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Red Internacional
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Latinoamérica. Ecuador: la policía allanó y ocupó la sede de la Casa de la Cultura en Quito

Este domingo 19 de junio la Sede Nacional de la Casa de la Cultura de Ecuador fue allanada y posteriormente ocupada por la Policía Nacional, un hecho que no se veía desde la dictadura militar. Esta intervención se da en el marco del estado de excepción y toque de queda en la región decretado por el actual presidente Guillermo Lasso, luego de que el malestar general con las políticas económicas y un aumento de combustibles haya dado pie a una nueva ola de protestas que continúa hasta el día de hoy.

Lunes 20 de junio de 2022 12:48

La jornada comenzó temprano a la mañana, cuando la fiscalía de Ecuador ordenó el allanamiento de la Casa de la Cultura de Ecuador (CCE) a partir de una llamada por un supuesto “almacenamiento de material bélico para protestas”.

El allanamiento fue rechazado por el presidente de la Sede Nacional Fernando Cerón, quien junto con artistas, gestores y trabajadores de la cultura de Quito convocaron a una vigilia en rechazo a la intervención policial y en defensa del patrimonio cultural.

Según el comunicado de la fiscalía, la supuesta denuncia telefónica sostenía “que en las bodegas y subterráneos de la Casa de la Cultura de Quito, un grupo de 30 personas entre venezolanos y ecuatorianos, estarían almacenando material bélico, como explosivos y armas artesanales, que serán utilizados en las manifestaciones de los próximos días, para retener policías y militares, para ingresar a la Presidencia de la República”.

Sin embargo, nada de esto fue encontrado en las instalaciones del lugar. Como comunicó la Cinemateca ecuatoriana, cuyos depósitos albergan más de 15.000 bienes audiovisuales del país: “la policía buscó material bélico (...). Pero lo que encontraron fue la Memoria Audiovisual del Ecuador.”

Los trabajadores de la Cinemateca se mostraron muy preocupados ya que estos documentos fílmicos deben ser cuidados muy rigurosamente para garantizar su permanencia en el tiempo. “La memoria del país vive en nuestro Archivo Audiovisual!
Debemos proteger esa memoria” expresaron.

Si bien la policía se retiró luego del allanamiento, unas horas más tarde volvieron a ingresar a la sede, esta vez con la intención de ocuparla. “Aprovechando que nos encontramos en ese lugar y la necesidad operativa policial, vamos a usar algunas herramientas que están establecidas en el decreto de estado de excepción para hacer una requisición de esa área y en ese lugar van a hospedarse nuestra unidades de mantenimiento del orden que serán encargadas de resguardar a la población en toda esa área”, dijo la Policía Nacional. Además aseguró que la CCE serviría de albergue de los policías y lugar para recibir vituallas y agua de la ciudadanía de Quito.

“¡Esto no es un cuartel!”, gritaba la comunidad cultural que continuaba manifestándose afuera del predio. “Nosotros no vamos a habilitar la Casa de la Cultura para que se configure un espacio para la represión. Nos interesa la defensa de nuestro patrimonio y nuestros bienes patrimoniales. Requisar la Casa de la Cultura es ilegal, es una muestra de la dictadura” dijo Fernando Cerón.

Este ataque a la Sede Nacional de la CCE no es casual. En las protestas de 2019 contra los aumentos de combustible y la gestión económica del entonces presidente Lenin Moreno, la CCE se solidarizó con quienes manifestaban dando asilo frente a la represión en las calles. La ocupación policial de la sede se da en un marco represivo donde la ciudad se encuentra en estado de excepción y toque de queda nocturno y coincide con una nueva manifestación convocada por la CONAIE en la ciudad de Quito este lunes 20 de junio.

“Hacemos un llamado a los artistas, gestores y trabajadoras y trabajadores del arte y la cultura a mantenernos vigilantes de lo que sucede en el espacio de la Casa de la Cultura, esta que es la casa de los artistas, gestores y diversidades y que luchemos para garantizar que este espacio no sea intervenido en ninguna forma por el Estado” finaliza el comunicado de la CCE este domingo por la noche.