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Red Internacional
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CONTRA EL ALZA DE LOS COMBUSTIBLES. El Gobierno de Irán trata de mostrar “normalidad” luego de masivas protestas

Tras seis días de combativas manifestaciones y una durísima represión, el gobierno comienza a restablecer el servicio de internet para dar imagen de normalidad.

Santiago Montag

Santiago Montag @salvadorsoler10

Jueves 21 de noviembre de 2019 22:42

Imagen EFE/EPA/ABEDIN TAHERKENAREH

Imagen EFE/EPA/ABEDIN TAHERKENAREH

Desde el 15 de noviembre, cuando comenzaron las manifestaciones contra el aumento al combustible que fueron fuertemente reprimidas por el gobierno, ha habido duros combates con la policía y quema de bancos y ayuntamientos en decenas de ciudades iraníes. El régimen de los ayatollahs (jefes religiosos del islam chií) bloqueó internet el sábado a los 80 millones de habitantes para evitar la organización de más protestas.

Sólo las cadenas de noticias pro-gubernamentales estuvieron habilitadas para emitir información muy tergiversada. Allí mencionaban la estabilización de la situación y apenas unos 20 muertos. Por filtraciones que lograron salir al exterior, y por medio de una denuncia de Amnesty International, se conoció que el saldo de muertes por la represión superaba el centenar, distribuidos en unas 20 ciudades.

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Este miércoles el presidente iraní, Hasan Rohaní, dio por finalizados los enfrentamientos, aunque admitiendo que aún hay algunos focos, y el jueves la conexión a internet comenzó a ser restaurada paulatinamente.

El esperado regreso de internet, cuyo bloqueo nunca había sido tan prologado en el tiempo, pretende mostrar que la ola de descontento desatada por el aumento del precio de la gasolina está más o menos bajo control.

Las protestas, que pronto derivaron en críticas contra el sistema teocrático iraní, desató la dura represión por la que también se calcula que se han arrestado a más de 1000 personas, entre ellos algunos iraníes con doble nacionalidad alemana, turca y afgana en la provincia de Alborz, vecina de Teherán.

En esa provincia, así como en las de Teherán, Fars (sur) y Juzestán (suroeste) se llevaron a cabo nuevas detenciones el miércoles que ayudaron a "acabar con los disturbios", según el portavoz de la Guardia Revolucionaria, Ramezan Sharif.

Regreso paulatino de internet

El Consejo Supremo de Seguridad Nacional, el órgano encargado de la decisión de bloquear internet y ahora de restaurarlo, informó de la aprobación de la conectividad de las líneas fijas "para algunas áreas".

El acceso a internet se está restaurando gradualmente, de acuerdo a esta fuente citada por la agencia semioficial Fars, en las provincias de Hormozgan (sur), Kermanshah (noroeste), Arak (centro), Mashad (noreste), Qom (centro), Tabriz (noroeste), Hamedan (oeste) y Bushehr (sur). También se ha levantado el bloqueo en algunas partes de la capital Teherán, según comentaron empleados de empresas vinculadas con el Gobierno que durante la primera mitad de la jornada no tenían internet.

La plataforma NetBlocks, que supervisa la conectividad de los usuarios y la censura en internet, confirmó en Twitter que el bloqueo se está levantando "aunque solo parcialmente" y que a nivel nacional había aumentado al 13%.

Las redes sociales fueron el medio empleado entre el viernes y el sábado para organizar las protestas y difundir vídeos de las mismas, por lo que el objetivo del gobierno y el Consejo de Seguridad fue el de evitar el uso de las redes para esta organización y para evitar que el mundo se entere de los acontecimientos.

Quieren descargar la crisis sobre el pueblo trabajador

El Gobierno argumenta que el aumento del precio del combustible, unos 2.550 millones de dólares, serán destinados a ayuda social a quienes viven en peores condiciones. Los portavoces han asegurado que el 70% de los 83 millones de iraníes van a recibir estos beneficios mensualmente. La ayuda saldría de la reducción de los subsidios a la gasolina, que subió el pasado viernes un 50 % y su consumo fue racionado, por lo que a partir de los 60 litros mensuales pasa a aumentar un 300 %.

Pese a los argumentos del gobierno, los iraníes no caen en esos engaños. La realidad es que el pueblo sufre una inflación cercana al 40% al mismo tiempo que continuamente salen a la luz casos de corrupción entre la casta dirigentes.

El incremento es especialmente doloroso para la población ya que presiona todavía más el alza de los precios de productos básicos como alimentos y servicios como el transporte.

Con una hipocresía alucinante, la crisis en el país persa fue rápidamente aprovechada por el magnate estadounidense Donald Trump. El presidente de la principal potencia mundial que impulsa golpes de estado como en Bolivia y mantiene miles de tropas en otros estados soberanos como Afganistán, dijo muy suelto de cuerpo por twitter que Irán bloqueó las redes para que no se supiera de la represión y las muertes. Pero lo que se cuida mucho de decir es que él y su administración son los responsables de la fuerte caída de la economía iraní, desde que volvió a imponer sanciones el año pasado tras retirarse del acuerdo nuclear de 2015. Según el Fondo Monetario Internacional, la economía iraní se contraerá este año un 9,5 % y la inflación superará el 36 %.

En el marco en que hay levantamientos a nivel mundial y particularmente en países vecinos como Líbano e Irak, donde Irán tiene influencia en sus gobiernos, era cuestión de tiempo que las masas iraníes se sumaran al descontento contra la precariedad de la vida generada por un gobierno y un régimen que pretenden descargar la crisis económica sobre los trabajadores y el pueblo pobre.


Santiago Montag

Escribe en la sección Internacional de La Izquierda Diario.

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