La subdirectora Gerente de la institución, la estadounidense Gita Gopinath, manifestó su “entusiasmo con los cambios que el Gobierno está promoviendo” tras una reunión con el ministro de Economía Luis Caputo y el jefe de Gabinete Nicolás Posse. Este miércoles Milei se reúne con Kristalina Georgieva. Elogios al ajuste brutal para garantizar los pagos de la deuda.
Julio Pérez @Juliomp25
Martes 16 de enero 23:39
Gita Gopinath, subdirectora del FMI, junto a Nicolás Posse y Luis Caputo del gobierno ultraderechista de Argentina
La comitiva del ultraderechista gobierno argentino, encabezada por Javier Milei y Luis Caputo se encuentra en Suiza en el Foro Internacional de Davos, donde mantendrán reuniones con funcionarios del Fondo Monetario Internacional y grandes empresarios mineros, farmacéuticos y agrícolas. Con una inflación creciente y aumento de la pobreza, el gobierno dio prioridad a reuniones con el gran capital internacional en busca de apoyo a su plan de ajuste y ataque a las grandes mayorías. Nada bueno se puede esperar.
Esta tarde el jefe de Gabinete Nicolás Posse y el ministro de Economía Luis Caputo se reunieron con la número dos del FMI después de Kristalina Georgieva, Gita Gopinath, donde dialogaron sobre el “Staff Level Agreement”. El miércoles pasado Caputo había confirmado un primer acuerdo con el fondo, donde el organismo internacional realizará un desembolso de U$S 4.700 millones como parte de retomar el plan de Facilidades Extendidas que estaba suspendido para pagar los vencimientos de capital de diciembre de 2023, febrero y abril de este año. En las próximas semanas el directorio del FMI se reunirá para confirmar la aprobación del desembolso.
Como contraparte el gobierno busca sobrecumplir las metas con un ajuste fiscal de 5 puntos del PBI, alrededor de U$S 30.000 millones de dólares, para lograr un superávit primario equivalente a 2% del PBI, es decir, 2,9 puntos porcentuales mayor a la meta original. Mientras tanto los pagos por intereses de la deuda fraudulenta se seguirán realizando con reservas del Banco Central que se encuentran en estado crítico.
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En este marco se acordó para el día miércoles un encuentro de Caputo y Posse con Kristalina Georgieva, antes de la reunión con Javier Milei, siendo su primer encuentro con la directora del organismo.
En la previa a la reunión con los funcionarios argentinos, Georgieva había declarado este último martes que, desde el organismo, se observan "progresos en todos los frentes" de la economía argentina desde que asumió Javier Milei. "Lo que esta administración está haciendo es corregir de forma muy agresiva algunas de las deficiencias que todos vemos. En lo fiscal, se gasta más de lo que se puede. Las reservas están vacías. Así que estamos viendo progresos en todos estos frentes", indicó a la agencia Bloomberg.
Por su parte el ministro de Economía, tendrá reuniones con empresarios farmacéuticos, banqueros, mineros y representantes de la multinacional agrícola Louis Dreyfus y la tecnológica Amazon. Asimismo, participará de un panel titulado “Prevención de fracturas económicas”, que pareciera sarcástico después de su fracasado paso como ministro del expresidente Mauricio Macri.
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El FMI muestra su apoyo a medidas que ha recetado históricamente para el país (en realidad para todos los países en crisis, tomadores de deuda de ese organismo imperialista) y que ha llevado cada vez a crisis desgarradoras y más profundas, mientras aumenta la dependencia de los intereses de Estados Unidos y otros países dominantes. El pago de una deuda que es fraudulenta desde su origen genera consecuencias que están a la vista: mayor pobreza y una escalada de los precios, que llega a niveles alarmantes. Nada bueno saldrá del fortalecimiento de sus lazos con el gran capital internacional.
El 24 de enero la Central General del Trabajo (CGT), obligada por el gran descontento que surge desde abajo en la población trabajadora, llamó a un paro general con movilización -que intentará que sea lo más acotada posible-. La izquierda busca organizar en cada lugar de trabajo y en cada barriada la preparación activa del paro, discutiendo en las asambleas de cada lugar de trabajo y en las barriales que surgieron, la masividad, tanto al momento de parar como en la movilización, y exigir a las conducciones sindicales un plan de lucha hasta tirar abajo los ataques del gobierno de Milei y el FMI.