Un hincha de Boca quiso compartir sus sensaciones en las horas previas del primer partido del final más esperado: la definición de la Copa Libertadores. A modo de tribuna abierta, damos espacio al punto de vista del hincha, el lugar en el que estamos la mayoría en el espectáculo deportivo del fútbol.
Sábado 10 de noviembre de 2018
Hoy sábado a las 17 hs quienes amamos el fútbol viviremos lo que probablemente sea la final más importante en la historia del fútbol, por lo menos Latinoamericano; mi pasión por la azul y oro me lleva a decir incluso, de la historia del futbol mundial.
Haciendo una burda comparación con algún politólogo macartista podríamos decir que es el “Fin de los superclásicos”. No porque Boca y River nunca más vayan a presentar escenarios pasionales, tensos y sobre todo hermosos como cada superclásico es. Sino porque el que finalmente levante la copa tendrá “cargadas” para cien años. Ya no va importar el descenso de River, el gas pimienta de “el Panadero”, la muleta de Palermo o la vaselina de Rojas. Serán imágenes que quedarán grabadas en la retina de cada hincha según el equipo por el cual aliente, pero lo que es claro es que cada discusión terminará con un irremontable y terminante: “Todo bien, pero la Libertadores te la gane yo”. Y si sos bostero podrás agregar: “Y la levanté en tu casa”.
Un poco de mi historia…
Me llamo Sebastián, tengo 26 años, y soy socio del Club al igual que mi hija, de 5. No creo en el destino, pero tampoco en las casualidades. Además de bostero, me considero “trosco”. ¿Iba a ser de otra manera? Mi pasión por el futbol, la historia, la política y la militancia encuentran en el club un punto de confluencia notable. Me crie con mi viejo, antes de que Macri llegue a la presidencia del Club, diciéndome que Boca era un club de los trabajadores, de los inmigrantes, de los explotados. No por nada La Boca fue sitio de insurrecciones populares y levantamientos obreros desde inicios de la historia argentina moderna. No por nada se nos dice bosteros, concepto que en un comienzo denostaba una clara intención de discriminación de clase. El apodo hoy es resignificado, somos los bosteros, los que tenemos olor a barro, a conventillo, a sudor, a trabajo. Somos obreros, por eso somos de Boca.
Un poco de historia del club
Desde que Mauricio Macri ingresó en la política del club no solo nos acostumbro a ser un club exitoso en lo deportivo, sino que además se encargó de intentar borrar con el codo la idiosincrasia de Boca mientras escribía una nueva historia con su mano derecha. Más de uno lo califica como el refundador de la institución, obviando la gestión de Alegre, que entregó el club libre de deudas y en funcionamiento luego de unos oscuros años ´80. Y más de uno sabía que mientras se ganaban copas se excluía al pueblo trabajador del club. Se privatizó el museo, incluso se privatizaron las tribunas, dejándolas a empresarios amigos dueños de hoteles y multinacionales. ¿Alguien duda que la avanzada de Angelici por construir un nuevo estadio shopping no encubre detrás de sí un gran negocio inmobiliario? El debate no pasa tanto por si cancha si, o si cancha no. Pasa por saber que todo lo que se decide puertas para adentro del club es en base al negocio de unos pocos, y de espaldas al hincha. El debate pasa por el hecho de saber que Boca ya no funciona como un club social, y que por mas estadio nuevo o viejo que haya, para poder concurrir tenés que poseer si o si una tarjeta de crédito y en el caso de los adherentes pagar montos aún sin saber si vas a poder estar el domingo con tus amigos y amigas alentando. Oración aparte para el aumento de más de $500 entre una entrada para semifinal y una de final en un contexto donde cada día que pasa se hace más difícil conseguir “el billete”, ni hablar de la paupérrima escena vivida el día Jueves, con un club vallado mientras hinchas se manifestaban por no poder adquirir parcialidades. ¿El hotel Boca? Bien, gracias, ofreciendo plateas por el accesible monto de $70.000. Mientras tanto las ex populares de dicho sector siguen siendo plateas, se hacen palcos para millonarios al borde de la cancha, o se entregan entradas a empresas, hoteles y barras para que hagan sus negociados. El superclásico venidero demuestra que existe una reventa que puede alcanzar hasta los $100.000 mientras el club se encuentra vallado y militarizado para que la masa societaria no reclame los lugares que le pertenecen por ser dueña del mismo. Bah, digamos “dueña” entre muchas comillas.
Estado + Dirigentes Capitalistas + Medios Cómplices = Un #Boca para pocos y millones de trabajadores mirando la final por T.V. Festejan las empresas y la barra.
NECESITAMOS LUCHAR POR UN BOCA POPULAR GOBERNADO POR Y PARA LA CLASE OBRERA pic.twitter.com/8BzF0qGXSf
— Boca Antifascista (@BocaAntifa) 8 de noviembre de 2018
Recientemente el macrismo quiso avanzar en un proyecto de Sociedades Anónimas Deportivas con el fin de privatizar a las pocas instituciones medianamente grandes que al día de hoy funcionan como empresas no privatizadas como son los clubes de fútbol. Aparentemente el proyecto se frustró, pero podríamos decir que de hecho hoy en día los clubes están privatizados, y mientras más grandes sean como Boca y River, el caso es peor. El sábado iré a alentar como siempre que juegue Boca, pero será al lado de millonarios barras impulsados por la gestión anterior del gobierno nacional y la actual también (se ve que para el tema barras los K y el PRO no tienen tantas diferencias), será al lado de millonarios empresarios que lucran con la pasión de la gente. Pero también será al lado de miles de hinchas que se rompen el alma día a día, que sacan de su sudor y su fuerza para poder concurrir el fin de semana a la cancha, para nosotros cantar: “Somos la mitad mas uno, somos el pueblo y el carnaval” no será un simple rótulo cooptado por mafiosos y empresarios, será un canto de guerra de aquellos que seguimos viendo en Boca un club sinónimo de trabajadores.
El sábado voy como hincha… pero sin trabajo
Desde que hace una semana salimos victoriosos tanto Boca como River de Brasil que no dejo de pensar en los partidos que se vienen: la ansiedad, las ganas de gritar, alentar, saltar tienen en este contexto sus particularidades. Boca y River son los clubes más grandes del país, ya me cuesta dormir a la noche pensando en lo que se viene, quienes pueden llegar a hacer los goles, lo que será el recibimiento, las míticas horas previas con amigos y demás. Pero es simplemente esquivar la mente en el ahora. Decir que el árbol no nos tape el bosque hasta parece cliché. En un contexto donde la avanzada capitalista-neoliberal no para de dejar trabajadores en la calle, incluyéndome, estas palabras toman otra relevancia. Disfrutemos del partido y dejemos disfrutar, es histórico lo que se está por vivir y como trabajadores merecemos disfrutarlo. Pero no nos olvidemos de los compañeros y compañeras de Télam, de Canale, de Astilleros Río Santiago, de los docentes de todo el país, de los trabajadores del Hospital Posadas y de todos aquellos y aquellas que hoy vemos como nuestra calidad de vida se ve profundamente degradada porque el FMI tiene planes más importantes: imponer un presupuesto de hambre a los trabajadores.
No nos olvidemos que el modelo del Fondo no cierra sin represión, la Policía custodiando el club para que hinchas no reclamen, es la Policía custodiando los negocios de Hotel Boca, de la barra, de Angelici y sus empresas amigas.
Sin embargo no todo es tan oscuro…
El ambiente del fútbol es probablemente uno de los movimientos de masas más asociados al machismo, Bolsonaro se sentiría como en casa si escuchara alguna canción promedio de una barrabrava promedio del fútbol argentino… Sin embargo en el último tiempo surgieron grupos de hinchas “Antifas” que cuestionan los cantos homofóbicos y discriminatorios. ¡Viva la organización de los explotados! ¡Demostrémosle al macrismo que por abajo, incluso en el fútbol, hay un pueblo que dice que el ajuste no pasará! Disfrutemos de este espectáculo que solo Boca y River pueden brindar, disfrutemos porque es algo histórico y único. Y también sigamos organizándonos, en contra del fascismo y de los gobiernos de explotadores y opresores y convoquemos este 14 a tirar abajo el presupuesto de hambre impuesto por el FMI. ¡Que se vayan Macri y los ajustadores! ¡Viva el fútbol y la revolución socialista! ¡Por un Boca, AFA y un gobierno obrero para los obreros!