Desde el día de ayer el municipio de Tigre ha comenzado a tapiar con ladrillos y cemento los edificios que fueron ocupados por los vecinos de Garrote a quienes les habían prometido esas mismas viviendas hace una década, y sacándolos mediante una amenaza de desalojo por la fuerza y con promesas que hasta el día de hoy sólo llegaron para algunos.
Viernes 20 de noviembre de 2020 13:16
Con un operativo policial apostado sobre los edificios de “Sueños compartidos” prometidos desde hace más de una década a los vecinos de villa El Garrote, la Municipalidad de Tigre ha comenzado a tapar las aberturas (puertas y ventanas) con ladrillos y cemento.
Las familias que se habían mantenido en la toma durante ocho días, muchos jóvenes con hijos y mujeres embarazadas, el día lunes 16 con una amenaza de desalojo con la fuerza policial y con nuevos aprietes por parte de los funcionarios de nación, provincia y municipio, decidieron abandonar la toma a cambio de casillas que serían otorgadas por el municipio.
Estas casillas no han sido tales. Lo que se viene otorgando son tirantes, chapas y placas de durlock inadecuadas para la construcción en exterior, y donde los propios vecinos comentan que no resisten una subida del río. Además se les proporciona estos materiales sólo a aquellos que han conseguido un pedacito de terreno, generalmente cedido o prestado por la buena voluntad de algún familiar o vecino. Hasta que no consigan un terreno no se les bajan materiales, fue la justificación de funcionarios de Tierra y Hábitat. Por este motivo al día de hoy son pocas las familias que han recibido esta promesa.
Sin embargo y con total celeridad, aparecen los ladrillos y el cemento para tapiar las aberturas y evitar un nuevo ingreso de familias a los edificios que consideran como propios ya que en su momento habían sido censados para su toma de posesión.
También denuncian que la prioridad para el municipio es poder vender esas tierras para el negocio inmobiliario de alta gama, tal como viene siendo la prioridad de favorecer y expandir la construcción de countries y no de dar solución definitiva con un plan de viviendas populares que dé oportunidades de trabajo y tierra para vivir.
