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Red Internacional
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En La Plata 3 a 1. El Gimnasia de Romero dio cátedra ante la Academia de Gago

Con goles de Tarragona, Morales y Soldano los pibes del Lobo se metieron en el bolsillo al plantel de Racing que, en el “mercado”, cotiza tres veces más. Un partido que tuvo de todo, incluyendo el peligroso arbitraje de Lamolina. Buena remontada de un equipo al que la AFA le programó tres partidos en seis días.

Domingo 9 de abril de 2023 13:34

Foto Prensa Gimnasia

Foto Prensa Gimnasia

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Gimnasia y Esgrima La Plata necesitaba recuperarse de la derrota ante Universitario de Perú por la Sudamericana. Racing llegaba con el pecho inflado tras la muy buena victoria en Chile contra Ñublense por la Libertadores. En el torneo local, la Academia estaba a un paso de arañar la punta y el Lobo estaba tercero, pero empezando de abajo. Además de ser “favorito” deportivo en las apuestas, hay un dato al que siempre prestan atención los apologistas del mercado: el equipo de Avellaneda blande un plantel que cotiza, al menos, tres veces más caro que el de La Plata. Con esas premisas, este sábado a las 18 se enfrentaban por la décima fecha de la Liga Profesional.

Otra vez, como de costumbre, el estadio del bosque platense estuvo ocupado casi al cien por ciento de su capacidad. Y un elemento le ponía más pimienta al partido. El árbitro era Nicolás Lamolina y en el VAR estaba Leandro Rey Hilfer. Los mismos que el 28 de febrero hicieron los deberes y, con varias maniobras a la vista de todo el mundo, le permitieron a Barracas Central ganarle a Gimnasia el partido por la quinta fecha del torneo. Como era de prever, el afecto de la hinchada hacia el referato se hizo escuchar durante toda la tarde.

Partido intenso

El primer tiempo arrancó con mucho ritmo. Antes de que Gimnasia hiciera el primer gol a los 8 minutos, ambos equipos ya habían visitado las áreas rivales. Pero el local mostraba un poco más de actitud ofensiva. Los cambios respecto al equipo titular anterior (Nicolás Colazo por Matías Melluso, Bautista Barros Schelotto por Guillermo Enrique, Agustín Bolívar por Maximiliano Comba y Alexis Steimbach por Alan Lescano) fueron acertados por parte de Sebastián “Chirola” Romero y su equipo técnico.

La jugada del gol fue exquisita. Adelantado, el defensor Leonardo Morales recibió la pelota en el medio de la cancha. Vio que Franco Soldano y Cristian Tarragona ya merodeaban el área. Tiró un centro preciso que el primero de ellos, cabeceando hacia atrás, depositó en el pecho del segundo. Éste la bajó, no se desesperó ante los dos centrales, esperó a que el balón le quedara a tiro y le pegó con calidad. El arquero Gabriel Arias se esforzó pero no pudo alcanzarla y le pelota se le metió a centímetros del palo izquierdo. Delirio del triperío al grito de “¡Tarragooo, Tarragooo!”.

Cristian Tarragona festeja el primer gol | Foto Eva Cabrera - Télam
Cristian Tarragona festeja el primer gol | Foto Eva Cabrera - Télam

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Lejos de especular buscando la reacción de Racing, los de La Plata iban por más y tuvieron un par de buenas llegadas, como el remate envenenado de Nicolás Colazo a los 11:45 que Arias sacó al córner. Los visitantes empezaron a cometer faltas, algunas muy duras, contra los pibes que hasta se animaban a algunas atrevidas gambetas. A los 23 Gabriel Rojas vio la amarilla tras bajar de un patadón a Steimbach en el anillo central. Abajo Jonathan Galván y Emiliano Insúa no lograban frenar las arremetidas de Tarragona y Soldano. Adelante, el que más intentaba armar juego en la Academia era Edwin Cardona, pero él también se vio “obligado” a pegar.

A los 26 el nacido en Medellín le fue con todo a Barros Schelotto en una disputa normal de la pelota. Lamolina sacó la amarilla de su bolsillo, mientras ambos jugadores era asistidos por los médicos. La gente exigía roja. El árbitro guardó la tarjeta y Cardona no se levantaba, creyendo que lo expulsaría. A Lamolina desde el VAR le dijeron que sólo amoneste. Cuando se levantó Cardona le pidió disculpas a Barros Schelotto. Minutos después, muy dolorido por la falta que él mismo causó, debió ser reemplazado por Matías Rojas.

Gimnasia siguió haciendo su juego, desorientando a un Racing que intentaba pero no podía. La mejor para el visitante fue a los 40, con un remate del defensor Facundo Mura entrando al área que encontró al arquero Tomás Durso muy bien parado. Gabriel Hauche también probó desde media distancia, pero la pelota se fue muy desviada por arriba.

A los 43 el arquero Arias le cometió un penal a Tarragona que entraba solo al área. Pero la bandera en alto del primer asistente marcando el off side del delantero del Lobo salvó a Lamolina de tener que tomar una decisión tan comprometida. Cuatro minutos después el árbitro no tuvo alternativa y debió expulsar al volante Gabriel Rojas tras aplicarle la segunda amarilla por otra fuerte patada, esta vez contra el intratable Steimbach. Para disgusto de Fernando Gago, la Academia iba a arrancar el segundo tiempo con diez.

Más intensidad

Segunda etapa. En Racing entraron Nicolás Reniero por Hauche y Óscar Opazo por Galván. Gimnasia, sin cambios. Con Bolívar, Steimbach y Miramón el Lobo armaba juego y en los primeros minutos tuvo varias aproximaciones al arco rival. Arriba Soldano y Tarragona no dejaron de presionar. El visitante decidió buscar el quiebre de la defensa albiazul con pelotas por elevación y segundas jugadas. Tuvo un tiro libre en los pies de Matías Rojas (que venía de hacer un gol épico contra Ñulense), el arquero Durso dio rebote y Nicolás Oroz no pudo aprovechar de cabeza.

A los 9 llegó el segundo gol tripero. Maximiliano Romero (delantero en posición defensiva) hizo una mano a metros del área, sobre el lateral derecho. El 10 de Gimnasia, Tomás Muro, lanzó el tiro libre a la puerta del área chica. La esperaba el alto “Yacaré” Morales, que con un fuerte cabezazo la metió entre el travesaño y las manos de Arias. Más delirio del triperío.

Igual que en el primer tiempo, los de Chirola no se retrasaron y siguieron. Inevitablemente, desde los cuatro costados del estadio Juan Carmel Zerillo llovía el “¡Vamos vamos los pibes, vamos vamos los pibeees!”.

Sobre la mitad del segundo tiempo el partido entró en un pozo futbolístico donde ambos equipos se mostraban imprecisos y sin muchas ideas. Y fue a los 21 cuando Racing descontó con un golazo de Jonathan Gómez (que había entrado por Oroz). Maximilinao Romero la bajó de cabeza fuera del área, Reniero metió un taco de lujo y se la dejó servida a Oroz que le pegó de primera y la metió cerca del palo derecho de Durso. El 1-2 caía como una señal de alerta para los locales.

A Romero le faltó mensurar a tiempo el cansancio de algunos de sus dirigidos. Recién a los 30, cuando Muro y Steimbach empezaban a perder precisión y energías, decidió reemplazarlos por Maxi Comba y el “Loco” Enrique. Cambios que dieron aire fresco y permitieron recuperar la iniciativa. En el caso de Racing, los cambios no terminaron de resultarle y la segunda mitad del complemento la Academia siguió siendo un cúmulo de impotencias.

Leonardo Morales cabecea el segundo gol | Foto Eva Cabrera - Télam
Leonardo Morales cabecea el segundo gol | Foto Eva Cabrera - Télam

Sufrir hasta el final

Parecía cantado. Lamolina no quería irse de La Plata sin dar la nota. A los 42 minutos, cuando Romero entraba exigido al área de Gimnasia, el árbitro cobró penal. Según su visión de las cosas, Morales lo manoteó del pantalón y lo hizo caer. Sabía que era una decisión muy dudosa, por eso se refugió en la decisión de VAR. Desde Ezeiza, Rey Hilfer no pudo hacerle la segunda, era demasiado obvio que el delantero no había sufrido ninguna falta. Lo llamó para que él decidiera mirando la jugada en el monitor lateral del campo de juego. El referí se tomó su tiempo. Pensó, pensó y al final, cuatro minutos después de pitar una inexistente falta, se echó para atrás. La mediocridad hecha arbitraje. Un poco de justicia en un VAR que le viene haciendo las cosas más difíciles al Lobo.

Envalentonados, los pibes de La Plata siguieron luchando. Además Lamolina adicionó ocho minutos y no había margen para cometer errores. Enrique tuvo una buena oportunidad al entrar al área después de gambetear a tres jugadores de Racing, pero el tiro fue débil. El visitante buscó y buscó, llegando al área local pero sin precisión. El árbitro parecía uno más de la Academia y terminó dando cinco minutos más a los ocho ya agregados.

Franco Soldano |Foto Prensa Gimnasia
Franco Soldano |Foto Prensa Gimnasia

A los 54 el Lobo selló la victoria con un golazo de Soldano, que terminó la noche ovacionado por la hinchada tras un partido en el que dejó todo. Fue un contragolpe letal. Tarragona la recibió habilitado apenas pasando el mediocampo. Eran él y Soldano contra tres defensores. Tarra quería llegar hasta enfrentarse a Arias, pero en la carrera se le “perdió” la pelota. Detrás de él venía el exdelantero de Unión y Boca, que la agarró como venía, a treinta metros del arco, con la parte interior del botín derecho. El arquero se tiró, pero ya era tarde. Tercer delirio tripero.

“No estuvimos en partido el primer tiempo, nos superaron, jugaron mejor que nosotros todo lo que era duelos individuales”; “no intentamos… no pudimos generar los espacios para poder generar”; “en el segundo tiempo, dentro de todo, me gustó lo que hicimos”. Palabras de Fernando Gago en la conferencia de prensa posterior a la derrota. “El equipo hizo un trabajo muy bueno”; “todos están en un nivel muy parejo”; “los muchachos están contentos, le dimos una alegría a la gente”. Palabras de Sebastián Romero, también ante periodistas.

Racing, uno de los mejores equipos de la actualidad en el fútbol argentino, se quedó con 17 puntos y no pudo acercarse al puntero River. Gimnasia, con modestia y limitados recursos según el mainstream de la industria deportiva, sumó tres puntos y ahora tiene 11. Más que valioso, en su pelea por dejar los últimos puestos de la tabla. El camino es largo, pero desde que arrancó la temporada los pibes están demostrando que hay con qué dar batalla.

Ahora se viene River el jueves y Belgrano de Córdoba el próximo sábado. Sí, tres partidos muy complicados en menos de una semana. Y enseguida viaja a Colombia para enfrentar, la noche del martes 18, a Independiente Santa Fe por la Sudamericana. El “vamos vamos los pibes” se seguirá renovando, aún a miles de kilómetros de distancia.

Comentario final. Media hora antes del partido, miles de triperas y triperos dieron un caluroso recibimiento a una delegación de nueve miembros de la filial local de Exsoldados Combatientes de Malvinas que, portando una bandera azul y blanca con un viejo escudo del lobo estampado, se hicieron presentes para recordar los 41 años de la guerra. No pudieron hacerlo el miércoles durante el partido por la Sudamericana porque para la Conmebol este tipo de manifestaciones en el campo de juego están prohibidas. Y una vez más, como cada partido en el bosque, la 22 volvió a corear “¡Y ya lo ve, y ya lo ve, el que no salta es un inglés!”

Ah, y no te olvides. ¡Lolo Regueiro Presente! ¡Juicio y castigo a los asesinos y sus cómplices!