Anuncian un aumento exponencial en los contagios en Baja california. Los más afectados son los miles de obreros que laboran a ambos lados de la frontera.
Joss Espinosa @Joss_font
Lunes 1ro de junio de 2020
Después de las terribles cifras, como el contagio de 400 en una sola maquila en Tijuana, los contagios van en aumento en esa zona fronteriza.
El virus afecta principalmente a las y los trabajadores que laboran a ambos lados de la frontera. Esto era predecible desde que Trump anunció un cierre parcial de las fronteras, solo para el turismo pero el comercio y las labores continuarían en pro de las ganancias de las trasnacionales.
Qué se puede esperar, si diariamente cruzan obreras y obreros que radican en Baja California y laboran en EEUU, además de que por sí sola la zona fronteriza de Baja california, ha sido un foco de infección producto de la negligencia patronal que obligo a miles a seguir laborando, cuando el contagio estaba en un pico.
La voracidad del capitalismo ha dejado el colapso de los hospitales en Tijuana y Mexicali. Baja california es a nivel nacional el tercer lugar con más contagios. La mayoría de los hospitales están ocupados en un 80 %. Incluso hay casos de defunciones en sus propias casas, cuatro en promedio por día, de pacientes que ni siquiera lograron llegar a ser internados, y se estima que esta tendencia continúe. Esto de la mano de la extensión de los contagios en el personal médico y sanitario.
Esto se extiende más allá de la frontera pues también en la zona Sur de California, hay un alto índice de contagios, triplicándose los contagios solo en el mes de mayo. Comienzan a colapsar los hospitales incluido el principal de ese Estado. Muchos de ellos, también producto de la migración de estadounidenses que radican en México, que buscan ser atendidos en California.
El regreso a la “nueva normalidad”
Muchas de estas empresas pararon, producto de las protestas y paros locos en la zona, en la que las y los obreros reclamaban poder hacer la cuarentena pues sus sectores no eran esenciales.
Esta situación se recrudece producto de la presión que EEUU y las transnacionales hicieron a AMLO, que declaro a la industria maquiladora y automotriz como esencial, obligando a regresar a labores a miles en la frontera.
Es claro que los contagios se extenderán en las próximas semanas, producto de la presión para reactivar la economía. Esto resulta en una política criminal en el marco del aumento de las defunciones de trabajadores y trabajadoras en la zona fronteriza.
Para aquellos que aún no regresan a sus labores la situación no pinta mejor, pues las empresas están aplicando recortes y despidos masivos.
Urge el impulso de un movimiento que imponga los intereses de la clase trabajadora por encima de las ganancias, exigiendo que se paralicen los sectores no esenciales, de la mano de poner un alto a los despidos, y se reinstalen a todos los que han sido cesados de sus trabajos y hoy no tienen ninguna fuente de ingresos.
Si cuestionamos las ganancias de las trasnacionales que durante años se han apropiado del trabajo de millones, podemos imponer que estos sectores no regresen a labores, de la mano de licencias pagadas al 100 % que cubran al menos el costo de la canasta básica y se ajusten según la inflación. Las y los obreros no pueden pagar con sus vidas esta crisis generada por el capitalismo.