El ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, junto a los gobernadores del norte del país, firmaron una declaración conjunta llamando a la "paz social y la convivencia". El mandatario jujeño, que viene persiguiendo y armando causas a movimientos sociales y trabajadores, fue uno de los que suscribió la iniciativa.
Diego Iung @IungDiego
Viernes 9 de septiembre de 2022 19:53
La iniciativa tuvo lugar en el marco de la Expo Norte en Chaco. Allí, se encontraron los gobernadores y vices de 9 provincias del norte del país, entre los que se encontraban Gildo Insfrán (Formosa), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Osvaldo Jaldo (Tucumán), Ricardo Quintela (La Rioja), Raúl Jalil (Catamarca), Oscar Herrera Ahuad (Misiones), Jorge Capitanich (Chaco), el vicegobernador de Salta Antonio Marocco, así como Gustavo Valdés (Corrientes) y Gerardo Morales (Jujuy), de la UCR. A todos ellos se sumaron el Jefe de Gabinete Juan Manzur y el ministro del Interior Eduardo “Wado” de Pedro, entre otros funcionarios.
Parte de las iniciativas, a una semana del atentado contra Cristina Fernández de Kirchner, consistió en firmar una declaración en repudio al mismo y, en sintonía con lo que viene planteando el oficialismo a nivel nacional, convocar a la paz social y al diálogo.
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Entre otras cosas, el documento expresó ““Próximos a cumplir 40 años de democracia creemos necesario redoblar nuestro compromiso con los valores que promueven la convivencia, el diálogo, la paz social y el bien común”.
Aprovechando el apoyo de Morales en el documento firmado en común, “Wado” de Pedro planteó públicamente: “Hay un rechazo unánime de los sectores democráticos de nuestra sociedad respecto del magnicidio y el diálogo va a seguir porque es un diálogo permanente, y que hoy estamos teniendo con el gobernador de Jujuy, como presidente de la Unión Cívica Radical, para ver de qué forma podemos abordar desde la política este hecho y algunas situaciones que hacen que la convivencia política, si no se resuelven algunas cosas, puedan terminar con hechos que no son felices”.
Curiosa definición la de “democrático”, que De Pedro hace de un personaje como Gerardo Morales, con quien apuesta al diálogo y la paz social. Es el mismo que durante todo su mandato viene persiguiendo opositores, con crudo ensañamiento entre los movimientos sociales y los trabajadores que se organizan por sus derechos, armando todo tipo de causas judiciales y contando con una justicia adicta y designada prácticamente a dedo. Todo esto con el único fin de satisfacer los intereses de los grandes dueños de la provincia.
Es llamativo a su vez como el Gobierno sigue planteando el llamado al diálogo mientras sigue su denuncia permanente sobre las prácticas y discursos del odio solo caen sobre un costado de la grieta. Pareciera que el ajuste que se tensa sobre los sectores populares o el discurso estigmatizante de la pobreza que vociferan tanto los medios oficialistas como opositores no fueran parte de una dinámica que contribuye a este clima de violencia, donde los grandes problemas sociales que son el caldo de cultivo de esta situación no solo continúan sin estar resueltos, sino que tienden a agravarse.
Por parte de la oposición derechista, más allá del intento de diálogo con el oficialismo de algunos sectores de la UCR como tuvieron el diputado Facundo Manes o el propio Morales, la postura que vienen tomando la mayoría de sus referentes parece alejada de seguir buscando puntos de contacto con el Gobierno y más bien apunta a seguir fortaleciendo la grieta con la mira puesta en las próximas elecciones de 2023.
La paz social que plantea el oficialismo y que ahora suscribe Morales, no es otra cosa que la búsqueda de acuerdos, mientras continúa el impacto por el atentado a la vicepresidenta, para continuar y profundizar el ajuste en curso. Sin ir más lejos, Morales planteó que “también es importante ver de qué vamos a hablar en esta mesa de diálogo. Si vamos a hablar de matriz energética, de producción y de minería, yo estoy”. Para hablar de extractivismo el jujeño no duda en dar el presente. Este extractivismo es parte de la agenda que estos partidos avalaron como parte de la agenda del FMI para la Argentina.
Lejos de ese llamado, para el conjunto de los trabajadores y el pueblo pobre es fundamental pelear por una perspectiva independiente, por sus propias reivindicaciones y reclamos y no confiar en estos llamados de quienes, hasta hoy, no tienen dudas en acudir a todo tipo de métodos autoritarios y persecutorios contra quienes enfrentan sus políticas de ajuste.