Diferentes diputadas provinciales de Santa Fe denunciaron la demora en el tratamiento y aprobación de leyes importantes por trabas, una vez más, del conservador Senado provincial.
Martes 4 de diciembre de 2018 09:57
Aunque poco se conoce de su existencia, ni hablar de sus representantes, el Senado provincial fue noticia en algunos momentos del año. Cámara conservadora por excelencia y mayoritariamente masculina y peronista, es el espacio donde el lobby empresarial y eclesiástico más cómodo se siente para hacer oír sus reclamos. Recientemente fue el lobby sojero de las grandes corporaciones productoras y exportadoras de soja quienes acudieron para impedir un mísero impuesto del 1% de sus ganancias para evitar la suba del precio de transporte.
En esa ocasión los papeles se movieron rápido, pero cuando se trata de leyes para el beneficio de las mujeres y las disidencias sexuales el medioevo acecha y el amperímetro no se mueve. Tres importantes leyes, provenientes de demandas del movimiento de mujeres y del movimiento trans y LGTBI, seguramente descansarán un verano más hasta que puedan llegar a ser tratadas nuevamente.
La Ley de Educación Sexual Integral, la Ley de Paridad de Género y la Ley de Cupo Laboral Trans perdieron la oportunidad de tratarse en sesiones ordinarias, por lo que queda la improbable posibilidad de ser discutidas en sesiones extraordinarias antes que cierre el año legislativo. Si bien se trata de leyes que bien ya han sido reglamentadas a nivel nacional hace años, o en otras provincias y municipios, incluso de Santa Fe, para la mayoría de senadores de la Cámara alta se trata de cuestiones menores.
Envalentonados por la reacción conservadora de los pañuelos celestes, luego que el proyecto para legalizar la interrupción voluntaria del embarazo fuese volteado en el Senado nacional, esta minoría de senadores le dan la espalda al clamor de millones de mujeres y disidentes que a lo largo del año se manifestaron en las calles. El lobby eclesiástico se enquistó en las bancas de la Cámara alta para impedir cualquier avance en esa dirección.
Pero, si por un lado esta minoría de senadores peronista y del Frente Progresista deciden sobre una inmensa mayoría social que viene peleando hace años por estos derechos, un párrafo aparte merece el ejecutivo provincial que se jacta de gestionar la supuesta provincia más progresista del país. Son los hechos los que dictan cuál es la verdadera política: las escuelas siguen sin ESI y el Estado provincial le sigue dando la espalda a miles de trans que siguen teniendo como destino casi asegurado la prostitución para sobrevivir.
Rodrigo López
Nació en Rosario en 1989. Es licenciado en Historia de la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario.