Agosto registró un aumento de 40.428 parados, con ello el paro se sitúa en los 2.924.240 desempleados registrados. El Gobierno trata de suavizar los datos comparándolo con los incrementos de los últimos años previos a la pandemia, sin embargo los datos hablan: aumenta el paro y aumenta la precariedad. Al número de parados se suman contratos cada vez más precarios y todo ello se combina con la escalada de precios. Cada vez es más urgente unir la lucha contra la inflación con tumbar los presupuestos militaristas del Gobierno español.
Viernes 2 de septiembre de 2022
Según los datos publicados este viernes por el Ministerio de Trabajo y Economía Social el número de desempleados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo aumentó en 40.428 personas en agosto, un 1,4% más que en julio. Se eleva así la cifra hasta los 2.924.240 desempleados.
Los sectores en los que más ha aumentado el número de parados en agosto son la construcción con 5.095 parados más, un 2,23%; la industria, con 4.974 nuevos parados; y el sector servicios, donde el desempleo aumentó en 37.546 desempleados, un 1,85%.
Respecto a los datos por edad, los jóvenes son los peor parados. El desempleo de los jóvenes menores de 25 años aumentó en agosto en 8.881 personas, un 4,71% respecto a julio, mientras que el paro de 25 en adelante aumentó en 31.547 (1,17%), según Trabajo.
Respecto a las altas en la seguridad social el total de contratos registrados en el mes de agosto fue de 1.283.791. De esos, 506.731 tienen carácter indefinido y suponen un 39,47% del total, mientras que la firma de contratos temporales se situó en agosto en 777.060, un 60,53% del total.
En todo lo que llevamos de año, se han firmado 12.511.212 contratos, un 5,45% más que en los ocho primeros meses de 2021. De ese total 4.474.581 son contratos indefinidos y 8.036.631 son temporales.
De los 506.731 contratos indefinidos firmados en agosto, 217.743 fueron a tiempo completo, 118.941 a tiempo parcial y 170.047 fijos discontinuos. En cuanto a la duración de su jornada, los contratos temporales en agosto se dividen en 520.499 a tiempo completo y 256.561 a tiempo parcial.
Los datos publicados este viernes, no solo muestran un aumento del desempleo, también muestran una realidad muy lejana al relato de Yolanda Díaz sobre sus políticas y la nueva reforma laboral definida según la propia ministra como una "conquista histórica para la clase trabajadora". Los datos emitidos por la EPA (Encuesta de Población Activa) hace unas semanas ya mostraban un aumento significativo de la parcialidad, del pluriempleo, así como de los contratos por un solo día.
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Desde el Ministerio de Trabajo tratan de maquillar la realidad argumentando que se trata "de un incremento mucho más suave que en los últimos años previos a la pandemia" pero este argumento no resuelve la situación y el relato del Gobierno y Yolanda Díaz se sostienen cada vez menos. Además del dramático dato del desempleo cada vez es más palpable la situación de precariedad acumulada tras años de políticas de precariedad y bajadas salariales, algo que avaló la nueva reforma laboral y que ahora se acelera con la escalada inflacionaria,ahora en un 10,4% devorando salarios y el nivel de vida de la clase trabajadora, algo que ya está generando respuestas en otros países y también nos muestra algunas luchas en el Estado español, como la última liderada por las trabajadoras del SAD en Asturias, en huelga indefinida por subidas salariales. Es necesario coordinar todas estas luchas que vayan surgiendo para pelear por subidas salariales que no nos hagan salir de esta crisis a costa de nuestros salarios.
En este contexto además es necesario pelear por una subida de emergencia del 11% de todos los sueldos y pensiones, por una subida del SMI hasta los 1500 euros y por revisiones mensuales de todos los salarios vinculadas al IPC. Además pelear por el reparto de horas de trabajo sin reducción salarial para trabajar todos y terminar con el paro, así como por el control de precios por parte de trabajadores y consumidores para frenar la escalada de precios.
Sin embargo esto no será posible si además no enfrentamos a la deriva guerrerista del Gobierno del estado español. La crisis que vivimos, y que se concreta en la escalada de precios, tiene un estrecho vínculo con la guerra en Ucrania desatada por la reaccionaria invasión de Putin y la escalada militarista del imperialismo europeo y norteamericano. El Gobierno del Estado español es responsable de esta escalada, cuya próxima concreción será la aprobación de los Presupuestos Generales de 2023 que incluyen un aumento del gasto militar, y que buscan posicionarse en el marcado mundial y seguir privilegiando a las multinacionales españolas para que sigan enriqueciéndose a costa de la explotación y la opresión de otros pueblos, algo que necesitamos enfrentar junto con otras medidas que toquen el bolsillo a los capitalistas.
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