×
×
Red Internacional
lid bot

DEPORTE. El fútbol femenino da un golpe en la mesa de la RFEF como nadie nunca antes

Tras analizar en la primera parte de este artículo todo el conflicto previo, fraguado durante generaciones, entre las jugadoras de la selección española de fútbol femenino y la RFEF, llegamos al día después de la victoria en el mundial, en donde Luis Rubiales le da el famoso beso sin consentimiento a Jenni Hermoso. Toda una trayectoria de maltrato al fútbol femenino al que las jugadoras han dicho “se acabó”.

Isabel Cruz

Isabel Cruz @IsabelCruzSM | Contenidos Digitales

Jueves 31 de agosto de 2023

El fútbol femenino da un golpe en la mesa de la RFEF como nadie nunca antes

La semana más larga en la historia del fútbol español

Es lunes 21 de agosto, día de resaca y día en el que la selección española de fútbol femenino aterriza en Madrid con la copa del mundo. Visto el alcance y las críticas a sus declaraciones chulescas en La COPE, Luis Rubiales graba un breve vídeo “de disculpas” en el que, en su misma línea aunque con un tono más sosegado, resta importancia al beso y reparte la responsabilidad entre él y Jenni Hermoso. Paralelamente desde la RFEF se difunde a prensa un comunicado que incluye unas supuestas declaraciones transcritas de Hermoso en la misma línea.

Pero al bajar del avión se dan los primeros movimientos de las jugadoras que dan pistas de que el viaje ha sido duro. Alexia Putellas y Jenni Hermoso se apartan deliberadamente de Luis Rubiales y Jorge Vilda (el entrenador/seleccionador), desobedeciendo las órdenes de Rubiales sobre cómo colocarse en la foto, y a ellas se les suman varias jugadoras. Este momento pasa bastante desapercibido, pero las futbolistas dan pistas de que no quieren compartir la celebración con Rubiales ni Vilda, y de que bajan del avión en Madrid más molestas de como se subieron a él en Sídney. Al mismo tiempo, Rubiales mira fijamente hasta en 3 ocasiones quiénes son las futbolistas que no han querido ponerse cerca suyo en la fotografía de llegada a Madrid.

A lo largo de la celebración en Madrid estos momentos se van repitiendo al tiempo que se empiezan a difundir en redes más imágenes de Rubiales durante la final sobrepasando cualquier límite de respeto a la libertad sexual de las futbolistas, haciendo todo tipo de tocamientos indebidos valiéndose siempre de su posición de poder.

Además, se revela que durante las horas de vuelo de Sídney a Madrid, tanto Rubiales como Vilda estuvieron presionando directamente a Jenni Hermoso, y también a través de sus compañeras y familiares, para ordenarle, sin éxito, que grabara el famoso vídeo exculpatorio con él.

Con esta subida de intensidad el tema da un salto al Congreso de los Diputados y, a pesar de que varios medios españoles empiezan a rectificar el tono con el que se refieren al beso (deja de ser algo simpático), hay mucha presión mediática sobre Hermoso y parte de esta presión, de medios afines a la RFEF, es muy hostil. Periodistas deportivos muy influyentes como Manolo Lama espetan que las feministas que se quejan del beso no consentido que propina Rubiales (y de cómo se están sucediendo los hechos posteriores) “se cabrean porque nunca les han besado a ellas”. El “malfolladas” de toda la vida.

Llegamos al martes 22 de agosto y Pedro Sánchez recibe en la Moncloa a la selección, quedando por primera vez Rubiales y Vilda en un segundo plano, se respira cierta tensión. Tras la recepción, Sánchez hace una comparecencia declarando que las disculpas dadas por Rubiales (refiriéndose al vídeo del día anterior) no son suficientes y anuncia medidas desde el CSD, que elevaría la denuncia ante el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) como “falta muy grave”.

Hermoso aprovecha este día para emitir un comunicado a través del sindicato FutPro, un sindicato de mujeres futbolistas con el que defender sus intereses frente a la RFEF. Con este comunicado eleva cualquier cuestión personal a un conflicto laboral que afecta a todas las jugadoras y además mantiene el conflicto como algo que interpela a todas las mujeres y que es fruto de una desigualdad de género y un machismo estructurales. Por otra parte, insiste por segunda vez en que el beso no fue consentido y desmiente las declaraciones que la RFEF le atribuía a Hermoso en el comunicado del 21 de agosto.

A partir de este momento los hechos se desencadenan a una velocidad de vértigo, cada hora hay nuevos movimientos. El comunicado de FutPro, aprovechando el revuelo político, busca aumentar la presión sobre Rubiales y sobre la RFEF y lo está consiguiendo: la RFEF cierra la jornada con un comunicado anunciando una asamblea extraordinaria para el viernes 25 de agosto. Frente a la que podría estar siendo su mayor crisis institucional se rumorea que Rubiales va a dimitir y que Vilda será destituido.

A pesar de esto, el silencio en el mundo del fútbol, más allá del fútbol femenino, es ensordecedor: ningún jugador se ha manifestado, ni tampoco clubes ni federaciones territoriales. Todos guardan silencio, la red clientelar de Rubiales y de la RFEF no quiere dar un paso en falso en el conflicto y eligen ignorar al elefante en la habitación. Entre otros motivos, porque Rubiales ha conseguido ingresos de Arabia Saudí al celebrar allí la Supercopa, ingresos con los que está inyectando dinero a las federaciones territoriales y a cuyos presidentes asigna hasta 150.000€ anuales. El lobby del fútbol masculino, beneficiario principal de la RFEF, cierra filas en torno a su presidente, como ya hicieron los jugadores en 2019 cuando Rubiales era presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) y representaba los intereses de los futbolistas más privilegiados.

Pero el conflicto sigue siendo de máximo interés mediático, político y social. El movimiento feminista lo mantiene vivo día a día, en la cuenta atrás hasta el viernes. Así es como se consigue que en el mundo del fútbol que está por fuera de la burbuja de la industria del fútbol más turbocapitalista pasen cosas: los pequeños clubes de barrio empiezan a posicionarse. Clubes como el Sant Andreu, el Europa o la UE Sants, que representan un fútbol de base, inclusivo y con el que construir comunidad, empiezan a emitir comunicados en rechazo, no sólo al famoso beso, sino a la gestión abusiva y deshonesta que la RFEF está haciendo del asunto y pidiendo el cese de Rubiales. Estos comunicados abren una brecha en el mundo del fútbol y toman mucha relevancia.

Hora tras hora, el conflicto sigue escalando y 3 jugadores de primera división muestran su “apoyo incondicional” a Jenni Hermoso, se trata de Héctor Bellerín, Isco Alarcón y Borja Iglesias, este último, además, renuncia a acudir a la selección hasta que se tomen medidas. La situación llega a la prensa internacional de mayor alcance y prestigio, como The New York Times, Libération, The Guardian, la BBC, Corriere della Sera, entre muchos otros. En este punto algunos patrocinadores de la selección se empiezan a incomodar y “piden medidas” a la RFEF, es el caso de Iberdrola, Iberia y Renfe.

La asamblea de la RFEF se convierte en un homenaje a Rubiales

Llegamos al Día D: viernes 25 de agosto, día de la comparecencia de Rubiales en la asamblea de la RFEF. El acto, lejos de oficializar la dimisión o destitución de Rubiales, se convierte en un espectáculo en el cuál Rubiales se dedica a marcar paquete igual que lo hizo en el palco durante la final: no sólo no dimite, sino que repite hasta en 5 ocasiones que no va a dimitir y anuncia la renovación de Vilda como seleccionador en directo con un aumento salarial de más del doble (de 200.000€ por temporada a 500.000€ por temporada). Además, en un alarde de su gestión y apuesta por el fútbol femenino, saca pecho de las mejoras implementadas bajo su mandato, unas mejoras que reivindicaron “las 15” y que pagaron con la expulsión de la selección.

Los asistentes a la asamblea aplauden en pie el discurso de Rubiales y el acto se convierte en una gran acusación de mentirosa a Jenni Hermoso. Con todo, el discurso de Luis Rubiales en la asamblea es un alegato contra el feminismo desde el marco ideológico de la ultraderecha para defender los intereses económicos de la casta del fútbol, que huele a podrido.

Al acabar la escandalosa asamblea de la RFEF y de manera casi inmediata algunos clubes de fútbol de Primera y Segunda División mueven ficha y emiten comunicados frontales contra Rubiales y, por extensión, contra la dejadez de funciones de la RFEF. Es el caso del Betis, el Osasuna, la Real Sociedad o el Espanyol.

La misma tarde las campeonas del mundo responden juntas a la violencia de la RFEF renunciando en bloque a la selección y a ellas se unen más de 80 jugadoras en activo, susceptibles de ser convocadas en su lugar. Para dar más fuerza a las reivindicaciones contra el machismo y la misoginia estructurales en la RFEF, las futbolistas históricas de la selección que estuvieron a las órdenes de Ignacio Quereda en los años 90 y 2000 se suman también al comunicado.

Jenni Hermoso, paralelamente, emite un comunicado a título individual que no tiene pérdida, en el que niega por tercera vez que hubiera consentimiento en el beso y donde, en síntesis, explica que se sintió violentada, que no es un hecho aislado y que el fútbol femenino debe ser un espacio seguro para las mujeres.

Tal es el impacto mediático de toda esta situación y del comunicado de Hermoso que jugadoras de ligas internacionales se unen a sus reivindicaciones y muestran su solidaridad: #SeAcabó y “Contigo Jenni” pasan a ser trending topic mundial.

Ante todo esto la RFEF decide emitir un nuevo comunicado, el más torpe de todos hasta ese momento, si cabe. Esta vez lanza el comunicado de madrugada y en un tono amenazante, aferrándose todavía más al marco de la ultraderecha al usar unas fotografías cuestionando la actitud de Hermoso en la entrega de medallas para hablar de si había dado pie al beso de Rubiales o lo que coloquialmente diríamos “cómo de corta llevaba la falda Jenni Hermoso”. Este comunicado eleva la crisis institucional de la RFEF, poniendo de manifiesto que esos días “no hay nadie al volante”, como también se dice coloquialmente, o que simplemente se trata del cortijo de Rubiales y al volante está él dando órdenes a su antojo como previsiblemente suele hacer en la RFEF.

El día en el que la FIFA, organizadora del mundial, sale a defender sus intereses

El 26 de agosto la FIFA, un organismo de dudosa reputación, acusado múltiples veces de corrupción y de falta de transparencia, emite un comunicado con el que suspende a Rubiales de la RFEF. La FIFA busca marcarse así un tanto y dar un castigo ejemplar contra las actitudes machistas para lavar su imagen tras un lamentable mundial masculino celebrado en Qatar, en donde se discrimina duramente a las mujeres y a los homosexuales y en donde más de 6.000 trabajadores migrantes murieron al construir los estadios que se dedicarían al mundial. Tal es el escándalo internacional en este momento que es como si la mafia expulsara a uno de sus mafiosos por darle mala imagen.

Tras el letal comunicado de la FIFA, la entidad más importante del lobby del fútbol a nivel mundial, todas las demás fichas de dominó caen: el cuerpo técnico de Vilda dimite en bloque, dejándolo solo. Por otra parte, Pedro Rocha pasa automáticamente de vicepresidente a presidente de la RFEF. Rocha, que no supone ningún cambio en la trayectoria política de la RFEF, es uno de los grandes palmeros de Rubiales y parte de los problemas de corrupción, opacidad y caciquismo que Rubiales representa y que son el ADN del lobby del fútbol: fue detenido por la policía en 2016 por falsedad documental en las elecciones a la Federación Extremeña, acusado de falsificar el voto por correo a su favor.

Acto seguido más miembros de la RFEF se posicionan públicamente en el que ahora es el árbol que mejor les cobija. Luis de la Fuente, actual seleccionador de la selección masculina de la RFEF, y el propio Vilda, pasan a condenar la actitud de Rubiales que tanto aplaudieron en la asamblea de la RFEF 24 horas atrás, renegando de Rubiales en un intento por mantener su puesto. A partir de este momento la estrategia de comunicación de la RFEF es cada vez más errática, hasta llegar al absurdo.

Gran parte del mundo del fútbol español sigue poniéndose de perfil y apenas una docena de jugadores, exjugadores, clubes y federaciones territoriales se manifiestan en apoyo a Hermoso “cuando ya está todo el pescado vendido”. Lo hacen tarde y generalmente mal, lamentando la mala imagen internacional dada del fútbol español en lugar de lamentar la realidad machista del fútbol español, especialmente el de élite, del que ellos forman parte y son grandes beneficiados.

Lo que muchos compañeros de profesión probablemente no entienden (ni quieren entender) es que esto no va del beso, nunca ha ido del beso, esto va del acoso laboral y sexual hacia las jugadoras en la RFEF, el beso no ha sido más que la gota que ha colmado el vaso y el punto de partida para hacer público, bajo todos los focos, todo lo sufrido estos años.

El beso probablemente sea un anécdota desagradable al lado de un largo listado de abusos, los más recientes han sido retransmitidos en directo: torpedear durante días la celebración de las jugadoras de uno de los mayores éxitos de su carrera deportiva, presionarlas, especialmente a Jenni Hermoso, y también a su familia, para que ésta cambie su versión de los hechos y, desde luego, abuso es falsear unas declaraciones y acusar insistentemente y desde una posición de poder a una mujer de mentir sobre unos hechos que todos vimos para más tarde llegar a acusarla de haber dado pie a un beso no consentido.

El feminismo combativo, herramienta de las futbolistas y de todas las mujeres de clase trabajadora

El negocio de la industria del fútbol se basa en el capitalismo salvaje y el patriarcado más recalcitrante y desde el feminismo de clase nos hacemos varias preguntas.

En primer lugar, ¿a quién le rinde cuentas la RFEF? Estamos viendo que Rubiales usa una entidad privada con grandes subvenciones de dinero público para un asunto que, según él mismo, es individual. Y también vemos cómo el entorno del fútbol de élite cierra filas alrededor de Rubiales y la RFEF, su gallina de los huevos de oro con la que acuerdan tratos con total opacidad.

Por otra parte, desde el feminismo de clase nos hacemos algunas preguntas específicas sobre los clubes de fútbol que no han dicho nada significativo sobre todo este asunto y en los que precisamente juegan las campeonas del mundo, o “las 15”, o las 80 jugadoras firmantes del comunicado de FutPro. ¿Son estos clubes, que no condenan el machismo ni el acoso sexual en el ámbito laboral, espacios seguros para las mujeres y el colectivo LGTBI?

La RFEF, todos sus asambleístas que aplaudieron el discurso de Rubiales, ha planteado una cruzada contra el feminismo comprando abiertamente el relato de la ultraderecha, señalando lo que Rubiales llamó en la asamblea “un falso feminismo” y, en este sentido, denunció estar “en una falta de libertad total”. Como si insultar a las mujeres, apropiarse de sus cuerpos o despreciarlas cuando defienden sus derechos fuera un ejercicio de libertad. Sabemos que el mundo del fútbol, en general, es un mundo machista, lo sabemos ahora y lo sabíamos antes. Pero las mujeres no tenemos por qué renunciar a ningún espacio. Y no nos conformamos con acceder al mundo del fútbol como si estuviéramos invitadas, es un espacio que también nos pertenece y que como tal hay que reivindicarlo.

Un vestuario de fútbol femenino es un espacio de barrio, obrero y seguro para las mujeres y el colectivo LGTBI. Es un espacio empoderador, no porque “las mujeres seamos más guapas y listas”, sino porque un vestuario de fútbol femenino se construye a contracorriente desde el feminismo más inclusivo y más combativo. Y eso lo convierte en un espacio de militancia que debemos defender, porque es nuestro y porque, aún incluso cuando ese vestuario es profesional y pasa a corresponderse con una clase media aspiracional, es un espacio con mucho potencial desde el que se llegan a tambalear los intereses de clase de la RFEF.

Finalmente, hay que recordar que toda esta dinámica tan brutal y desigual contra las futbolistas prolongada en el tiempo ha estado avalada por instituciones del Estado como los citados CSD, TAD o el propio “gobierno progresista” a través del Ministerio de Cultura y Deporte, quienes los últimos años han financiado a la RFEF con subvenciones por más de 47 millones de euros, según ha publicado recientemente elDiario.es. Esto es una expresión más de lo profundo del sistema capitalista y patriarcal, un sistema capitalista y patriarcal que no podemos esperar pasivamente que resuelva un Estado capitalista y patriarcal.

Que el “SeAcabó” de las deportistas se convierta en un altavoz de todas las trabajadoras y jóvenes “sin voz” que en los oscuros centros de trabajo son diariamente despreciadas e ignoradas. Frente al capitalismo voraz, al patriarcado y a la ultraderecha, debemos apoyar el fútbol femenino como un ejercicio de libertad, un ejercicio de feminismo y un ejercicio de sindicalismo. Porque frente a un fútbol masculino del lobby, mercantilista, corporativista e individualista, este mundial el fútbol femenino ha sido una lucha colectiva permanente por los derechos de las mujeres, por la libertad sexual y también por los derechos laborales de todas.

No vamos a renunciar al mundo del fútbol porque sea machista del mismo modo que no vamos a renunciar al mundo académico, ni al cultural, ni al artístico, ni al laboral, ni tampoco al mundo sindical, porque sean mundos machistas.

Por todo ello y por todas las trabajadoras, las migrantes y el colectivo LGTBI, la única respuesta a la alianza del patriarcado y el capital es el feminismo combativo.