Inició el periodo electoral en México, con el que gobierno pretende desviar el descontento por los 43 normalistas desaparecidos y la crisis que se destapó. Millones de pesos para los partidos de la clase dominante. Para el pueblo, hambre y miseria.
Lunes 23 de marzo de 2015 22:00
Foto:chiapasparalelo.com
Aun no se recupera el gobierno de Enrique Peña Nieto de la crítica internacional ante la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa, ni de los escándalos de la casita blanca de Angélica Rivera, la primera dama, y de la mansión del secretario de Hacienda, Luis Videgaray, en Malinalco, Estado de México.
Los nuevos escándalos que expresan lo reaccionario de esta “democracia”: el despido de Carmen Aristegui de MVS, un golpe a la libertad de prensa, y la lucha de los jornaleros del valle de San Quintín, en Baja California, que mostró al mundo las condiciones de explotación esclavista que imponen las empresas agrícolas a sus trabajadores, al mejor estilo de la dictadura de Porfirio Díaz.
El gobierno del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y sus socios del Partido Acción Nacional (PAN), del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), lanzaron las campañas de unas elecciones donde a los trabajadores y el pueblo se les da a elegir quién los va a sumir aún más en la miseria, quién los va a torturar, quién los va a desaparecer, quién les robará los recursos nacionales.
Mientras tanto, el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), liderado por Andrés Manuel López Obrador, con su participación, bajo una perspectiva que no cuestiona este régimen de explotación, opresión y miseria, convalida esta nueva trampa electoral.
¿Qué se vota en estas elecciones?
En estas elecciones federales y locales -en 17 estados- están en disputa 2,159 cargos, por los que los partidos tradicionales pelearán a dentelladas, ya que de la mano de los cargos no viene sólo el poder sino también prebendas que les permiten incrementar cualitativamente sus fortunas personales.
Se renovarán gobernadores en Baja California Sur, Campeche, Colima, Guerrero, Michoacán, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí y Sonora, estados donde también se elegirán alcaldes y diputados. Estos últimos dos cargos se ponen en juego en los estados de Chiapas, Distrito Federal, Estado de México, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Tabasco y Yucatán.
El alto precio de la trampa institucional
El Instituto Nacional Electoral (INE) es un organismo “autónomo” encargado de organizar las elecciones en México.
Supuestamente, tiene la facultad de juzgar la recepción y el uso de fondos públicos o de origen ilícito por parte los partidos que se presentan a las elecciones, así como los excesos en gastos de campaña autorizados a partir del 5%, y la compra de espacios publicitarios en radio y televisión. Como esto no lo hace, lo cierto es que un halo de desconfianza rodea a esta institución.
El INE solicitó $18,572,000 para el ejercicio fiscal 2015, del que la suma que se aplicará al proceso electoral 2014-2015 es de $4.196.776; el gasto para su funcionamiento es de $13,217,000, de los que se distribuyen $7,888,000 de base; $5,328,000 son para proyectos y $719,000,000 son para infraestructura inmobiliaria; además de $5,355,000 de financiamiento público para partidos políticos.
Párrafo aparte merece los sueldos de los consejeros del INE (10 consejeros electorales más un consejero presidente), que oscilan entre los $150,000 pesos a los $180,000. El consejero presidente, cargo que ostenta Lorenzo Córdova, tiene el sueldo más elevado: la friolera de $179.938 de sueldo base, a lo que suman $68.387 de prestaciones en efectivo y especie.
Entre las prestaciones que reciben se cuentan seguro social, prima quinquenal, prima vacacional, gastos de defunción, ayuda para despensa y seguros, vehículo con gastos de combustible y mantenimiento pagos, y gastos de telefonía celular.
Los jornaleros de San Quintín piden $300 diarios de salario, más ser inscriptos en el seguro social. Lorenzo Córdova, entre su sueldo base y las prestaciones, gana $8,277.5…por día.
¿Por qué los funcionarios públicos ganan fortunas mientras los trabajadores y el pueblo tienen sueldos miserables? ¿Por qué no pueden recibir el mismo salario que un maestro o que un obrero?
Recorte presupuestario
Mientras el INE puede sumergirse en una verdadera piscina de millones de pesos, en enero el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, anunció un recorte presupuestario de $124,003,000, en el marco de un alza histórica del dólar en México, que ronda los $15.
Pemex y la Comisión Federal de Electricidad tendrán un recorte de $62,000,000 la primera y la segunda de $10,000,000, como un avance en el desmantelamiento de las dos paraestatales para la entrega de los recursos energéticos a las trasnacionales. El resto del recorte se aplicará al gasto social, al sector salud y a educación.
¿Quiénes pagan el costo de la crisis y el costo de la trampa electoral? ¿Quiénes ponen los muertos de este régimen asesino? Los trabajadores, los campesinos pobres, los pueblos originarios y los jóvenes. ¿Hasta cuándo? Es fundamental, ante eso, y como plantea el Movimiento de los Trabajadores Socialistas impulsar una gran campaña militante por la anulación del voto bajo la consigna de “Nos faltan 43”.
