×
×
Red Internacional
lid bot

Apuntes Militantes. El ataque a la educación y las tareas en los sindicatos “Multicolor”

Entre las contrarreformas, el ataque del Gobierno a la educación pública y al Estatuto Docente. El Operativo Aprender para deslegitimar a los maestros. Pasantías -la precarización en la juventud secundaria-. El peso conquistado por los sindicatos opositores y sus desafíos.

Lunes 13 de noviembre de 2017 13:37

El Gobierno vuelve al ataque de la educación pública. Su Plan Maestro y la Secundaria del Futuro, como dijo Finocchiaro se propone “cambiar la matriz cultural educativa”.

Con este proyecto “ambicioso”, el Gobierno lanzó el Operativo Aprender, para deslegitimar ante la población a los docentes y sus reclamos y centrando su ataque a los sindicatos docentes, como parte de su polarización con el kirchnerismo.

Esta política va en sintonía con la reforma laboral, donde quieren instalar las pasantías en secundarios (empezaron el CABA y quieren seguir en PBA), precarizando a los secundarios del último año, al servicio de aumentar las ganancias capitalistas, siguiendo las recetas del Banco Mundial.

Otro punto de la reforma en la educación es terminar con la conquista del sistema jubilatorio del 82% móvil y elevar la edad jubilatoria que hoy es a los 50 años, utilizando faccionalmente (porque no indagan en las razones) el ausentismo docente y la crisis educativa, buscan crear un sentido común dispuesto a acompañar el cambio, que significa avanzar contra la escuela pública y terminar con el Estatuto Docente.

La burocracia sindical kirchnerista

La dirigencia sindical como el resto del peronismo político, salió golpeada de las elecciones legislativas y culpa a los trabajadores y el pueblo por votar a Macri y transmite en su base escepticismo y desmoralización.

Aunque manifestó su rechazo al Plan Aprender y al conjunto de las reformas contra los trabajadores y el pueblo y declaró su estado de alerta y movilización, pretende concentrar la oposición al ataque, a la mera actividad parlamentaria y no a organizar la lucha en las calles para derrotar al Gobierno y sus planes.

Esta política busca generar ilusiones en que es posible derrotar la ofensiva del Gobierno en los debates en los despachos del Congreso. Sólo la izquierda (FIT), como lo expresó públicamente el recientemente diputado electo Nicolás del Caño, se puso a disposición y llamó a organizar la lucha extraparlamentaria. Las trabajadoras y trabajadores docentes, tienen que obligar a la dirección kirchnerista del Suteba y la Ctera que rompan su política de exclusiva oposición parlamentaria y se pongan al frente de la resistencia en las calles.

Los Sutebas Multicolores

En el gremio docente uno de los que más luchó en la última década, logró conquistar una importante oposición de izquierda a la burocracia en todo el país y, en la provincia de Buenos Aires, disputa a la dirección kirchnerista Celeste encabezada por el histórico Roberto Baradel.

El fenómeno del llamado sindicalismo de base que ponía en pie delegados de fábricas y comisiones internas combativas -que se desarrolló en el movimiento obrero a partir del 2006- se expresó en docentes en la recuperación de seccionales de sindicatos en todo el país.

En la provincia de Buenos Aires en el 2003 en adelante la izquierda fue conquistando y mantuvo las seccionales del Suteba. En el 2009 se sumó la seccional Escobar. Es en el 2013 cuando comienza el fenómeno de las direcciones Multicolor que en un proceso de “recuperación en frío” conquistaron cuatro seccionales La Matanza, Tigre, La Plata y Ensenada. El año pasado el Frente de Unidad Multicolor ganó en ATEN en las seccionales más numerosas, como Neuquén Capital, Plottier, Cutral Co y Zapala Y recientemente se sumó el SUTE, sindicato provincial de Mendoza.

El proceso del 2013, empieza a expresar el malestar de los docentes a nivel nacional y en particular en la Provincia de Buenos Aires, con el gobierno de Cristina Kirchner -que al igual que ahora Macri -los trataba de vagos- y culmina con su ruptura en el conflicto histórico del 2014. Masivas manifestaciones coreaban por las calles “a ver Cristina a ver si nos entendemos, con mil ochocientos pesos de básico no comemos, gastás millones pagando a Repsol y ni un solo peso para educación”.

Los años 2015 y 2016, dieron cuenta de esa relación de fuerzas que se había establecido en 2014 y el gobierno ante la renovada lucha paritaria terminó cediendo aumentos de sueldo un poco por encima del techo que pretendían. Esta conquista de los docentes se dió a pesar que Baradel se negó a escalar cuando la lucha estaba a la ofensiva, con cientos de miles de maestros en las calles.

Fue por lo titubeos de la burocracia Celeste que se obtuvo un resultado contradictorio: el Gobierno lograba desarticular la paritaria nacional, pero no pudo llevar adelante el ajuste que necesitaba, reconociendo un aumento por encima del 18 % que Vidal quería imponer. El Gobierno quiere salir de este empate y cambiar la relación de fuerzas a su favor y en la docencia, como en distintos sectores de la clase trabajadora, el resultado electoral configuró nuevos escenarios que hay que reconocer para establecer con claridad las tareas que plantea la defensa de la educación pública.

Se abre un nuevo período

Hace falta cuestionarse hoy por qué el activismo docente que luchó y se organizó masivamente en las seccionales Multicolor, cuya máxima expresión fueron las asambleas de 1.000/1.500 docentes o la movilización de 10.000 en La Matanza en el conflicto de 2014, hoy no participa ni se organiza en el sindicato. ¿El activismo sindical, que supo ser la oposición al Gobierno, es hoy la oposición política al macrismo?

El proceso electoral en el país, terminó de diseñar una nueva configuración que va de lo político a lo sindical. Entre los docentes se expresa también este realineamiento.

Un sector votó al Gobierno sobre todo en el interior de Buenos Aires y en la primera sección electoral y La Plata. Se apropió de los valores meritocráticos que pregona Macri aunque votó expectante pero no le dio un cheque en blanco, incluso muchos habían votado a Massa en las PASO -como en Tigre-. Otro sector importante de docentes votaron al kirchnerismo, sobre todo en la Tercera Sección electoral, a este sector que esperaba un triunfo de Cristina, la dirección kirchnerista le transmite su propio escepticismo.

El dato novedoso es que entre los docentes fue muy importante la elección al FIT (que en diputados encabezada por Nicolás del Caño) que aumentó la votación (en La Matanza creció 14.400 votos en relación a la elección en las PASO).

Es decir que, en la Tercera Sección donde ganó ampliamente Cristina, hay un amplio sector de docentes que está en oposición al Gobierno y sus planes de ajuste, pero no acepta la demagogia de las variantes de oposición como las peronistas, que lamentan al macrismo pero no lo enfrentan, este sector opta por apoyar con su voto al FIT, una fuerza política que tiene una coherente independencia de clase, no acuerda con los gobiernos y tiene una perspectiva de acabar con el régimen social de opresión y explotación. Aquí hay una gran oportunidad para fortalecer los sindicatos desde el posicionamiento de oposición política que han marcado miles de docentes.

De las escuelas al sindicato

Desde La Marrón consideramos fundamental el trabajo de organización en las escuelas, pero más aún cuando definimos que los sindicatos docentes están vaciados.

Proponemos que, apoyados en el peso electoral conquistado, construyamos fuertes corrientes político-sindicales, que organicen las escuelas y, desde ahí promoviendo asambleas y reuniones con docentes y estudiantes, llevemos las propuestas a los sindicatos para lanzar una campaña masiva –con el conjunto de la comunidad educativa- en defensa de la educación para el pueblo trabajador. Que involucremos a los diputados que conquistamos como representantes en el congreso nacional de la provincia de Buenos Aires, como Nicolás del Caño pero en particular las dos diputadas docentes que son dirigentes del Suteba La Matanza: Nathalia González Seligra, del PTS y Romina del Plá del Partido Obrero (que también son la demostración palpable de la importancia de este gremio a nivel nacional y provincial). Se trata de hacer populares estas bancas, para que contribuyan a fortalecer la lucha en las calles y la pelea para obligar a la burocracia Celeste a ponerse al frente de la lucha, o superarla en la acción.

Desde La Marrón peleamos en los sindicatos multicolores por tener una política activa hacia la burocracia Celeste, para forjar la unidad con su base, pero sin mezclar las banderas. La política de “frente único obrero” que sintetizamos en golpear juntos y marchar separados. A la vez, la cuestión de la democracia de los trabajadores y la representatividad, para no caer en la práctica de las direcciones burocráticas que acostumbran a los trabajadores a esperar las órdenes desde arriba. Nosotros que luchamos en la perspectiva de un cambio social, queremos que los trabajadores sean los artífices de su propio destino.

Te puede interesar: El rol de los Suteba dirigidos por la izquierda

Tenemos al alcance lograr el objetivo que cada compañero docente que colaboró con la campaña del Frente de Izquierda, se sume a la militancia de la Marrón y con esta perspectiva organice su escuela. Dé el debate entre sus compañeros para trasformar a las escuelas, que supimos siempre luchar junto a la comunidad educativa, hoy en bastiones de organización para fortalecer las seccionales del Suteba que conquistamos para llenarlo de vida, de nueva militancia y desde allí golpear a la conducción central de Baradel que dirige más de 300.000 docentes, obligarlo a poner esa fuerza al servicio de enfrentar en las calles junto al resto de los trabajadores todas las reformas que el Gobierno impulsa contra el pueblo trabajador, empezando hoy por la reforma laboral.

En ese camino organizarnos junto a los sectores que hoy ya están plantados contra la reforma laboral que son la izquierda y el sindicalismo combativo como fue la convocatoria de los trabajadores de PepsiCo.

Te puede interesar: El sindicalismo combativo comenzó a coordinar la pelea contra la reforma laboral

En esta experiencia en común en la pelea contra la política del Gobierno, en la política de unidad con banderas desplegadas con la burocracia peronista y en los debates políticos e ideológicos con nuestros aliados adversarios de la izquierda, confluiremos con los mejores compañeros y compañeras en la construcción de la herramienta fundamental –el partido revolucionario- para imponer con la lucha un Gobierno de los trabajadores, en la perspectiva de pelear por construir una sociedad socialista.