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Editorial. El derrumbe de la estrategia del "mal menor"

Se desmorona todo un sistema político y junto con él la estrategia del “mal menor”. Editorial de “El Círculo Rojo”, programa de La Izquierda Diario que se emite todos los jueves de 22 a 24 por Radio Con Vos 89,9.

Fernando Rosso

Fernando Rosso @RossoFer

Viernes 16 de agosto 00:03

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  •  Si hacemos silencio un rato, quizá podamos escuchar el ruido de los escombros que genera la caída del sistema político que organizó la vida política argentina en los últimos 20 años.
  •  Eso que en 2001 ocurrió en un solo acto con el hundimiento del Partido Radical después de la gestión de Fernando de la Rúa y con la sobrevida del peronismo (aunque muy golpeado), ahora sobrevino como en cámara lenta, pero con resultados similares. “La crisis causó la agonía de dos grandes coaliciones”, podría titular Clarín, y en este caso no sería una tapa infame como la del 27 de junio de 2002.
  •  Javier Milei es un síntoma de esa crisis, de ese derrumbe. El 2023 fue un golpe para el peronismo porque fue derrotado en las elecciones, pero también para Juntos por el Cambio porque se inició el camino de su absorción por parte de Milei y hoy se encuentra en un no lugar. También implicó una interpelación y un desafío para la izquierda —hay que decirlo— aunque la responsabilidad esencial está en quienes provocaron el ascenso de Milei con sus políticas y además fogonearon a la derecha libertariana pensando que la estaban “utilizando” para sus objetivos y terminaron utilizados por ella.
  •  Macri fue el primer padre de la criatura porque, luego del fracaso de su Gobierno, se radicalizó y en cierta medida radicalizó a su “pueblo” de derecha y en el mismo acto fundó una parte de lo que hoy integra el “pueblo” de Milei.
  •  El segundo progenitor fue el peronismo y, sobre todo, la última experiencia del Frente de Todos. No sólo porque los resultados de la gestión favorecieron a Milei, sino porque en todo el largo proceso electoral lo alentaron desde sectores de ese espacio con la hipótesis de que podían debilitar a JxC. Como no tenemos tanta fuerza propia, dividimos la de los demás. Así les fue.
  •  Pero, además, por una estrategia que hoy es la que se derrumba a cielo abierto: el “mal menor”. El capítulo Alberto Fernández está en el centro de la agenda hoy y es el más estridente e inefable, para calificarlo de alguna manera. Sobre eso habló Celeste Murillo en su columna como habrán escuchado quienes están siguiendo el programa en vivo. Para los que no, y son parte de ese universo que nos escucha después en otras plataformas, les recomiendo ir a buscar la columna de Celeste que complementa (y completa) este comentario editorial.
  •  Decía que Alberto Fernández es un capítulo dentro de una larga saga cuyo comienzo podría situarse en 2013 cuando para competir con Sergio Massa en la provincia de Buenos Aires, el kirchnerismo propuso a Martín Insaurralde (ex intendente de Lomas de Zamora), luego protagonista de "Yategate", investigado por enriquecimiento ilícito y otras cuestiones). Pero, además, un tipo más bien sin programa ni ideología, que como todos los de su clase, terminan siendo del sistema. En 2015, fue Daniel Scioli. Bueno, ¿qué decir de Scioli? Hoy es el primer soldado del Gobierno de Milei. En 2019 fue Alberto Fernández, creo que no tengo que revelarles nada, todo está a la vista de todos. Y en 2023, Sergio Massa. Si miramos el círculo completo, vemos que comenzó con poner un tipo que se parecía a Massa para terminar con Massa. Juan Grabois dijo que las listas libertarianas se armaron en las oficinas de Massa, para nombrar un “hito” de la biografía de Massa tan bien narrada por Diego Genoud en su libro.
  •  Ojo, esta lógica también tuvo capítulos laterales, pero muy importantes como, por ejemplo, el de Sergio Berni. Años como ministro de Seguridad de Axel Kicillof; el responsable de llevar adelante el desalojo de las familias que pedían una vivienda en Guernica; luego electo legislador por el peronismo. ¿Qué dice Berni hoy?: que a Victoria Villarruel, sí a Victoria Villarruel (la vicepresidenta, defensora de genocidas, la misma) la “quiere en su equipo”. Bueno, algún elogio le hizo también Guillermo Moreno.
  •  Cuando en su momento, uno le decía: “Che, pero mirá lo que hace o dice Berni”, te contestaban: “Pero vos no entendés nada ¿No te das cuenta que Berni cumple la función de contener a un público de derecha para que no se vaya con la derecha?” Ajá, “¿y lo contiene haciendo cosas de derecha y fortaleciendo sus prejuicios de derecha? Una genialidad estratégica, la verdad”. Decían “el peor de los nuestros es mejor que el mejor de ellos”. Bueno, ahí está, el peor de ustedes pidiendo por la peor de ellos.
  •  ¿Se acuerdan del cruce de Cristina Kirchner con Alejandro Bercovich acá en este mismo estudio hace unos seis años? “Si querés joder al poder, votá el peronismo”. Bueno, ahí está el poder haciéndose una fiesta con Alberto Fernández, y ojo que no hablo sólo de los escándalos, sino y esencialmente de los resultados de la política que empobrecieron a la población y precarizaron todas las instancias de la vida, allanando el camino a Milei.
  •  Uno de los escombros más pesados que se derrumba junto al sistema político es el que contiene la estrategia del “mal menor”. En gran parte la crisis del peronismo se basa en no poder encontrarle una explicación coherente a esto. No pueden ser todas traiciones “inesperadas”. Una traición, bueno, pero dos, tres, cinco, ya es un montón. El “leal” es ese que pasa en un mar de traidores. Esto ya no es una excepcionalidad, es toda una orientación política.
  •  Ahora cierta narrativa de ese espacio intenta explicar la cuestión en términos generacionales y propone una especie de renovación generacional como respuesta a todo. Pero el problema no es de jóvenes o viejos, el problema es político, programático, ideológico y, sobre todo, de estrategia. En La Libertad Avanza, en relación al promedio de la política argentina, hay muchos “jóvenes” y ahí están. La juventud es muy valiosa, tiene cualidades y características disruptivas y puede tener una fuerza combativa, pero lo que sigue determinando es para qué se la convoca, justamente para no ahogar o dilapidar esas fuerzas dentro de orientaciones conservadoras.
  •  Salir del atajo facilista del mal menor puede ser más complicado, más trabajoso o más contracorriente. Porque es contrario a la propuesta que dice “vení que sólo tenés que votar a este, que se parece bastante a todos los demás, es amable para el poder, pero solo es para ganar las elecciones, después será otra cosa”.
  •  No, claro, implica convocar a las personas (sobre todo a los trabajadores y jóvenes) a organizarse, a poner el cuerpo, a construir políticamente con absoluta independencia del poder, a compartir las aspiraciones de muchas personas, pero a la vez combatir sus ilusiones o los aspectos reaccionarios de un sentido común construido y que es parte de su ideología. Implica no subirse a las modas. Puede ser más difícil en lo inmediato, pero indiscutiblemente más efectivo estratégicamente si lo que se quiere, realmente, es cambiar las cosas.


  • Fernando Rosso

    Periodista. Editor y columnista político en La Izquierda Diario. Colabora en revistas y publicaciones nacionales con artículos sobre la realidad política y social. Conduce el programa radial “El Círculo Rojo” que se emite todos los jueves de 22 a 24 hs. por Radio Con Vos 89.9.

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