La portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, presentó la baja de 3 puntos en el índice de pobreza como un acierto de las políticas del Gobierno y lo relacionó al acuerdo con el FMI. Mientras, el organismo pide devaluación, ajuste en jubilaciones y reformas.
Jueves 31 de marzo de 2022 11:28
Esta mañana Gabriela Cerruti, la portavoz presidencial, presentó los índices de pobreza publicados el miércoles por el Indec, como un acierto de la política económica del Gobierno; incluso relacionado al pacto de ajuste con el FMI. En la realidad de a pie, más de la mitad de los niños y niñas en la Argentina, continúan en la pobreza.
"El camino que estamos recorriendo es el camino indicado. Los 10 puntos de crecimiento del año pasado empiezan a tener su consolidación en estas cifras que más nos preocupan, que tienen que ver con el trabajo y con el empleo".
La recuperación en la actividad económica viene significando mayores ganancias para las grandes patronales, mientras la baja en el índice de pobreza es solo de 3 puntos y el desempleo se mantiene en las cifras del año 2017. El Gobierno contabiliza 1.800.000 personas que recuperaron ingresos a fines del 2021; ¡mientras otras 17 millones de personas continúan en la pobreza!
¿Se trata de ver el vaso medio lleno o medio vacío? O es cuestión de ver desde qué clase social se para uno frente a la realidad. Por un lado, el éxito para los dueños de los grandes negocios de la Argentina, por el otro, una desigualdad brutal en relación a la recomposición de los salarios, los puestos de trabajo y las condiciones de vida.
Porque la afirmación del ministro de Trabajo, de que la alta inflación no afectó "los ingresos de los asalariados, públicos y privados", es dementida por cualquier familia trabajadora.
No obstante, el Gobierno no pierde oportunidad para seguir machacando con que no hay alternativas más que resignarse frente a los poderosos. "Seguir bajando el indice de pobreza, tiene que ver con las politicas económicas y sociales del Gobierno. Les puedo asegurar que si hubieramos entrado en default los índice de pobreza se hubieran disparado hacia una crisis social en la Argentina inimaginable, mucho peor de la que hubiéramos visto en los últimos años".
Una perspectiva totalmente contrapuesta -parada desde los intereses de las mayorías- es la que explicó el miércoles por la noche Myriam Bregman, en una entrevista para A24. "Los números de pobreza no son casualidad, son resultado de buscar un acuerdo con el FMI” y agregó "Alberto Fernández asumió diciendo que terminaba con la herencia macrista, que volvía el asado, que llenaba la heladera. Ahora tiene los resultados de haber elegido encolumnar la economía en acuerdo con el Fondo Monetario, para eso ajustó y recortó a los jubilados”.
Justamente, ese es el camino que eligió el Frente de Todos desde el momento en que asumió su mandato. Incluso antes de la pandemia, eligió cambiar la formula jubilatoria, perjudicando el ingreso de los adultos mayores. Cada medida de ajuste impulsada por el Ministro Guzmán fue en el camino de congraciarse con el FMI; mientras dieron vía libre a las grandes patronales para que ensanchen sus negocios, a costa de mayor flexibilización laboral, despidos y la pulverización de los salarios.
Pero los dichos de la portavoz presidencial contrastan aún más ahora que el FMI - luego de que se aprobara el acuerdo en el Congreso con los votos del Frente de Todos y Juntos por el Cambio- definió que vendrá a revisar sus planes, un mes antes de lo esperado y anticipó mayores exigencias. Quieren una mayor "eficiencia" en el gasto relacionado a jubilaciones, quieren un mayor rítmo de devaluación y además, ya abrieron la puerta al avance de "resformas estructurales".