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Red Internacional
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PRECARIZACIÓN TECNOLÓGICA. El “contrato social” de Fernández llega al Profesorado Técnico de la UTN

El asesor de Alberto Fernández y posible miembro del futuro gabinete, Gustavo Beliz, habló de “pacto social tecnológico” el lunes 25 de noviembre durante el 60 aniversario del Instituto Nacional Superior del Profesorado Técnico (INSPT) de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), frente al rector, Héctor Aiassa, el director del INSPT, Sergio Bohn, políticos, funcionarios públicos nacionales y de la ciudad.

Miércoles 4 de diciembre de 2019 11:00

Se refirió a algunos de los temas desarrollados en el informe “Industria 4.0: Fabricando el Futuro” realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo, la Unión Industrial Argentina y el Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe, del cual es director.

Según él, en un mundo donde "(…) la cuarta revolución industrial comienza a irrumpir en el escenario de América Latina", una de las cuestiones centrales es la construcción de las nuevas "ventajas innovativas" que requieren de "un nuevo contrato social tecnológico, capaz de conjugar esfuerzos de Estados inteligentes, actores sociales privados y una comunidad laboral y científica que articule más plenamente sus tareas (…)."

Y donde “Los nuevos modelos de organización de los negocios surgen de la mano de nuevas innovaciones de garaje, de nuevas conectividades 5G, de nuevas plataformas colaborativas, de nuevos esquemas de trabajo freelance, de nuevos prototipeados de productos, de nuevos desafíos para el financiamiento de la seguridad social y la adaptación de fiscalidades.”

Son varios los analistas que hablan de esta manera para justificar los próximos ataques a los derechos laborales que se vienen (ajustes por sector, mayor precarización, jubilaciones, etc.). Para ellos, “La disrupción tecnológica implica la disrupción de tradicionales modalidades de trabajo”. Así dejan la puerta abierta a nuevas formas de precarización, condición que exigen los capitales para invertir.

En las Universidades, se suma la complicidad de las autoridades. El director del INSPT, Sergio Bohn, expresó: “Estamos abriendo el instituto hacia afuera con un objetivo claro: volver a la génesis del Instituto que es la ‘formación de formadores’.”

Así dejó en claro el objetivo de la disertación: introducir el “pacto social tecnológico” en la institución para que desde los lugares de estudio se enseñe y aprenda que hay que adaptarse a las nuevas formas de trabajo precario y resignar las conquistas laborales que obtuvo la clase trabajadora durante largos años de lucha.

Revolución del Ajuste 4.0

Pero ¿es posible hablar de una cuarta revolución industrial en un mundo que transita una crisis económica? Desde 2008 la economía de Estados Unidos, que es un punto desde donde pensar la aplicación de nuevas tecnologías, exhibe un crecimiento muy bajo de la inversión y de la productividad. Esto es un freno para la implementación de los grandes avances tecnológicos en la industria y los servicios ya que se requieren niveles de inversión muy superior a los actuales.

Beliz usa la idea de revolución para mostrar como imparable el cambio en las relaciones laborales que vendría con las nuevas tecnologías. Además, con la buena voluntad de todos, permitiría dejar atrás más de un siglo de atraso. Para él en América Latina "somos en cierto modo habitantes de tres diferentes siglos": del XIX debido a la pobreza estructural del orden del 30% y la enorme desigualdad, del XX por las industrias dinámicas que se mantienen más allá de las crisis económicas y, del siglo XXI por la existencia de empresas tecnológicas valoradas en más de mil millones de dólares como Mercado Libre, Despegar, OLX, etc.

Sin embargo, habría que avisarle que no se trata de una serie de Netflix de realidades anacrónicas. Es el capitalismo del siglo XXI cuyas únicas propuestas para la región son más pobreza, desigualdad y atraso tecnológico. Es precisamente contra esto que estudiantes y trabajadores de América Latina se levantan, como en Ecuador, Chile, Colombia y en la resistencia de indígenas y trabajadores de Bolivia contra el golpe proimperialista.

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Como dijo la economista Paula Bach en una entrevista en el programa radial El Círculo Rojo: “Una cosa es el avance tecnológico. Creo que es indiscutible que hay un gran avance tecnológico. Pero otra cosa es enfocar el problema explícito de qué significa una Revolución Industrial, que por lo general y por lo que nos dice la historia son grandes cambios, grandes convulsiones, donde toda la economía se organiza de otra manera”. Consideró que eso “está muy lejos todavía de acontecer".

De izquierda a derecha: Gustavo Beliz, Héctor Aiassa, Sergio Bohn.

Precarización o liberación del trabajo

“La tecnología en manos del capital deviene un arma de varios filos: instrumento de amedrentamiento de cara a la necesidad de abaratar la fuerza de trabajo, herramienta de disciplinamiento frente a la huelga y finalmente elemento simultáneamente creador de plusvalía relativa en un extremo, desempleo en otro y trabajo precario...” afirmaba Paula Bach en el articulo, de este diario, La jornada laboral, el reparto de las horas y la relación de fuerzas.

En lugar de resignarse al futuro que plantean los ideólogos del capital, hay que batallar en el campo de las ideas y de la lucha de clases para darlo vuelta todo y por un gobierno de trabajadoras y trabajadores que lleve adelante la distribución del empleo entre todas las manos disponibles, es decir, una reducción de la jornada laboral para tener mayor tiempo libre para disfrutar la vida.