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Red Internacional
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ORGULLO 2018. El Pinkwashing israelí llega a Madrid: el orgullo crítico responde

Activistas LGTBI protestan ante el anuncio de que Netta Barzilai, la cantante israelí que ganó el último festival de Eurovisión, actuará en Madrid con motivo de las fiestas del Orgullo.

Viernes 15 de junio de 2018

Nota de Redacción: Este sábado 16 de junio se ha conocido un comunicado oficial del Orgullo Madrid, asegurando que no hay actuación comprometida de la cantante israelí. Mantenemos el artículo tal como fue publicado este viernes, tomando en cuenta los comunicados emitidos por los organizadores del Orgullo crítico.

El hecho de que la cantante israelí Netta Barzilai ganara el festival de Eurovisión el pasado mes de mayo desató una gran polémica. Activistas LGTBI y en defensa del pueblo palestino criticaron esto como un mecanismo cínico de "lavado de cara" a Israel. Una clara estrategia de colonialismo cultural y pinkwashing la cual a través de la imagen del compromiso con los derechos humanos, derechos LGTB o derechos de las mujeres trata de ocultar políticas criminales como las que ejerce Israel sobre el pueblo palestino con masacres sistemáticas. La misma semana que Netta ganó el famoso festival, Israel reprimía brutalmente en la Franja de Gaza en una ofensiva que se cobró la vida de decenas palestinos.

El orgullo crítico contra el Pinkwashing israelí

A pesar de la polémica tras Eurovisión, el Pinkwashing israelí continúa su gira mundial. Madrid será escenario de este gran teatro con la participación de Netta Barzilai como estrella del Pride madrileño. Pero esto está siendo muy cuestionado por los sectores más criticos del movimiento LGTBI, activistas por los derechos humanos y en defensa del pueblo palestino.

Desde hace varios años se viene desarrollando en Madrid un movimiento que centra su crítica en la comercialización del orgullo, en la utilización cínica de reivindicaciones y derechos mercantilizándolos y en el fenómeno pinkwashing. En su comunicado de presentación (2017) la plataforma del Orgullo Crítico denunciaba "el proceso por el cual las luchas y reivindicaciones LGTBIQ se han vaciado de contenido y denuncia política, convirtiéndose en un evento en el que un puñado de empresarios se llena los bolsillos, planteando un modelo de orgullo comercial sin ninguna reivindicación".

El orgullo crítico madrileño expresó toda su fuerza el año pasado cuando Madrid fue proclamada capital del World Pride 2017, hecho que sacó a la luz aún más el cinismo con el que el capitalismo a través de las empresas y las instituciones utiliza derechos para disfrazar las verdaderas políticas xenófobas, racistas y machistas que se desarrollan durante todo el año.

Este año la plataforma del Orgullo Crítico madrileño ha expresado su repudio a la participación de Netta Barzalai en Madrid con un comunicado que critica el lavado de cara a Israel, pero además señala que con la llegada de estas grandes figuras hoy tremendamente mediáticas como Netta se trata de "convertir una movilización social en un destino turístico de fiesta y consumo".

Gran cantidad de agrupaciones, colectivos y activistas se suman a la lucha contra el pinkwhasing de israelí y al boicot a la participación de Netta Barzilai. Una campaña internacional bajo el nombre de #PinkWatchingIsrael comenzó a tomar fuerza en el último periodo y ahora llega al Estado español ante el anuncio de la participación de Netta en Madrid.

La comercialización del orgullo

Otra de las criticas que se vienen desarrollando dentro del activismo LGTBI es sobre la comercialización del orgullo y su vacio de contenido o despolitización. Frente al World Pride que lo invade todo con macro eventos, enormes campañas institucionales y grandes actuaciones como la de Netta, el espíritu de lucha con el que nació el Día de la Liberación Sexual se fue perdiendo. Esto forma parte de un interés claro por parte del capitalismo y los agentes que en este operan. El Pride se convierte así en una fiesta de consumo, con el único fin de enriquecer a un grupo de empresarios a quienes no les interesa en lo más mínimo nuestros derechos, nuestras identidades, y mucho menos nuestro bienestar.

Esto se ve en el uso por parte de muchas empresas de campañas LGTBI en las fechas del orgullo, aprovechando esta "fiesta" para multiplicar sus beneficios. El año pasado lo vimos con Vodafone, Netflix, o cadenas de comida rápida como Burger King, las cuales se vestían con las banderas del arcoíris. Este año uno de los primeros en "lavar su imagen" a base de derechos LGTBI ha sido H&M que ha lanzado una colección para "celebrar" el orgullo y el amor libre. Esta campaña coincide con la huelga que los trabajadores del centro logístico H&M en Torrejón de Ardoz están llevando a cabo. La empresa sueca refuerza su imagen de inclusividad al mismo tiempo que precariza y ataca brutalmente las condiciones de sus trabajadoras. La marca destaca por las malas condiciones laborales a las que somete a sus trabajadores pero al igual que Israel utiliza la "responsabilidad social" a través de los derechos LGTB para ocultar su ferocidad.

Apesar de todos los intentos de "domesticar" el movimiento por la liberación sexual hay importantes sectores que cuestionan abiertamente las políticas del pinkwashing. El cinismo de las empresas y gobiernos hace cada vez más necesario poner en pie un amplio movimiento LGTBI independiente de las instituciones del Estado, los gobiernos y los partidos patronales que en alianza con los sectores más oprimidos y explotados vuelva a encender la chispa necesaria para conquistar nuestros derechos y reabrir la pelea por la total liberación sexual en la lucha contra la alianza criminal entre el capitalismo y el patriarcado.