Opinión. El balance de las elecciones es una pelea política

¿Cómo ves el resultado de esta primera etapa de las elecciones?

Me parece importante responder a la foto distorsionada que son las elecciones y tratar de traducir el resultado para explicar, explicar y explicar, como decía Lenin.

La elección de Milei que sorprendió a todos los medios que lo habían preparado, “amándolo u odiándolo” en su momento, logró que sea canalizador de la bronca ante un régimen, donde los partidos que vienen gobernando el país: Juntos por el Cambio y el FdT (ahora Unión por la Patria) lo único que han hecho es deteriorar la calidad de vida de las mayorías. El macrismo nos endeudó con el FMI y el peronismo paga obedientemente, aunque eso haya significado empujar a la pobreza a casi la mitad de la población, profundizar la precarización laboral y que gran parte de los jóvenes realmente no conozca lo que son los derechos laborales.

En este marco, Milei canalizó la bronca, pero eso no significa de ninguna manera un cheque en blanco. Hay quienes creen que van a pasar de ganar 100 mil pesos a ganar 100 mil dólares, y ese es un voto de expectativas, equivocadas, pero de expectativas y sabemos que el choque con las expectativas es en realidad lo que define el futuro de un posible gobierno. La bronca no significa un voto por las propuestas, aunque en un sector pueda entrar el discurso de la meritocracia y la salida individual.

Por otra parte, las dos fuerzas mayoritarias y en particular el peronismo, perdieron en estas elecciones buena parte de sus votos. Grabois se presentó para contener al sector descontento con Massa y prometió ser una fuerza que lo condicione, sin embargo ya vimos la respuesta al otro día de las elecciones, una nueva devaluación a pedido del fondo.

En este contexto ¿cómo ves la elección del Frente de Izquierda?

Nosotros defendemos que la elección del FITU es importante, porque expresa un sector que se mantiene buscando una alternativa, sostuvimos la elección de las últimas presidenciales y obtuvimos buenos resultados, especialmente en los lugares donde hubo luchas, que no es un dato menor, así fue en Jujuy y Neuquén, pero también en los sectores más postergados de la Provincia de Buenos Aires y también en CABA.

Nuestra lista, encabezada por Myriam Bregman, ganó las PASO dentro la izquierda; tenemos el desafío y la obligación de redoblar la campaña, que no es solo por el voto de octubre sino para prepararnos ahora para enfrentar, por ejemplo, la devaluación de Massa, mientras los sindicatos, miran y miran sin hacer nada. Es parte de la pasividad a la que apostaron frente a cada nuevo ataque, por eso desde el Frente de Izquierda venimos exigiendo a la CGT y a la CTA un paro contra esta devaluación como tarea inmediata.

Que diferente sería si para enfrentar a la derecha, en los sindicatos estuviésemos discutiendo cómo se sale de la crisis y no esperando nuevos ataques. Después la burocracia sindical dice que no entiende el avance de la derecha y se enoja con los trabajadores jugando a la desmoralización; son unos cínicos barbaros

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¿y ahora van a volver a presionar con el “mal menor”?

Claro, ahora van a volver con la política del miedo y la trampa del “mal menor”, planteando que hay que votar a Massa para que no llegue la derecha, pero como decíamos antes, Milei no cayó del cielo, el peronismo se dedicó a legitimar la deuda, la inflación está disparada, aumentó la precarización y el trabajo informal y la pobreza alcanza a 6 de cada 10 chicos en la Provincia de Buenos Aires, donde gobierna Kicillof.

Los docentes sabemos bien el estado crítico de la educación pública, desfinanciada gobierno tras gobierno, cuyo sostenimiento recae sobre nuestras espaldas. Se vio en la última tormenta la situación de las escuelas donde varias en la provincia de Buenos Aires literalmente se inundaron y se tuvieron que suspender las clases, pero Massa dice que el problema de la educación pública somos los docentes que denunciamos esta situación, quieren desarticular los reclamos y la organización, mientras los sindicatos como el de Baradel miran a un costado. Así no vamos a defender la educación pública del oscurantismo de los liberales que atacan la educación, el conocimiento científico, que ya amenazan con cerrar el CONICET y eliminar la ESI. No vamos a enfrentar a la derecha de Milei y a la política represiva de Bullrich con más ajuste, que es lo que plantea Massa.

Y también quiero decir que en este contexto, las mujeres tenemos una tarea muy importante, no hay tal “fin del patriarcado”, tenemos que recuperar las calles para enfrentar los ataques, porque como dijimos siempre, nuestros derechos no son permanentes y no podemos separar la lucha por nuestro derecho a decidir de la lucha contra el ajuste que nos condena especialmente a nosotras, a más precarización y pobreza.

¿Cómo se están preparando para esta segunda etapa de la campaña?

Acá en Vicente López, donde también con Myriam ganamos las PASO, el FITu mantuvo su espacio y nos consolidamos como la única fuerza que enfrenta a la derecha y al ajuste del gobierno. Tenemos el orgullo de que nuestras listas están llenas de representantes de las luchas que se dieron el último tiempo en el distrito, están los compañeros de Pilkington, docentes y auxiliares de escuelas y la juventud del ISFD 39 donde recuperamos el centro de estudiantes.

En esta segunda etapa queremos redoblar la apuesta, hay que reabrir el debate en los lugares de trabajo, de estudio, en el movimiento de mujeres. En Vicente López vamos a seguir impulsando asambleas abiertas donde se sumen más compañeras y compañeros, porque consideramos que es un momento clave para organizarnos, no solo la pelea que se viene en el terreno electoral, donde somos la única fuerza que plantea enfrentar los planes del FMI, sino centralmente para pelear una salida propia a la crisis y defender nuestras conquistas, ya que como decía Christian Castillo, si no te organizás y luchás, se pierden los derechos, palabras a las que suscribo.