En un plenario de la militancia del PTS y simpatizantes, más de 60 compañerxs, que participaron en las asambleas barriales, trabajadores de las telecomunicaciones, del subte, de distintas dependencias estatales, docentes, jóvenes precarizados, estudiantes terciarios que se organizan en la Casa Cultural Socialista de Almagro, discutieron los desafíos que tienen por delante.
Viernes 26 de abril 19:22
En un plenario de la militancia del PTS y simpatizantes, en la Ciudad de Buenos Aires, más de 60 compañerxs, que participaron en las asambleas barriales, trabajadores de las telecomunicaciones, del subte, de distintas dependencias estatales, docentes, jóvenes precarizados, estudiantes terciarios que se organizan en la Casa Cultural Socialista de Almagro, discutieron los desafíos que tienen por delante. Quedó claro que, “el desafío es consolidar la fuerza que luche por un programa y el objetivo de construir un partido revolucionario”.
Abrió la reunión Ruth Werner, por la dirección nacional y tomaron la palabra: Florencia Saracho, trabajadora de Telecom, miembro de la Comisión Directiva por la Minoría de FOETRA (cargo rotativo) y referente de la Agrupación Violeta Telecomunicaciones; Agustina Chávez, delegada del subte de la línea D y de la Agrupación Bordó; Sofi, parte de la conducción del Centro de Estudiantes del profesorado Alicia Moreau de Justo y, Cande, consejera estudiantil del Normal 1 de la corriente nacional 9 de Abril; Jano y Delfi, de la agrupación Unión Hip Hop, entre otrxs.
Sobre la base del plan de guerra de Milei, los primeros despidos en Aerolíneas Argentinas, INCAA y Estatales, en general, la respuesta que viene habiendo en las calles, la permanencia de sectores de vanguardia que se organizan en las asambleas barriales, en dependencias estatales, en Unidxs contra los despidos y la asamblea de Unión Hip Hop, entre los despedidos y sectores estudiantiles y de la cultura, alimenta la posibilidad derrotarlo.
Esta semana con la preparación de la gran marcha educativa en ciernes, se vio el temor que despierta en el gobierno la unidad de trabajadores y estudiantes. Pero también se vio el reacomodamiento de la burocracia sindical y de sectores del peronismo, que anunciaron su participación en la marcha, frente al mayor descontento y oposición a Milei, para no quedar expuestos frente a su estrategia electoral.
En este marco, intercambiamos sobre la posibilidad de empalmar con sectores de vanguardia, que ven la importancia de apoyar las luchas y avanzar en la coordinación y, de la lucha política con el peronismo y la burocracia sindical, por su negativa a unir la oposición en las calles, en discutir un plan de lucha definido democráticamente en las bases, que mediante la huelga general derrote el plan de Milei, peleando por un programa para que la crisis no la paguen las y los trabajadores, sectores populares y la perspectiva de un gobierno obrero y popular.
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Cuky, del Normal 1, expresó que, a partir de la convocatoria a la marcha del 23, el clima en terciarios empezó a cambiar. En algunos lugares se han convocado asambleas autoorganizadas. Contó cómo la asamblea terciaria sirve para coordinar los institutos que hoy, no cuentan con centros de estudiantes. En el profesorado Joaquín V. González (JVG) y Alicia Moreau de Justo, donde dirige la izquierda, las asambleas fueron las más concurridas en lo que va del año. Planteó la oportunidad y el rol que pueden jugar estos centros recuperados para mostrar que se puede pelear en unidad con las y los trabajadores y, organizarse democráticamente desde abajo. Cande, a su vez, planteó pelear la coordinación entre las distintas fuerzas: estudiantiles, barriales y de trabajadores que hay alrededor de Plaza Houssay contra las ideas corporativistas. Sofi, expresó que en terciarios ve que, no solo, los votantes del FIT empezaron a activar, sino también, un sector de kirchneristas, o que cortaron boleta entre uno y otro, asume un rol de vanguardia y el diálogo con estos sectores, tiene que tomar en cuenta las concepciones reformistas en las que fueron forjados por sus direcciones. En este sentido, le parecía importante machacar sobre el rol de los empresarios en la crisis y, explicar que la estrategia de esperar para una nueva elección para 2025, ya fracasó con el gobierno anterior.
Un compañero de la asamblea de Paternal señaló, respecto a la movilización educativa, la fuerza del movimiento estudiantil que viene de realizar asambleas masivas en cada facultad y que, logró la unión con otros sectores como las asambleas barriales, trabajadores e incluso, el llamamiento a participar de la marcha por parte de la CGT y otros sindicatos. Una unidad de estudiantes y trabajadores en las calles como hace décadas que no se veía.
Esto muestra que las fuerzas están y que es necesario organizarlas para que, de forma coordinada, golpeen juntas y derroten el plan de Milei.
Las y los docentes comentaron cómo se preparan para la marcha del 23 y para la pelea por la educación pública. En algunas escuelas se vienen organizando asambleas y consideran que hay que darle continuidad a la más amplia organización de familias, docentes y estudiantes. Saben que la pelea por la educación, no puede estar desligada de pelear contra la reforma laboral, tanto de la UCR, como de la CGT; la declaración de esencialidad de la educación para perseguir y prohibir el derecho a huelga de lxs docentes y todo el ataque a la clase trabajadora. Las escuelas son la caja de resonancia de una crisis que se profundiza, de allí, la importancia de la organización. Una docente contó que las autoridades educativas vienen cerrando cursos en varias escuelas y que estudiantes y docentes vienen resistiendo, como en el colegio Roca de Palermo, donde lxs estudiantes realizaron una sentada y se organizan junto a docentes y familias. Algunas escuelas como el BOA 1 o el Paso, vienen dando pasos en la coordinación entre escuelas y con asambleas barriales. Muy a pesar de la inacción del sindicato de UTE, que no convocaron a paro, ni organizaron las escuelas; estudiantes, docentes y familias se organizaron para participar con todo, en defensa de la educación pública.
Carme y Aru, intervinieron desde las asambleas como la de Unión Hip Hop. Esta asamblea, nuclea artistas del hip hop (breaking, rap, graffiti, y demás), de varios puntos del país, surgió a partir del paro del 24 de enero. Vieron necesario unirse por un propósito común: contra el plan de Milei, el DNU y la Ley ómnibus, denunciando la precariedad que hay en el mundo del arte y lo difícil que es, en la gran mayoría de los casos, vivir de lo que uno quiere. Pero también, siendo un sector de jóvenes, que hoy en día, sufren los peores trabajos por dos pesos, cuando la mayoría quiere disfrutar la vida, el ocio, la cultura. Plantearon la necesidad de repensar las formas de hacer política y la importancia de la unidad con obreros, docentes y desocupados. También, expresaron la necesidad que surjan mil propuestas de las asambleas, desde los festivales, hasta charlas y debates sobre diferentes problemas que golpean más en estos momentos de crisis, como la falta de educación sexual, las adicciones, la violencia que se vive en hogares y trabajos, pero con una perspectiva de luchar, de pelear por un presente y futuro mejor, contra quienes son cómplices del plan de Milei y ajustan a los que menos tienen en todo el país.
Agustina, intervino señalando que sindicatos como el del subte, apuestan a la "unidad" por arriba, entre aparatos, en vez de buscar la organización de los que luchan desde abajo. Alineados en la CTA, aunque recientemente ingresados a la CATT (compuesta por sindicatos cegetistas), de forma burocrática y con el pretexto de "aunar fuerzas", se niegan a organizar a la base del subte, que tiene una tradición de lucha y combatividad, y a buscar la unidad con los sectores que realmente, están enfrentando el ajuste, como las y los trabajadores de GPS, tercerizada de Aerolíneas Argentinas y la juventud que se manifestó contra el tarifazo en los "molinetazos". Incluso se negaron a discutir la propuesta de la Agrupación Bordó, de tomar con todo, la jornada del 23, en defensa de la universidad pública, garantizando aperturas de molinetes para tender lazos de solidaridad con la comunidad educativa (que a su vez sufre enormemente los tarifazos en el transporte) y se limitaron a llamar a marchar de manera formal. “Nuestro desafío es consolidar una fuerza que no solo pueda incidir en el subte para una política no corporativa, basada en la democracia de las asambleas, sino que también luche por nuestro programa y el objetivo de construir un partido revolucionario, que se proponga no solo luchar contra el ajuste, sino también, ser una alternativa a la miseria que este sistema tiene para ofrecer al pueblo trabajador”, manifestó.
Florencia, planteó que, en el gremio de las telecomunicaciones, especialmente en FOETRA, se expresa la crisis en las bases peronistas con su dirección política y sindical. Algunos ejemplos sintomáticos se vieron en el plenario de delegados de FOETRA, cuando compañeros del oficialismo expresaron que “nuestra conducción no hace nada frente al ataque que reciben los compañeros de Arsat, quienes tienen congelados sus salarios” u otros que exigieron paro general. Hay sectores de la base kirchnerista, que empiezan a ver a la izquierda como la verdadera oposición a este gobierno, mientras las direcciones peronistas o kirchneristas pueden apelar a discursos opositores, pero son parte del equilibrio de las fuerzas políticas que sostienen al gobierno porque carecen de alternativa frente a la crisis actual, más bien dejan que Milei haga el “trabajo sucio”, para canalizar la bronca hacia una salida electoral. Si en algo coinciden los relatos peronistas y neoliberales, es en pretender borrar el papel de la acción independiente de la clase obrera y el movimiento de masas, que marcó nuestra historia nacional, porque solo con esa fuerza vamos a poder enfrentar el plan de guerra del gobierno y la resignación que nos quieren imponer.
Mientras, desde las asambleas barriales, lugares de trabajo y estudio, desde el PTS, en el FITU, buscamos organizar a los sectores más atacados y los que sufren el ajuste, es decir, fortalecer toda forma de autoorganización que surja, también peleamos por un programa alternativo de salida a la crisis económica y política, que no condene a las y los trabajadores, a una derrota por desgaste, resignación y escepticismo. Apuestan a construir la fuerza social y política, para derrotar su plan y avanzar hacia una salida a favor de las mayorías populares. Para eso, se necesita construir, desde ahora, un gran partido revolucionario.