Anuncios de reactores para alimentar las inversiones en IA mientras se paraliza el CAREM, (el único reactor modular nacional en construcción). Privatizaciones y negocios para capitalistas amigos como telón de fondo. Salarios de pobreza y desguace acelerado. ¿Quién es el hombre del JP Morgan que estará a cargo?
Jueves 26 de diciembre de 2024 21:57
El supuesto Plan Nuclear de Milei anunciado por primera vez en la cadena nacional emitida el día 10 de diciembre, dejó más preguntas que certezas técnicas, en el cómo y de qué manera se llevaría adelante. Luego en una entrevista que le hicieron en un programa de streaming, Milei sostuvo que iban a construir Atucha III y que Argentina estaba 7 años adelantada en la construcción de reactores modulares para la exportación. Sin sonrojarse , mintió diciendo que INVAP era una empresa privada cuando en realidad es estatal, la cual pertenece a la provincia de Rio Negro (aunque gracias al DNU 70 fue declarada como sociedad anónima, el paso previo para ser privatizada).
Sin embargo , lo prometido no fue parte del anuncio del pasado Viernes. En la conferencia de prensa realizada en Casa Rosada el 20 diciembre, junto al Jefe de Asesores, Demian Reidel y el presidente del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el argentino Rafael Grossi, se anunció con pocas precisiones algo distinto a lo que Milei había mencionado. El “Plan Nuclear Argentino” constaría de dos fases:
- La construcción de un reactor modular pequeño (SMR por su sigla en inglés) en el predio de Lima (donde están las centrales de potencia Atucha I y II).
- Una segunda fase que será el impulso de la minería de uranio para la exportación.
Demian Reidel, quien fue nombrado como responsable, es un hombre ligado al mundo de las finanzas. Es físico del Balseiro pero desarrolló su carrera en Goldman Sachs y JP Morgan. Sonó fuerte para ser el embajador en Estados Unidos por sus contactos en el país del norte. Pero finalmente será el encargado de presidir el Consejo Nuclear que integrará junto al Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, el ministro de Defensa, Luis Petri y el presidente de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), German Guido Lavalle.
La presencia del titular de la OIEA (que generó desazón entre ex funcionarios del kirchnerismo que tuvieron trato con él en la anterior gestión) es una demostración del tutelaje imperialista del supuesto “plan”.
La intencional falta de datos técnicos durante la conferencia abrió las incógnitas entre los especialistas del sector. ¿De qué reactor modular habla Milei? Recordemos que en el predio de Lima, ya se encuentra en construcción un reactor modular de diseño nacional llamado CAREM (cuya construcción lleva más de 10 años y un alto porcentaje de avance de obra).
Sin embargo, no seria el CAREM el reactor en cuestión. Así lo dió a entender el presidente de la CNEA, en tono seco, en una reunión de fin de año el pasado Lunes. Desde el gobierno siguen sin confirmar de qué proyecto se trata. Algunos medios de comunicación destacan que el INVAP patentó un diseño propio en los Estados Unidos hace unos días. “Los tiempos de ingeniería, investigación, prueba y desarrollo que requiere un proyecto de este tamaño, hacen que este anuncio esté más cerca de ser el cohete que prometió Menem para volar a la estratosfera que un desarrollo en serio” ironizan fuentes del sector, consultadas por este medio.
Por su parte, el anuncio sobre la reactivación de la minería de uranio es la garantía de que los beneficios serán para el empresariado ligado al Presidente. Tal es el caso de Eduardo Eurnekian (“el padre de la criatura”, mentor de Milei) que recientemente adquirió la explotación de los yacimientos de uranio ubicados en la provincia de Rio Negro por una suma de U$D 160 millones, aprovechando los beneficios impositivos del Regimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) aprobado en la fraudulenta Ley Bases que conquistó el gobierno comprando votos con sobornos a senadores como demostró el caso de Kueider de Unión por la Patria.
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Mientras todo esto se anuncia, la avanzada privatista continua. IMPSA, una empresa que desarrolla componentes para la industria nuclear hace 40 años en Mendoza, está siendo rifada por estas horas y quedará en manos de capitales estadounidenses (la empresa ARC Energy). En Nucleoeléctrica Argentina Sociedad Anónima (NASA), empresa estatal que opera las tres centrales de potencia (Atucha I, Atucha II y Embalse), los salarios de los trabajadores nucleares están prácticamente congelados, mientras los directivos puestos por el gobierno, especialistas en trading de cryptomonedas pero sin experiencia en el sector nuclear cobran más de diez millones de pesos mensuales. Aquí también la Ley Bases la incluyó entre las empresas privatizables y sus funcionarios admitieron que buscan compradores para el 49% de sus acciones (Eurnekian aparece nuevamente en la lista de interesados).
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En DIOXITEK empresa donde se produce la materia prima para los combustibles de las centrales y las fuentes de Cobalto 60 para la exportación, los gremios denuncian despidos y, mientras tantos el Secretario General de ATE Nacional, Rodolfo Aguiar,denunció una estafa millonaria por parte de funcionarios ligados a UPCN que facturan “servicios extraordinarios”.
Por su parte, en la CNEA, persiste una sangría de empleados a causa de los bajos salarios los cuales registran una pérdida de más del 30% en el último año. Muchos de ellos especialistas formados académicamente en la investigación y desarrollo de importantes proyectos de la energía nuclear y sus aplicaciones. El presupuesto de la institución sufrirá un recorte del 40% entre este año y el próximo. Como si todo esto no fuera suficiente, por estas horas, la institución es noticia por haber sufrido un ciberataque que afecto la red interna y el normal funcionamiento de sus actividades.
Anunciar un reactor que aún NO existe para darle el pésame al que sí . El CAREM y su historia
Argentina ha sido durante décadas uno de los países de la región con mayor desarrollo en tecnología nuclear. Una rara avis en medio de un selecto club de países que desarrollan esta tecnología de punta. Mucho más teniendo en cuenta su histórica dependencia del capital imperialista y la injerencia de organismos como el FMI. Entre los proyectos históricos del sector nuclear argentino se encuentra el reactor CAREM 25, un ambicioso proyecto de reactor modular pequeño, de diseño único en el mundo. Este reactor permite su construcción en serie a través de distintos módulos, lo que facilita su transporte. Está diseñado para alimentar pequeñas ciudades alejadas de los puntos de distribución de energía eléctrica por su geografía u otras características. Completamente diseñado por científicos argentinos, está pensado para poder fabricar sus elementos combustibles en el país. Esto no es menor, ya que en el ámbito internacional la energía nuclear está dominada y restringida por un selecto grupo de países que controlan quien produce, cuánto se produce y con qué tecnología. Son los países que tienen en su poder el desarrollo bélico de la energía nuclear, con hegemonía de EEUU.
El proyecto CAREM pasó de gestión en gestión durante 40 años navegando entre la paralización y los avances parciales. Pasando por los años de perro de la década menemista en la que el desguace y las privatizaciones buscaron dejar una “CNEA residual” cuya única resistencia vino por parte de sus trabajadores.
Desde el 2014, el CAREM inició su obra civil en el predio de Lima a un ritmo extremadamente lento y con intentos de privatización como ocurrió con el gobierno de Macri. Durante el anterior gobierno del Frente de Todos, el sector entró al purgatorio que impuso el FMI, con visitas de la generala Laura Richardson incluidas.
Con la llegada de la gestión libertariana, ya para principios de año, todo atisbo de desarrollo del proyecto había sido paralizado. Se frenó la obra civil despidiendo a cientos de trabajadores de la UOCRA, y se inició un proceso de revisión técnica que aún está en proceso. Sin embargo, las autoridades se apresuran en echar por tierra cualquier potencialidad del CAREM: “Sirvió para aprender pero no es barato ni pequeño. Pedimos una carpeta con otros posibles diseños de un SMR”.
No hay soberanía de la mano del FMI
El problema de la energía nuclear está directamente ligado a la soberanía energética y tecnológica. La guerra en Ucrania y la proliferación de la inteligencia artificial ha despertado el interés en el desarrollo nuclear de muchos Estados y grandes corporaciones capitalistas como Amazon, Google, Microsoft entre otras. El gobierno de Milei ahora descubre el desarrollo nuclear argentino para ponerlo al servicio de un puñado de millonarios como Elon Musk y otros. Es un modelo al servicio del capital financiero para explotar nuestros conocimientos y bienes comunes naturales.
Pero la solución no vendrá de la mano de quienes con un discurso nacional y popular sostuvieron durante todos estos años un régimen de precarización que no tocó las bases esenciales del esquema neoliberal menemista. Para pensar un plan que termine con la dependencia y el atraso, es necesario romper con las cadenas del imperialismo, los dictámenes del FMI y el mandato exportador.
Es hora de construir una alternativa socialista desde abajo, donde el conjunto del conocimiento y la producción científico tecnológica esté puesta al servicio de las necesidades sociales, para terminar con la pobreza y la desigualdad. En materia energética, los trabajadores del sector podríamos aportar nuestra experiencia y conocimiento para desarrollar un plan nuclear en el marco de en una empresa estatal única que potencie el trabajo cooperativo de la comunidad científica, los trabajadores del sector y la población para diseñar y planificar de forma democrática una matriz diversificada rumbo a la transición energética y la descarbonización.