña Nieto a la baja
Desde el inicio de su sexenio, el peso mexicano se ha depreciado alrededor de 70%. La inflación, uno de los elementos de estabilidad económica más apreciados, cerró en 2016 a 3.36%, el mayor porcentaje desde 2014. Y se esperan nuevos incrementos de la inflación producto del gasolinazo, que superen el 4%. Y otro factor de riesgo es el alza de la deuda externa, que en 2016 llegó a 45% del Producto Interno Bruto (PIB).
El telón de fondo: la crisis del gobierno de Peña Nieto, profundizada tras el anuncio del gasolinazo –el aumento del precio de combustibles, luego de tarifas eléctricas y también de los precios de la canasta básica- abierta tras la visita de Donald Trump en 2016.
Tras las amenazas del magnate devenido en presidente de Estados Unidos vía Twitter, Ford abandonó su proyecto de inversión de 1.600 millones de dólares en San Luis Potosí. Fiat Chrysler afirmó que es una “gran locura” invertir en México. Esto en el marco de la ralentización del comercio global.
Así es que analistas bajaron las previsiones de inversión extranjera un 30% -de 35.800 millones a 25.000 millones. Y en el horizonte próximo, la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
Así, mientras la popularidad de Peña Nieto se hunde a menos de 25% de la población, la caída del peso ante el dólar arroja más leña al fuego del descontento social, que se viene expresando en bloqueos y manifestaciones en todo el país.
