El golpe de Estado que llevó al gobierno de Myanmar a una junta militar y tuvo como respuesta movilizaciones masivas, también contó con manifestaciones en la calle de la diversidad sexual.
Pablo Herón @PhabloHeron
Miércoles 24 de febrero de 2021 10:07
Manifestación en Yangon el 19 de febrero. Foto: Reuters / Stringer
“Todos acudimos a las protestas para apoyar una causa mayor” fueron las palabras de Maung Soe, activista LGBTIQ y fundador de la organización CAN Myanmar. Por su parte Min Khant, una drag queen de la ciudad de Yangon de 21 años, afirma que “la gente en las marchas nos dice que deberíamos tener nuestros derechos”.
Desde el 1° de febrero una junta militar asumió el gobierno en Myanmar y detuvo a Aung San Suu Kyi, la principal referente política del país que debía asumir la presidencia ese mismo día.
La respuesta no se hizo esperar y el país se encuentra hasta el día de hoy atravesado por movilizaciones de cientos de miles en las calles, huelgas generales y el desarrollo de un movimiento de desobediencia civil que desafía a la cúpula militar. Durante el fin de semana dos personas fueron asesinadas por la Policía, sumando así un total de seis víctimas en manos de las fuerzas represivas.
Con huelgas y masivas movilizaciones crece el rechazo al golpe de estado en Myanmar. pic.twitter.com/WMpjGzz2yg
— Nicolas del Caño (@NicolasdelCano) February 22, 2021
Maung Soe afirmó que, el pasado 8 de febrero, fue parte de una manifestación de LGBTQs en la ciudad de Mandalay que fue reprimida por la Policía con hidrantes y balas de goma. "Nos preocupa que podamos ser el blanco de las fuerzas policiales y quienes están en contra de las protestas" aseguró.
Motivos para movilizarse no les faltan, la persecución estatal que escaló con el golpe, era avalada por la propia legislación vigente bajo el anterior gobierno de Aung San Suu Kyi. Según el informe Homofobia de Estado del 2020 de ILGA (Asociación Internacional de Lesbianas y Gays por su sigla en inglés) “el artículo 377 del Código Penal (Ley No. 45/1860) tipifica como delito ‘el coito carnal contra natura’” motivo por el cual se puede llegar a tener una pena máxima de 10 años de prisión.
A su vez, el informe asegura que “según les activistas, las personas LGBT, especialmente las personas trans, son el blanco del artículo 35c de la Ley de Policía, también conocida como la ‘Ley de la Oscuridad’, que permite a las autoridades detener a alguien con el rostro cubierto o ‘disfrazado’ de alguna otra manera”.
“El tema de los derechos LGBT nunca fue una prioridad, ni siquiera para el gobierno civil” declaró Maung Soe. La participación de LGBTIs en movilizaciones populares contra el golpe no se traduce en un apoyo acrítico a Aung San Suu Kyi y su partido, la Liga Nacional por la Democracia (LND).
“Las personas LGBT están protestando en sus tacones y ondeando banderas arco iris en todo Myanmar " aseguró Min Khant. La represión y persecución de la junta militar, que incluyó cortes temporales de las conexiones de telefonía celular e Internet, está muy lejos de amedrentar a los manifestantes. El lunes pasado se vivió la jornada de protestas, huelga general mediante, más importante hasta el momento.
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En la primera fila de respuesta al golpe se encuentran los jóvenes y las mujeres trabajadoras, muchas de ellas de los sectores más precarizados como las fábricas textiles, impulsando las protestas y enfrentando la represión. No es casual, Myanmar es un país que ofrece condiciones de explotación muy ventajosas para los empresarios, el promedio diario de los salarios no supera los tres dólares.
En ese marco se forja la solidaridad entre los distinto sectores que confluyen en la lucha contra los militares, activistas LGBTI impulsaron durante el proceso una carta donde llaman a apoyar a los trabajadores estatales que llevan adelante las protestas: “Dado que nosotros, las personas LGBTI, tenemos un historial de participación activa en el activismo político pasado, queremos anunciar que en este golpe militar, apoyaremos a la gente y los empleados del gobierno que están iniciando las campañas de desobediencia civil”.
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Pablo Herón
Columnista de la sección Género y Sexualidades de La Izquierda Diario.