Gobierno se compromete a llevar acabo acuerdo, donde el Estado de Chile de mano de Sebastián Piñera, impulsara derechos humanos básicos de la diversidad sexual.
Domingo 20 de mayo de 2018
De mano de la ministra vocera de Gobierno, Cecilia Pérez, se celebró el pasado 17 de mayo el día internacional contra la homofobia y la transfobia, además del traspaso de la comisión de seguimiento del Acuerdo de la Solución Amistosa (ASA) a la subsecretaria de Derechos Humanos, el cual firmó el Estado de Chile ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Dicho acuerdo, contempla impulsar “la adopción homoparental, el matrimonio igualitario, la ley de identidad de género, las reformas a la ley Zamudio y a la unión civil, la derogación de leyes homofóbicas y la implementación de políticas en educación, salud y trabajo y mujer”, comentó el Movilh.
Pero el debate se tensiona en los últimos dichos del Gobierno, presionados por la UDI, con su constante interés de caracterizar a la diversidad sexual como ciudadanos de segunda categoría carentes de derechos.
Según señalo a La Tercera, la subsecretaria de Derechos Humanos, Lorena Recabarren, manifestó que "la firma del traspaso del ASA Movilh-Estado de Chile tuvo como único objetivo realizar la transferencia de la coordinación de la Comisión de Seguimiento establecido en dicho acuerdo, desde el Ministerio Secretaría General de Gobierno a la Subsecretaría de DD.HH., según las atribuciones legales que le competen a esta última".
“En ningún caso dicho traspaso administrativo implica un cambio en la línea de Gobierno respecto de impulsar la aprobación del matrimonio igualitario, el que, como públicamente, se sabe no está en el programa de gobierno”.
Esto quiere decir, que por más que exista humo blanco desde el gobierno de Piñera, por avanzar en las demandas de la diversidad sexual e iluminar la moneda con los colores de la bandera de la diversidad sexual, esto solo queda palabras y titulares de noticias pomposos, debido en que la realidad no se demuestra, ya que el gobierno conservador y empresarial solo han bloqueado los derechos de la población LGTB, como se ha apreció en la reforma de la Ley de adopción.
Por ello es importante, estructurar un movimiento de la diversidad sexual crítico y combativo, independiente de agrupaciones como Movilh e Iguales, que en los últimos periodos solo han entregado a la diversidad sexual a los gobiernos de turno que naturalizan el machismo y la homofobia. Además, aunar fuerzas de lucha con los demás sectores de oprimidos y explotados, tanto mujeres, estudiantes y trabajadores.
Permitiendo así conquistar los derechos de todas y todos, y barrer con este sistema social desigual que beneficia solo a un puñado de personas.