El ataque contra Horacio González alrededor de sus declaraciones sobre hacer una valoración positiva de la guerrilla en los setenta, representa un peligroso intento macartista y reaccionario por clausurar el debate sobre nuestro pasado.
Facundo Aguirre @facuaguirre1917
Miércoles 25 de septiembre de 2019 12:46
El ataque contra Horacio González alrededor de sus declaraciones sobre hacer una valoración positiva de la guerrilla en los setenta, representa un peligroso intento macartista y reaccionario por clausurar el debate sobre nuestro pasado.
No es casualidad que se de en un momento donde la crisis capitalista golpea duramente la vida del pueblo pobre y trabajador. Paradójico porque Alberto Fernández resucita de los símbolos setentistas el Pacto Social, un acuerdo de precios y salarios que prohibió las huelgas y fue acompañado por el accionar criminal de las bandas fascistas de la Triple A. Dicho fácil, Pacto Social como idea de contención de la crisis y la lucha de clases, sí; reivindicación de alguna de las formas de insurgencia setentista, no.
La historia escrita por los que ganan.
Te puede interesar: [Video] ¿Qué fue y por qué fracaso el Pacto Social de Perón y Gelbard?
Te puede interesar: [Video] ¿Qué fue y por qué fracaso el Pacto Social de Perón y Gelbard?
Se equivoca Horacio González al identificar el espíritu de insurgencia de los años ’70 en la guerrilla. La misma, fue una protagonista política más de un movimiento de masas con eje en la clase obrera que ocupaba el centro de la escena desde el Cordobazo. De conjunto la guerrilla ayudó a separar a sectores combatientes de las grandes masas, sustituyendo la lucha por la insurrección en una guerra de aparatos ajena a la lucha de clases. Pero además representaron variantes frentepopulistas, con los Montoneros apoyando a Perón y buscando revivir el Frejuli frente a Isabel y López Rega y el PRT predicando un frente antiimperialista que uniera a la clase obrera con representantes de la burguesía criolla.
En el balance de González es más permeable encontrar la valoración de esta política colaboracionista antes que la irrupción revolucionaria de la clase obrera y la juventud.
Sin embargo, la impugnación del setentismo por los medios hegemónicos y los políticos capitalistas tiene un claro fin reaccionario que apunta contra la lucha de clases venidera. Los argumentos democráticos con los cuales se intenta sepultar la experiencia combatiente de nuestra clase, esconden que la misma fue ahogada por un genocidio donde la burguesía argentina fue participe y cómplice. Y que en el país del FMI, la voluntad popular es reemplazada por la dictadura de los mercados.
Facundo Aguirre
Militante del PTS, colaborador de La Izquierda Diario. Co-autor junto a Ruth Werner de Insurgencia obrera en Argentina 1969/1976 sobre el proceso de lucha de clases y política de la clase obrera en el período setentista. Autor de numerosos artículos y polémicas sobre la revolución cubana, el guevarismo, el peronismo y otros tantos temas políticos e históricos.