En una entrevista radial Caserio confirmó lo que todos sabíamos, ya alejados de cualquier intento de pose electoral, el apoyo del PJ provincial al ajuste.
Lunes 9 de julio de 2018
Que Cambiemos no habría podido tomar cada una de las medidas que tomó sin la colaboración rigurosa del PJ es un hecho, basta sino remitirse a las votaciones en diputados y senadores, con su hit máximo en el recorte a las jubilaciones. Sin embargo, desde el PJ y el kirchnerismo hablan permanentemente del 2019 y la conformación de un "gran frente opositor" como la única solución posible. Quién compre esto, compra también el cinismo, mientras la política real sigue su curso.
Quien quiera oír que oiga. Las declaraciones de Caserio lejos de ser una sorpresa, nos permiten resumir la política del PJ de la siguiente forma: "Hay 2019...pero necesitamos llegar con el ajuste hecho".
La colaboración, como decisión política.
Las palabras del senador dejan poco espacio para la interpretación, van a poner su empeño en acercar posiciones y, a lo sumo, la negociación pasa por cómo se reparte el "costo politico" de recortar el presupuesto. Ya se pronunció en este sentido el Jefe del Bloque: Miguel Pichetto, incluso cuando barajó una candidatura a vicepresidente acompañando a alguna figura del "peronismo dialoguista".
Pero el riesgo que se corre, adentrados en la era de la posverdad, es el de naturalizar la palabra "ajuste" como si no significará padecimientos concretos.
Cuando nos dicen que hay que ajustar, más allá de las frases comunes de que "es doloroso" o de que "hay que hacerlo sin que sufran los sectores más vulnerables", nos dicen que hay que recortar gastos, es decir que hay que gastar menos plata.
¿Por dónde se recorta? Siempre por los mismos lados, los presupuestos de gasto público, como ser el empleo estatal, la obra pública, la salud, la educación combinado con el desvelo de los sectores empresariales nacionales e internacionales: bajar el precio del sueldo. Tarea en parte realizada por la última devaluación con su consecuente traslado a los precios, pero todavía insuficiente para sus expectativas. El recorte es concreto y se va a sentir, no lo resuelven las declaraciones, por más edulcoradas que estén.
La otra frase de Caserio a destacar es la de "equidad en el ajuste" pareciera que el peronismo paso de su ya poco real "distribución del ingreso" a la distribución del ajuste.
El peronismo cordobés y su vocación de servicio.
Que Caserio sea quien pronuncie estas palabras no es una casualidad. Siempre que Macri lo ha necesitado, Schiaretti corre presuroso a bancar la parada del ajuste. Lo hizo con las jubilaciones y los tarifazos, lo hace hoy a través de las declaraciones de sus voceros en el Congreso. Pero curiosamente hay quienes ven en esto una línea propia del gobernador e intentan separar el trigo... del trigo y hacen una diferenciación con el sector peronista que responde a José Manuel De La Sota.
En esta "disyuntiva" que no es tal, está sumergido el kirchnerismo en Córdoba, que está en un proceso paulatino pero constantede integración con el peronismo cordobés. Aquí de nuevo la realidad le gana a los discursos, no solo los pases del kirchnerismo (atomizado en múltiples organizaciones con poco peso real y sin referencia política) a las huestes del gobierno provincial, sino que en cada discurso, sus figuras cuidan de dejar siempre la puerta abierta a un acuerdo de cara al año que viene.
Si las declaraciones de Carlos Caserio no bastan, no importa. Tenemos hechos puntuales por los cuales podemos ver que el acuerdo entre peronismo local y gobierno nacional también es de perspectiva. No solo por qué van a avalar el recorte de presupuesto y sus consecuencias en la provincia, sino por sus ataques hoy. Como el que sufren los trabajadores de la empresa provincial de energía, EPEC.
VER: El kirchnerismo cordobés, entre la unidad y los “aprietes”
Persecución, criminalización, leyes votadas exclusivamente para recortar conquistas de los y las trabajadoras y una perspectiva de privatización para la energía provincial como forma de "ahorrar", el eufemismo de ajustar. Que puedan avanzar o no en este sentido, va a depender de qué fuerza puedan oponer los trabajadores haciendo de su pelea una causa de todos los sectores.
Entonces ¿De quién depende que puedan ajustar?
Estás declaraciones o la política tanto del peronismo como del kirchnerismo lejos están de sellar el éxito del ajuste en curso. Ya hubo ejemplos, como fue el caso de hospitales en el sur de Buenos Aires, cuando los trabajadores responden y logran hacer de sus peleas causas populares sobran fuerzas para frenarles la mano. Lo demuestran las mujeres marchando y peleando por el derecho el aborto. Hay un camino para torcer la mano a los sectores más poderosos. El discurso durán barbista, o los ensayos de diálogos pierden por goleada con la calle si está se expresa.
VER: Córdoba: el rostro anticipado del país macrista
Por último, las palabras de Caserio deben servir como una ilustración, en los próximos tiempos de ajuste vamos a ser Ellos o Nosotros. Buscar atajos o acuerdos con estos sectores, es la mejor mano que se le puede dar al macrismo. Apoyarse en la fuerza de los trabajadores, de la juventud y de las mujeres es el único camino y esa es nuestra apuesta desde el PTS y el Frente de Izquierda.