Bergoglio visitará el país desde el miércoles hasta el domingo, con un llamado a la reconciliación dejando atrás los crímenes del estado en la “guerra contra la guerrilla”. Habrá cita con la curia venezolana.
Diego Sacchi @sac_diego
Miércoles 6 de septiembre de 2017
El papa Francisco inicia este miércoles su visita a Colombia que incluirá su paso por Bogotá, Medellín, Villavicencio y concluye el domingo 10 en Cartagena.
Está nueva gira papal a Latinoamérica no incluye otro país, aunque la proximidad con Venezuela hace que sean inevitables las conjeturas sobre un intento de contacto del circulo papal con los principales actores en la crisis política de ese país.
Pero cuál es el sentido de la visita de Bergoglio a Colombia y qué posibilidades hay de que su presencia en la zona vuelva a poner en un rol activo, al Vaticano, en la crisis venezolana.
Bendiciendo los “acuerdos de paz” y la reconciliación
Como explico el secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolin, el Papa Francisco llega a Colombia como un "pastor de la Iglesia y líder espiritual que apoya el proceso de paz para que, de verdad, después de tanto luto, tanta destrucción, tanto sufrimiento”. En otras palabras Bergoglio recogerá el redito conseguido por haber sido parte en las negociaciones del “acuerdo de paz” entre el gobierno y las FARC.
No es casual que Bergoglio vaya a hacer una visita especial en Villavicencio, una ciudad colombiana muy golpeada en estos años de conflicto, y realice un acto de oración para la reconciliación nacional.
La visita se da a pocos días del anuncio que dio el Congreso de las FARC sobre su “reconversión” en partido político legal. En el marco del “posconflicto” que va instalándose en el país, tras el proceso que culminó en el Acuerdo de La Habana, pero que incluyó momentos de crisis como el triunfo del No al acuerdo en el referendo de Octubre del 2016.
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Si bien la agenda oficial de la visita solo incluye encuentros con el Presidente colombiano, Santos, desde el Vaticano se aclara que miembros de las FARC podrían estar presentes en varios actos en un intento de evitar que Bergoglio aparezca inclinado hacia algunas de las partes firmantes del acuerdo. En este sentido el la derecha dura, que critica los acuerdos e incluso apunta a revisar algunos aspectos por considerarlos demasiado “generosos” hacia las FARC, aparece como la gran perdedora con esta visita.
La visita también busca fortalecer el rol de la Iglesia como factor de mediación y “reconciliación”, en especial sobre el intento de dialogo que aún continua sin avanzar entre el gobierno de Santos y el ELN.
Al mismo tiempo la “bendición” del proceso del “posconflicto” y el llamado a la reconciliación de Bergoglio, buscara tapar aspecto de conflictos específico. También fortalecerá a la burguesía en su conjunto en su intento por explotar a fondo la “rendición negociada” de la ex guerrilla lograda en los términos del Acuerdo de La Habana, buscando incluso recortar las garantías y compromisos asumidos para obtener su desarme.
Buscando reflotar la mediación Vaticana en Venezuela, una vez más
Desde el Vaticano han reiterado que no habrá posibilidad de un contacto con Bergoglio para sectores del gobierno o de la oposición derechista de Venezuela. Está claro que los fracasos de los intentos por aparecer como garantes de un llamado al dialogo han llevado a que, el Papa, evite cualquier acercamiento sin que haya un terreno firme.
Lo que si habrá es un encuentro de la comitiva papal con parte de la jerarquía eclesiástica venezolana. Todo indica que el mensaje en ese encuentro será claro: nuevas declaraciones de llamado al “dialogo” para superar la crisis actual y un nuevo intento de darle a la Iglesia un rol “humanitario” (vía misiones de ayuda alimentaria) para acrecentar su papel en la situación del país.
Desde el Vaticano han dejado claro que no están dispuestos a seguir el pedido de la Iglesia venezolana en un enfrentamiento abierto con Maduro, es sabido que las autoridades eclesiásticas han sido anti chavistas desde un primer momento. Por otro lado, en Moscú el Secretario de Estado Parolin, solicito a Putin que favorezca las relaciones con Caracas y llame a una actitud de diálogo de parte del presidente Maduro. La vía rusa parece ser la elección papal para llegar a retomar el contacto con Caracas.
En todo caso los recaudos de Bergoglio para definirse sobre la situación venezolana no dependen de una “simpatía” hacia Maduro, más bien están puestos por el intento del Vaticano en no actuar como un factor que profundice una crisis sin resolución cierta y que tendría impacto regional.
El mensaje reconciliador para tapar los crímenes pasados
Bergoglio vuelve a pisar suelo Americano y buscara poner su investidura en pos de recuperar la imagen de la Iglesia en Latinoamérica, contantemente sacudida en la actualidad por casos de abuso de menores y apoyo a los sectores más reaccionarios. Las autoridades eclesiásticas también aprovechan la visita del Papa para presionar por imponer su “agenda” social reaccionaria.
Está claro que en comparación con las anteriores giras papales, a la región, el contexto político ha cambiado girando a la derecha fundamentalmente con el avance ajustador del gobierno golpista de Temer en Brasil y de Macri en Argentina. Este cambio le facilita a Bergoglio mantener su discurso “social” con el que ha intentado dar un lavado de cara a la reaccionaria Iglesia latinoamericana, la misma que en el pasado reciente actuó apoyando a las dictaduras y luego a los gobiernos neoliberales.
También es claro que el llamado a la “reconciliación” y la “unidad” en Colombia buscara cimentar la reaccionaria salida que busca igualar el rol criminal del estado al de las acciones de la guerrilla en los años de conflicto, una renovación de lo que en Argentina se conoció como “teoría de los dos demonios”. La “reconciliación” buscará también, cubrir el rol de la Iglesia colombiana, en muchos casos justificadora de la más brutal represión estatal y las acciones de las fuerzas paramilitares que asesinaron a miles de campesinos y trabajadores.
Diego Sacchi
Nacido en Buenos Aires en 1977, militante del Partido de Trabajadores Socialistas desde 1994. Periodista, editor en la sección Internacional de La Izquierda Diario y columnista de temas internacionales en el programa de radio El Círculo Rojo.