¿Han visto como en cada conferencia de prensa, y en la gran mayoría de sus declaraciones, Mañalich y Piñera insisten en un discurso exitista sobre cómo han abordado la crisis del coronavirus? Es necesario dudar del discurso y de las cifras del gobierno. Los cuestionamientos han sido múltiples, tanto a su “estrategia general” como a los datos que entregan y las medidas que toman.
Jueves 16 de abril de 2020
[La izquierda diario TV] Capitulo 6. Editorial - YouTube
La ausencia de información clara les permite tomar decisiones sin que reciban mayores cuestionamientos ¿Por qué cuarentenas “parceladas”? ¿Qué medidas para comunas populares, donde ha habido aumento del 200% de casos?
Los test diarios son otro tema. El aumento promedio de alrededor de 300 contagios cada día, más que decirnos algo sobre el éxito del gobierno, nos habla de la crisis del sistema sanitario, es sencillo: no pueden procesar más test al día.
Ahora sostienen que apuestan por una política de contagio masivo y paulatino. Estrategia que emula experiencias fracasadas como la del Reino Unido.
En realidad, es un discurso para justificar la ruina de la salud pública que no da abasto, y para sostener su principal y verdadera estrategia: que se siga produciendo, aunque sean elementos no esenciales, que se arriesgue la vida de los trabajadores y sus familias, para asegurar las ganancias empresariales.
Es que esta crisis tiene carácter de clase: El 14% más rico, usuarios de ISAPRES, ha concentrado entre el 32% y el 40% de los exámenes por coronavirus, en prácticamente el único país que cobra por realizarlos.
Mientras tanto faltan respiradores mecánicos y la salud pública se cae a pedazos.
A problemas profundos, medidas radicales. No podemos permitir que el gobierno con su falso discurso exitista, nos lleve a una tragedia. Hay que lucha ahora. Pelear, como lo han hecho trabajadores de la salud, porque existan insumos básicos, y a partir de allí, por la unificación del sistema de salud, para que toda su infraestructura sea gestionada por sus trabajadores y se ponga a disposición de combatir la pandemia.
Pelear por test masivos para trabajadores de sectores esenciales y todo quien se vea obligado a trabajar, para la población de riesgo y quienes tengan síntomas.
Luchar, en definitiva, para que la crisis la paguen los empresarios y no el pueblo trabajador.