El Ente Único Regulador de Servicios Públicos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, multó a la empresa Dakota S.A. y a BRD SAICFI -por incumplimientos en la señalización callejera- por sesenta y seis mil pesos. Aunque si pagaste el acarreo,¡fuiste!. Sino decíselo a Ricardo Darín y su personaje de Relatos Salvajes…
Miércoles 29 de octubre de 2014
Las Empresas Dakota S.A. y BRD SAICFI son las concesionarias desde el 2001 del acarreo de autos multados y responsables de los parquímetros de la ciudad. Para el conocimiento de los automovilistas de esta ciudad, dichas empresas son las dueñas de las conocidas y odiadas STO (Servicio de Tránsito Ordenado) y de SEC (Servicio de Estacionamiento Controlado).
Estas empresas fueron multadas por el Ente Regulador con un vuelto: $66.000 es justamente eso. La misma fue aplicada por los incumplimientos en la puesta de carteles de "Prohibido estacionar" en las zonas donde trabajan, entre enero y agosto del 2012.
El Ente intervino ante la denuncia de usuarios que vieron “lesionados o violados sus derechos legalmente establecidos”. Luego de estas denuncias el Ente fiscalizó y corroboró las mismas y luego de dos años sancionó a las empresas. Como podrán ver no fue un pronto despacho.
Es indudable que el efecto Relatos Salvajes y su personaje el Ing. Simón Fisher (alias Bombita), hizo que el Ente regulador tuviera que actuar. Sin embargo, todos los que en algún momento sufrieron esta injusticia de parte de las grúas verán esta actuación del Ente como una tomada de pelo, no solo por lo irrisorio de la multa a las concesionarias, sino porque los acarreos y las multas tuvieron que pagarlas igual.
Es claro que ante cada injusticia de alguna concesionaria del Estado se le crea un Ente Regulador de control. Algo que como todos saben no funciona en absoluto, mientras se les deja a las concesionarias seguir actuando con total impunidad.
En definitiva, como dicen los automovilistas que recorren el microcentro: “estos solo quieren recaudar y el gobierno va parte y parte con las grúas, yo banco a Bombita…”.
