Que los grandes sindicatos de Codelco se pongan a la cabeza de la defensa de la seguridad de los trabajadores tanto de planta como subcontratados, que ya en menos de 10 días se han cobrado dos vidas obreras. Que tal cual como llamaba la FTC a los subcontratados a la unidad y a actuar en conjunto durante el cierre de Ventanas, que ahora se hagan pesar en defensa de las vidas de sus compañeros
Jueves 21 de julio de 2022
Ayer miércoles, Sebastián Méndez, trabajador y mantenedor eléctrico perteneciente al Consorcio Ossa Pizzarotti, que operaba en la mina de Chuquicamata Subterránea de CODELCO, murió atropellado por un equipo manipulador telescópico mientras realizaba trabajos de mantención en el túnel 15 de inyección del proyecto subterráneo.
Y esto a 10 días del otro fatal accidente en el Proyecto Rajo Inca de la División El Salvador de Codelco, que se cobró la vida de otro trabajador contratista, del Consorcio Belaz Movitec.
Mientras, CODELCO reconoce las muertes y detiene todos los proyectos de expansión, y sale a decir en sus comunicados que cumple con los estándares de seguridad, pero es igual de responsable que el Consorcio Ossa Pizzarotti de la muerte de Sebastián Méndez, y es que el subcontrato como amortiguador de costos que no sólo implica la operación, sino también la seguridad, es la herramienta que ocupa CODELCO como otras miles de empresas, para tercerizar responsabilidades en todo el espectro que involucra las condiciones de la clase obrera en sus lugares de trabajo.
Las muertes obreras no son una casualidad, menos bajo la lógica de la producción 24/7 que vemos en sectores de la minería, la industrias, puertos, forestales, transportes, entre otros. Y es que la organización del trabajo bajo las manos ambiciosas de los empresarios, donde para estos somos parte de sus costos o números más que pueden afectar más o menos sus ganancias, nuestras vidas pasan a ocupar ese mismo lugar.
Es entonces más necesario que nunca que los poderosos sindicatos de trabajadores de planta de Codelco, especialmente los de Chuquicamata, tal cual como llamaban desde la FTC (Federación de Trabajadores del Cobre) durante el cierre de Ventanas, a la unidad con los trabajadores subcontratados, se pongan a la cabeza para enfrentar las muertes en los lugares de trabajo, que hoy afectan por sobretodo a los subcontratados, y que hagan un llamado al paro para enfrentar las condiciones de seguridad que no se les están asegurando.
Mientras se trate de costos los empresarios siempre estarán dispuestos a implementar políticas operacionales y de ritmos de trabajo que no atenten contra sus ganancias, con ello poniendo por debajo incluso nuestras vidas.