No será el primero y tampoco va a ser el último. La grieta como guión para profundizar el ajuste derechista y anti popular. El enojo masivo en una foto que llegó hasta Japón, que hace necesaria re calibrar las tareas de la izquierda. Un aporte a la reflexión.
Sábado 8 de abril de 2023 09:44
Una foto que no es película, pero podría serlo si no se ve solo la foto. La película es sobre la crisis. Si seguimos de metáforas, podría decirse que el obrero del colectivo que le metió un cross de derecha al pseudo karateca, carapintada, infiltrado, ex secretario de seguridad de CFK y actual Ministro de Seguridad Sergio Berni; fue un golpe con la fuerza de la crisis social en la que se vive cotidianamente. Un grupo de amigos comenta en el WhatsApp, “buena piña merecida a ese milico” Ahora ¿Qué más hay detrás de esa piña, el mensaje y la protesta?
El nudo y el chiquitaje
En su reciente libro, el periodista historiador liberal Carlos Pagni, enuncia una tésis que le dió fundamento a su libro que desde estas líneas rescataremos para abordar otras conclusiones, desde ya. Dice Pagni, que el conurbano es el centro del problema para el régimen político en general, y para el peronismo en particular. Pero que, para este último es además algo así como su corazón. Para esto plantea algunos datos interesantes que explican en un sentido porque el peronismo como espacio político se centró en el conurbano, con el objetivo de contener el fenómeno aparecido en 2001 y por consiguiente “regaló” la disputa del centro político del país al macrismo en la CABA. Vale aclarar que, según Pagni el macrismo perspicaz, dió cuenta de la “movida” y fue a disputar en ese terreno de cara a 2015. Desde aquí planteamos que si bien tuvo un éxito temprano, no le alcanzó. Es que como dice el saber popular, lo importante no es llegar, sino mantenerse. El macrismo creyó muerto a su competidor, y ambos, creyeron liquidados a la clase trabajadora que supo en 2001 organizarse no sin contradicciones, y a partir de allí, junto a la recomposición social producto del boom de las materias primas, recomponer su fuerza relativa. El centro de la recomposición se dio justamente en ese conurbano que concentra el 30% de la población del país y un proporcional de las fuerzas productivas del país. De esta realidad que, todo esto lo administra el gobierno provincial (y saca provecho para su escudería) es que surge el reclamo de los intendentes de la escudería pan radical, en la re asignación de recursos de la coparticipación, en detrimento de otras provincias, pero a su vez, para desandar el poderío de la administración peronista. Podría decirse que es un “federalismo interesado” el que profesa, entre otros el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela que es uno de los aspirantes a la candidatura a la gobernación bonaerense. ¿Le dará el combustible? No sabemos, por lo pronto apuesta a la vieja receta peronista: asfalto y luminaria para plazas y calles. Hay que decir todo, esta vez los materiales son un poco más nobles que el que utilizaba su antecesor Hugo Curto. Una herramienta poderosísima con la que también cuenta Valenzuela (y parece ser una “marca pro”) es el “departamento” de publicidad y comunicaciones en el cual el macrista tresdefebrerence invierte casi 1.500.000 de pesos… POR DÍA, según “alertaron” concejales de la oposición. Mientras tanto, la Cooperativa de Trabajadores Salud Unidos sigue peleando, con las bancas del FITU de la provincia de Buenos Aires, que le den la expropiación del edificio ubicado en el centro de Caseros y la habilitación y presupuesto, para que los trabajadores puedan abrir las puertas a la atención a la comunidad.
Lo que está de fondo entonces entre los partidos de los empresarios, es quién y cómo puede administrar mejor ese “nudo” que se llama conurbano, en clave de ajuste.
El enojo, la reacción y la izquierda
Lo que emergió claramente es el hartazgo social en la foto matancera. No se tardó en aparecer la respuesta estatal con represión. Es que para “rescatar al soldado Berni” la policía de Larreta (¿Y Bullrich?) tiró gas pimienta, balas de goma y escudazos a cuanto trabajador haya dando vuelta. Para colmo, el “osito mimosito Berni” que a la tarde en declaraciones mediáticas dijo que no iba a hacer ninguna denuncia a los trabajadores; pareció cambiar de opinión al otro día, y en la madrugada del miércoles/jueves envió a las tropas policiales en un descomunal operativo a las terminales de colectivo, en conjunto con la policía de la ciudad y la bonaerense que terminó con la detención de 2 choferes y la respuesta con un paro de al menos 8 líneas de colectivos, cuando claramente lo que se necesitaba era el paro total del gremio acompañado con las centrales sindicales. Lejos de eso (y de la clase trabajadora hace rato, pero si con un férreo control sobre su accionar) la burocracia sindical de los Fernandez (UTA) se mostró preocupado por la salud del anti obrero Berni.
Todo esto describe un escenario de mínima que empieza a caldearse, y allí aparecen fenómenos de dos tipos. El primero, y más fogoneado es el de los libertarios o liberales radicales encabezados por el macrista despeinado, Milei cuyo objetivo no es solo “correr la agenda política a derecha” sino, y sobre todo abonar a la idea del “mal menor”, que durante tanto tiempo el Frente de Todos se encargó de enarbolar. Por eso, si bien es necesario desenmascarar que no hay ningún planteo “anticasta” en el plan de estos neofascistas; es tan o más necesario alumbrar que el dispositivo Milei, funciona como minimizador del ajuste peronista frente a la brutalidad, por ejemplo de la venta de órganos o personas, y por consiguiente fortalecer la idea de todos contra Milei a cualquier costo.
Es ahi donde aparece el rol que solo puede tener la izquierda obrera y socialista que se plantea, como dice mi compañero Nicolás del Caño terminar con el gobierno del “Papá Noel de los ricos”, el Ministro Super Star de Sergio Massa (odiado por la enorme mayoría de la clase trabajadora) En ese sentido, parece necesario desarrollar por ejemplo, que el problema de “la inseguridad” que se puso sobre la agenda publica con el asesinato nuevamente de un chofer, no puede dejarse en manos de los mismos policias que responden (como vimos en lo antes descrito) a los gobiernos capitalistas de turno; y que a su vez como se demuestra en incontables situaciones que es esa propia fuerza, la que organiza el 99% del delito. Ahí se plantea nuevamente una discusión político/programática con los compañeros del FITU que plantean “la policía está para cuidarnos” [1]. Ahora esta discusión para quién escribe, tiene que servir (como varias más que hay) para fortalecer la intervención de la izquierda en distintos escenarios. Es perentorio también, pensar qué herramientas nos damos para estas discusiones.
Como se viene sosteniendo en estas páginas, la salida a la crisis social, económica y política, tiene que ser por izquierda, dejando de lado el chiquitaje de si uno estuvo aquí o allá, y poner por delante la organización consciente, en clave clasista, de la fuerza de la clase trabajadora para derrotar al gobierno y las opciones capitalistas que se proponen. Haciendo propias las palabras de mi compañera Myriam Bregman, porque si “Nosotros somos comunistas”, pero vos ¿Qué alternativa ves?
[1] Gabriel Solano (PO) en las redes sociales cuando la policía de Larreta le pegó con el escudo en la cabeza al chofer: “La Policía en vez de proteger a los chóferes le pega y le rompe la cabeza a un compañero del colectivero asesinado”