Música / Rock. Él Mató en el Movistar Arena: de “Más o menos bien” a “Tantas cosas buenas”

De la ciudad de La Plata al sello Laptra, del Pura Vida de Diagonal 78 hasta el Luna Park de Corrientes y Alem, Él Mató a un Policía Motorizado trazó su propia ruta e inscribió una épica novedosa para darle otros vientos a la cultura rock argentina. El domingo, en el Movistar Arena, el quinteto se sumó otra medalla colmando el recinto cubierto más grande de toda el área AMBA, verdadera unidad de medida para dimensionar su auténtico standard de convocatoria.

Y lo hizo después de debutar el año pasado en El Palacio de los Deportes, donde para noviembre se había apuntado con un doblete con el propósito de presentar Súper terror, su último álbum. En lo sucesivo, giras por Estados Unidos y Europa, dos premios Gardel (por “Mejor Álbum de Rock” del 2023 y también por “Mejor Canción de Rock” 2023 para “Medalla de oro”) y la oportunidad de seguir mostrando sus novedades y no tanto en el complejo en el barrio de Villa Crespo.

Minutos después de las 21 horas, y ante un aforo repleto por alrededor de 15 mil personas, Él Mató salió a darle otro nivel de popularidad a una escena indie que ellos mismos lideran como avanzada frente a tiempos en los que el rock —al menos en Argentina— sigue alojándose en el corazón de las grandes audiencias. Porque siempre habrá lugar para buenas canciones y lindas poesías.

El brevísimo “El magnetismo” (de La Dinastía Scorpio, de 2012) sirvió de inicio para darle lugar al primer repaso de Súper terror de la mano de “Un segundo plan”. Luego llegó el turno de “La noche eterna”, uno de los pasajes más entrañables de La Síntesis O’Konor (2017). Entre esos tres discos se concentró casi todo el repertorio de la velada en el Movistar Arena.

“¿La están pasando bien?”, preguntó Santiago Motorizado en una de sus pocas y breves alocuciones. Fue luego de hacer “Más o menos bien”, una canción que bien sirve de resumen del periplo de la banda si se la complementa con el título de “Tantas cosas buenas”, del reciente Súper terror. Los chicos están bien al cabo de 21 años de una formación inalterada junto a los guitarristas Manuel Sánchez Viamonte (Pantro Putö) y Gustavo Monsalvo (Niño elefante), el baterista Guillermo Ruiz Diaz (Doctora Muerte) y el tecladista Agustín Spassoff (Afloyd). “Ahora somos nuevos creadores de rock and roll, tranquilos, todo va a estar más o menos bien”, había sido la admonición del cantante y bajista en aquella composición de 2012.

Entre medio, su público intentó en diversas ocasiones propalar cantitos de coyuntura política. Primero fue con “el que no salta votó a Milei”, de corta duración, pues la banda dio rienda casi al instante a “Coronado”, de su último disco. Más cerca del final, y cuando el cantante había regresado al escenario en soledad para hacer el primero de los bises (“El universo”, también del flamante álbum), lo que se escuchó fue un más atronador “la patria no se vende” seguido de “Milei, basura, vos sos la dictadura”, de fondo mientras Santiago Motorizado comenzaba a cantar. En el medio, sí, el único cántico relativamente sostenido y sin interrupciones. Sin declamaciones públicas, la banda había habilitado al colectivo La Garganta Poderosa para que recibiera donativos con destino de comedores populares.

La tercera fue la vencida: el Movistar Arena cantando al unísono “la patria no se vende” en medio del show de El Mató a un Policía Motorizado, quien por primera vez en su historia llenó el recinto cubierto más grande de Buenos Aires. El año pasado habían tocado en el Luna Park. pic.twitter.com/CcktpHPktc

— Juan Ignacio Provéndola (@juaniprovendola) June 17, 2024

“El tesoro” recobró en el Movistar el pulso hitero de Él Mató, que incubó en ella acaso la última gran canción popular del rock argentino en los pasados doce años (¿o acaso existe otra desde ese entonces que haya alcanzado más masividad?). Algo similar sucedió con “Chica de oro”, la oda inspirada en la Jenny de la trilogía Volver al futuro.

Para el final, “Mi próximo movimiento”, del EP Día de los muertos de 2008, rescate de los años iniciáticos de la banda al igual que “Navidad de los santos” y “Sábado”. “Gracias por esta noche inolvidable”, cerró Santiago, dejando que las canciones hablaran por ellos.