En su 17º edición, el festival de música pesada que se realiza en la Plaza de los dos Congresos dió el presente en el marco de una gran jornada de lucha en todo el país contra el negacionismo, en memoria de los 30 mil detenidos-desaparecidos el pasado 24 de marzo.
Daniel Lencina @dani.lenci
Lunes 1ro de abril 22:54
Foto: @phuerza
En un día tan movilizante como el 24 de marzo pasado, en medio de una profunda crisis económica que golpea duramente al bolsillo obrero y popular, se vivió en la Argentina una jornada enorme de lucha contra la represión y la impunidad de ayer y de hoy. No era para menos ya que se cumplieron 48 años del golpe genocida más sangriento que tuvo nuestro país entre 1976 y 1983, dejando como saldo 30 mil desaparecidos y más de 400 personas que aún no saben su identidad porque fueron apropiados en los centros clandestinos de detención. Pero esa herida latente también dejó una tradición muy importante de lucha contra la dictadura y sus beneficiarios como el imperialismo norteamericano que impulsó todos los golpes de Estado que tuvo Sudamérica en los años 70’s del siglo pasado.
En Buenos Aires, la Plaza de Mayo fue colmada por dos grandes marchas a pesar de la propuesta que realizó el Encuentro Memoria Verdad y Justicia para que haya una manifestación unitaria.
De todas maneras semejante movilización convirtió a las calles de Buenos Aires en un territorio desafiante del protocolo represivo de Bullrich. Pero esa movilización no fue la única expresión de lucha, ya que iba a ser complementada desde el arte y la cultura. Esta vez a cargo del movimiento metalero que hizo una demostración multitudinaria a iniciativa de la “Organización Nunca Más”, que lleva 17 años organizando el concierto de bandas en vivo como parte de la jornada.
“El metal está en donde tiene que estar” fue la frase más escuchada a lo largo de la jornada en la Plaza de los dos Congresos. Al menos con todos y todas con quienes hablé se repetía esa frase. Colmada por millares de metaleros, entre amigos y familiares, con niños y niñas aplaudiendo a cococho de sus padres, haciendo cuernitos para alentar a las bandas. Llenos de emoción porque realmente se estaba dando un paso más en la batalla. Un paso, realmente histórico: por lo que significa para el Heavy Metal en Argentina y por el contexto que se vive en nuestro país con un gobierno que, además de ajustar, se dedica a negar lisa y llanamente el genocidio que hicieron los milicos, la iglesia y los empresarios.
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Asi, conversamos con Diego Abrego, uno de los organizadores del Festival Nunca Más, junto al Sindicato de Músicos, que nos contaba que hace muchos años marchando un 24 de marzo notaron que eran muchos los metaleros que se movilizaban y así nació la idea de hacer un festival de bandas para que sea una expresión de lucha. Al inicio fue juntar recursos y tocaban en la glorieta de la Plaza de los dos Congresos y con los años se fue volviendo cada vez más grande. A partir del 2010 tomaron la decisión de llamarse “Organización Nunca Más” y constituirse como un colectivo político-cultural, antirepresivo y anticapitalista que atravesó todos los gobiernos de los últimos 17 años manteniéndose crítico de sus políticas en torno a los Derechos Humanos.
Sobre este aspecto Diego Abrego nos decía que: “lo que vivimos el pasado 24 de marzo fue muy emocionante porque dentro de nuestras filas del movimiento metálico hubo una especie de división hace muchos años y se nos llenó un poco de fachos. Este Nunca Más logramos volver a la senda fundamental de este movimiento antisistema, contra la gorra, anti milicos. Creo que este domingo logramos reconciliar un poco a la gente con los conceptos de los Derechos Humanos. Creo que también el contexto ayuda. Fue muy emocionante y la grilla fue espectacular”.
Además nos contó que: “Hace 17 años que lo hacemos, se hace en Rosario se hizo en Córdoba, desde el año pasado ayudamos a una gente a hacerlo en Uruguay, está la idea de hacerlo en Ushuaia y Bariloche. La idea es que se haga federal. Estamos viendo de charlar con gente de Paraguay. Durante el año hacemos lo que llamamos el calendario de la resistencia”.
Incluso, teniendo en cuenta la rebelión del del 2001, nos contaba que: “hace ocho años hacemos un festival para recordar el 19 y 20 de diciembre. Y también hacemos la fecha que recuerda al Colo Rojas, el guitarrista de Exterminio, que lo mató la policía en Quilmes en los años 90. Hacemos una fecha de Malvinas para la época de la rendición, y esto lo hacemos porque creemos que no hay que dejarles ningún terreno a los fascistas y finalmente hacemos la fecha para el aniversario de la Noche de los Lápices. Todo lo que te conté lo hacemos de forma cooperativa con las bandas”.
Y para terminar, en medio de un contexto de ajuste y represión Diego nos dijo: “La idea es que esto no se enfríe. En estos momentos necesitamos activar la calle a full”.
Por otra parte, las integrantes de Hermostra, que ya fueron entrevistadas por este medio, compartieron las siguientes palabras: “La reflexión que nos queda es que existe unión entre la gente, que ante la situación actual en la que están en riesgo nuestros derechos, todavía se siente una energía enorme de lucha y así va a seguir siendo. Fue hermoso para nosotras poder aportar nuestra voz en un día tan movilizante, vimos que mucha gente conectó con nosotras y viceversa. Como era de esperar, nos topamos con gente fuera de la actualidad y totalmente cerrada a todo, entonces sabemos que aún falta mucho camino por recorrer hasta que las cosas cambien para mejor, aun así avanzamos mucho en lo que es la conciencia. Una vez más queremos agradecer a la organización por hacernos partícipes de esta edición del Festival Nunca Más y honrar entre todxs el día de la memoria por la verdad y la justicia”.
Mientras estaba tomando una cerveza fresca, ya había visto a grandes bandas como Against y Helker me lo cruce a Lucas Bravo, guitarrista de Horcas que aportó estas palabras como reflexión de la jornada: “Lo que vivimos el 24 de marzo en la Plaza de los dos Congresos fué algo histórico. Creo que el Heavy Metal como movimiento cultural en Argentina sobre todo, nació bajo el fuego de la rebeldía y en momentos donde la dictadura todavía estaba activa. V8 apareció en un momento histórico muy complicado y fue una banda extremadamente contestataria. O sea que desde los orígenes el Heavy Metal tiene una actitud crítica y sobre todo condenatoria para lo que fueron los golpes de Estado, los golpes militares, la desaparición de personas, la tortura, el secuestro de bebés. Parece llamativo porque hay que andar aclarando que todos esos actos son malos, vivimos en una época que hasta parece realmente controversial estar en contra de eso”.
Diría que no me esperaba menos del violero de una de las grandes bandas de la Argentina pero la cosa no termina ahí porque Lucas agregó que: “Ver esa plaza llena de metaleros, de miles de rockeros que se acercaron a, no sólo de disfrutar de un buen show de Rock de Metal en paz, sino a dejar registro de una postura que el género en buena parte de su público sigue manteniendo que es la postura con la cual prácticamente se fundó este movimiento cultural. Así que fue una jornada de muchísima emoción, de muchísima esperanza. Así que, a seguir con el reclamo de memoria verdad y justicia para no olvidar”.
Agradecemos enormemente a quienes participaron de esta nota. Definitivamente fue una jornada histórica en la que el Heavy Metal estuvo -como decíamos más arriba- “donde había que estar”: haciendo flamear las banderas por la memoria de los 30 mil desaparecidos, por la verdad y la justicia.
Daniel Lencina
Nacido en Buenos Aires en 1980, vive en la Zona Norte del GBA. Integrante del Partido de los Trabajadores Socialistas desde 1997, es coeditor de Diez días que estremecieron el mundo de John Reed (Ed. IPS, 2017) y autor de diversos artículos de historia y cultura.