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Balance. Elecciones UNGS: el desafío por construir una alternativa de izquierda en la Universidad

Las elecciones de autoridades y Consejeros en la Universidad Nacional de General Sarmiento tuvieron como resultado el fortalecimiento del peronismo municipal de El Puente y FUNyP que sacó el 57% de los votos en el claustro estudiantil. Del otro lado, la izquierda hizo una gran elección con el 25% de los votos, consolidando una fuerza alternativa independiente ante el ajuste del gobierno y el FMI, que la gestión universitaria y las corrientes oficialistas garantizan en la UNGS.

Miércoles 29 de junio de 2022

Luego de cuatro días de elecciones, que se desarrollaron del 13 al 16 de junio, la izquierda conquistó 3 consejeros superiores que llevarán la voz de los estudiantes trabajadores e hijos de trabajadores al consejo. Los consejeros superiores ingresaron por ICI, IDH e ICO en listas encabezadas por la Juventud del PTS en un frente con otras organizaciones como El Yunque, Izquierda Universitaria y el Ya Basta. También se conquistaron 5 consejeros de instituto en el IDEI, ICO e IDH.

Los resultados finales quedaron de la siguiente manera:

El Puente - FUNyP 1291 votos - 57%- 8 consejeros superiores y 16 de instituto
Izquierda al Frente / Frente de Estudiantes de Izquierda 565 votos - 25% - 3 consejeros superiores y 5 de instituto
La Cámpora 227 votos - 10% - 1 consejero de instituto (IDH)
Espacio plural 153 votos - 6% - 1 consejero superior y 2 de instituto

Elecciones antidemocráticas a medida del régimen universitario

Tras dos años de pandemia, las elecciones en la universidad se desarrollaron de forma completamente antidemocrática, a medida del régimen universitario. La gestión puso la fecha de elecciones al final de cuatrimestre, cuando la universidad se encontraba prácticamente vaciada de estudiantes, en semana de parciales con entregas de finales y con muchas cursadas ya finalizadas. También porque a esa altura del cuatrimestre una gran cantidad de estudiantes ya abandonaron las materias, puesto que la deserción, lamentablemente, es un problema estructural que ocurre en universidades como la nuestra.

Una elección en la que se eligen las autoridades de la universidad y la composición de los órganos de gobierno, debería desarrollarse generando las posibilidades del más pleno debate y deliberación por parte de los estudiantes, y apostando a una amplia participación. Sin embargo, sucedió todo lo contrario. El reflejo de esto es que de 13.039 estudiantes empadronados para votar, solo lo hicieron 2.395, un 18%. Una diferencia de más de 1.000 estudiantes menos con respecto a las elecciones de 2018.

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Hubo muchos más elementos que hicieron de estas elecciones un proceso antidemocrático, como la privación y exclusión del derecho elemental de votar a todo un sector de estudiantes que inician la vida universitaria, los ingresantes. Otro, es el voto ponderado establecido por Estatuto, método mediante el cual el voto de los estudiantes solo vale un tercio, y que de manera insólita derivó en la asunción de Pablo Bonaldi al puesto de Decano en el ICI teniendo la minoría de los votos absolutos con respecto a su competidor, Guillermo Jorge de la lista ICI en Plural, que recibió la mayoría de los votos del claustro estudiantil. En esta misma sintonía, en el resto de los institutos para Decano/a había lista única, es decir que de antemano ya sabían que iban a ocupar esos cargos sin competencia, lo mismo ocurrió con la candidatura a Rector/a y Vicerector/a Flavia Terigi y Germán Pinazo. Estos mecanismos antidemocráticos son los que sostienen una casta que arregla a espaldas de los estudiantes las candidaturas para atornillarse en puestos con abultados sueldos: la rectora va a ganar más de $800.000 por mes.

No obstante, cabe aclarar que todos estos aspectos antidemocráticos que atravesaron a las elecciones, se desencadenan de un estatuto y un régimen universitario que también lo son, pues la composición del gobierno universitario es desigual entre los claustros y poco representativa para los estudiantes, que siendo mayoría en la universidad, somos minoría en estas instituciones, algo que hemos denunciado en estas elecciones junto con el intento de proscripción de nuestra lista. Este régimen universitario está avalado en la Ley de Educación Superior sancionada con la reforma universitaria, y se mantuvo también bajo la reforma neoliberal del menemismo, que además permitió una mayor injerencia del mercado sobre el conocimiento y las universidades.

El avance del PJ municipal en la universidad

La alianza entre El Puente y El FUNyP que fue conformada en 2019 al calor de una política nacional de realineamiento del peronismo y kirchnerismo en el marco de sacar al macrismo del gobierno, tuvo como consecuencia inevitable en la universidad el profundo retroceso político del histórico frente, el FUNyP, integrado por el Movimiento Evita, Peronismo Militante, etc. Este retroceso se expresó notoriamente en el avance del peronismo municipal y su política de gestión.

Las principales candidaturas del frente peronista estaban encabezadas por El Puente, mientras que los candidatos del FUNyP fueron relegados a cargos expectables pero debajo de la nómina, lo que expresa debilidad de fuerza para imponer sus candidaturas y el retroceso como corriente en la universidad. Este frente, además, retrocedió en el claustro de graduados, que solía ser su “bastión” años anteriores. En este caso se impuso una lista del Yunque (Partido Obrero) en alianza con Periféricos, una agrupación filo k, que conquistó 3 de los 4 consejeros. Toda la campaña del FUNyP se limitó a militar el material de la gestión y montar una carpa con el programa de radio “Tirame un Centro”, sin ninguna propuesta clara ni programa político.

Con el 57 % de los votos conquistados por esta alianza, avanza la política del peronismo municipal en la universidad. El Puente, agrupación de la Juventud Peronista (JUP) ligada al ex-intendente Leonardo Nardini (PJ), actualmente tiene la presidencia del CEUNGS. Desde que asumieron como conducción se propusieron emular la política que lleva adelante la Franja Morada (UCR) en otras universidades. Por un lado, vaciar de participación y discusión política al claustro estudiantil. Por ejemplo, frente a los problemas que trajo la virtualidad, El Puente estuvo desaparecido, sin impulsar ninguna medida de organización para pelear por nuestros derechos. Por otro lado, y como eje de campaña, impulsar un centro de asistencia y “gestión” para hacer más llevadera la cursada, con termos, café, un maxikiosco en el aula del centro, etc. cómo si eso resolviera los problemas más profundos del estudiantado. Mientras tanto, en los órganos de co-gobierno son los consejeros peronistas los que votan a favor del recorte presupuestario en la universidad que trae como consecuencia la deserción, la falta de comisiones y los cupos en las materias (implementado bajo su “gestión”). En pocas palabras: garantizan el ajuste que el gobierno del Frente de Todos viene aplicando de la mano del FMI.

La otra agrupación peronista que se presentó fue La Cámpora, con la lista Unidad Estudiantil, que con muy poca fuerza militante y habiéndose presentado únicamente en dos institutos (IDH e ICO), sacó el 10% de los votos totales e ingresó al Consejo de instituto del IDH con una banca. Esta agrupación capitaliza el voto kirchnerista que deja vacante el FUNyP al transar con una agrupación del PJ de derecha. La campaña de Unidad Estudiantil también se basó en un discurso poco politizado y de propuestas vacías, sin denunciar los grandes problemas de la educación, ni el ajuste que viene llevando adelante su propio Gobierno, incluso sobre la educación en general.

Nuestra campaña

Desde la Juventud del PTS y En Clave Roja hicimos una gran campaña militante a pulmón junto con estudiantes independientes que colaboraron en esta pelea y fueron parte de las listas, encabezando en todos los institutos con consejerxs que pelean por una universidad para las grandes mayorías y por los derechos de los jóvenes y los trabajadores.

Desde un primer momento enfrentamos la proscripción que la Junta Electoral y la Gestión intentaron imponer, buscando acallar la única lista opositora e independiente del gobierno. Frente a esto realizamos pasadas por los cursos denunciando el carácter antidemocrático del régimen universitario, y planteando la necesidad de democratizar los órganos de gobierno con mayoría estudiantil, donde no tenemos poder de decisión sobre la universidad, ya que somos minoría. Más de 400 estudiantes y decenas de docentes se solidarizaron contra este atropello antidemocrático que sólo beneficiaba a las agrupaciones peronistas alineadas con la gestión y el gobierno. Frente a esto, realizamos un festival con 200 estudiantes y con el resto de las agrupaciones del frente hicimos una asamblea abierta y un pañuelazo verde frente al módulo 1. Con todas estas medidas de lucha, logramos levantar la proscripción que buscaba imponer la gestión para acallar la voz de la izquierda.

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Nuestra campaña estuvo centrada en plantear otra perspectiva de la universidad que necesitamos los trabajadores e hijos de trabajadores que asistimos a la UNGS, con una fuerte lucha política contra el peronismo y sus agrupaciones, que a nivel nacional vienen aplicando un ajuste que se traslada a la universidad, lo cual trae grandes consecuencias sobre los estudiantes, donde muchos nos vemos obligados a dejar la cursada por los altos ritmos de trabajo, por estar desocupados o por no llegar a fin de mes. Producto de este ajuste, la oferta académica cada vez es más escasa, se aplican cupos a las materias que expulsan a miles de estudiantes y alargan nuestras carreras, las becas que otorga el gobierno y la universidad son de miseria, becas que hasta el momento no se pagaron porque no hay presupuesto. Por otro lado, los salarios docentes están muy por debajo de la canasta básica y muchos trabajan en condiciones precarias. Expresamos que todas estas problemáticas tienen responsables políticos.

También desnudamos la orientación social que tiene la educación superior pública, denunciando los convenios que la universidad tiene con empresas privadas, donde el conocimiento que se produce en estas instituciones está puesto al servicio de grandes multinacionales que lucran con la salud y utilizan los recursos tecnológicos y la ciencia para acumular ganancias, mientras la desocupación y la pobreza no dejan de aumentar. Frente a esto planteamos que el conocimiento tiene que estar puesto al servicio de las necesidades sociales.

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Por eso impulsamos una charla sobre el rol de los estudiantes y trabajadores ante la crisis ecológica, junto con las gestiones obreras de MadyGraf y Zanón, donde participó Raúl Godoy. Ambas muestran en pequeño que otro tipo de sociedad es posible. Una sociedad donde la relación entre el hombre y la naturaleza se pueda dar de manera armónica, y la producción esté puesta al servicio de las necesidades de las grandes mayorías. El conocimiento y la ciencia pueden aportar enormemente a este proceso, como lo muestra el ejemplo de Franco Urquiza, candidato por el IDEI y trabajador de MadyGraf, que puso su conocimiento al servicio de la gestión obrera, y junto a otros profesionales lograron reducir el impacto ambiental y el consumo energético en base a un plan de reconversión productiva.

Desde la Juventud del PTS y En Clave Roja, peleamos por una universidad donde los hijos de los trabajadores no sólo puedan ingresar, sino que también puedan permanecer y recibirse. Las bancas conquistadas en el Consejo Superior y en los Institutos estarán puestas al servicio de enfrentar las políticas de ajuste de los gobiernos y el FMI, y defender la universidad pública, apostando a la autoorganización de los estudiantes junto a la clase trabajadora.

Un debate al interior de la Izquierda al Frente

Si bien con el conjunto del frente compartimos objetivos políticos y puntos programáticos que motorizan distintas luchas, tenemos diferencias estratégicas, es decir, en cómo alcanzar esos objetivos.

Un párrafo aparte amerita el debate con los compañeros del Partido Obrero / El Yunque, que en su balance de las elecciones plantean: “El PTS, como siempre, privilegió un discurso ideológico para hablar de las figuras de Del Caño, Bregman y Vilca, con el slogan de “5 días 6 horas”, desligado de las problemáticas concretas de les estudiantes. Lo mismo vale para el NMAS, pero bajo la sonrisa de Manuela”.

Con respecto a nombrar en la campaña a nuestras figuras nacionales como lo son Nicolás del Caño, Myriam Bregman y Alejandro Vilca, nos llama la atención que la crítica venga de los compañeros del Partido Obrero, con quienes compartimos a nivel nacional el Frente de Izquierda Unidad. Desde la Juventud del PTS, consideramos como lucha central en las universidades batallar contra la política y el sentido común que intentan instalar las corrientes peronistas o del régimen, de vaciar de debate y discusión política partidaria al movimiento estudiantil, escondiendo su militancia política bajo el modelo de gestión, como lo vimos en la campaña de El Puente. Una política que tiene como objetivo ocultar la responsabilidad que tienen al ser parte de un gobierno que aplica el ajuste del FMI junto a la oposición de derecha.

Estas agrupaciones, junto con la Gestión, buscan hacer de la universidad una “burbuja”, como si lo que pasara en la realidad no tuviera la menor influencia sobre los problemas de la universidad. Esto en medio de una crisis económica y social muy profunda, no sólo por la pandemia, sino porque el camino que está optando el gobierno peronista es el ajuste del FMI, tras convalidar la estafa de Macri. Por eso, en cada campaña y cada actividad que impulsamos desde En Clave Roja, damos esta batalla y somos claros respecto a quienes somos, quienes son nuestros referentes políticos, por qué perspectivas nos organizamos etc.
Ahora bien, los compañeros del partido obrero también critican que hemos hecho una campaña ideológica con el “slogan de 5 días 6 horas”. Interesante debate que se desprende del que estamos iniciando también a nivel nacional con el PO, a partir de votar en su congreso partidario como tarea central construir un “movimiento popular con banderas socialistas”.

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Para los compañeros del Partido Obrero, impulsar una gran campaña en la universidad por la reducción de la jornada laboral no responde a las “demandas estudiantiles”. En primer lugar, consideramos un planteo errado desde el punto de vista de que uno de los problemas estructurales que atraviesa hoy la juventud, es el problema del trabajo. Muchos jóvenes que estudian en nuestra universidad, son trabajadores e hijos de trabajadores, que como consecuencia de la crisis, la precarización, la inflación y la desocupación, se les torna cada vez más difícil combinar el estudio y el trabajo, dejando como resultado las altas tasas de deserción estudiantil que llegan al 40%. Por otro lado, la reducción de la jornada de trabajo es una demanda histórica de la clase trabajadora, tanto en la conquista de las 8hs durante el siglo XX, como en la actualidad, que se desprende de pelear por el tiempo libre y contra las extenuantes jornadas de trabajo. Una demanda motora de los trabajadores que cuestiona la ganancia capitalista.

Dicho esto, consideramos que el planteo de El Yunque solo alimenta la visión de “universidad burbuja” que promueven las agrupaciones peronistas en la UNGS, que soslayan la terrible crisis social y del mercado laboral que se vive puertas afuera de la universidad, ¿Acaso los jóvenes que van a la universidad, no son los mismos que padecen la precarización, la subocupación, el desempleo? Es un planteo que, al rebajar a la categoría de “slogan” un punto programático (que el propio Partido Obrero aceptó como consigna de agitación en la última campaña electoral del FITU y en numerosos programas de convocatoria a actos de lucha, como las marchas contra el FMI o el del 1 de mayo), desacredita una demanda que tiene la capacidad de unir a distintas franjas de la clase trabajadora en lucha por una vida digna, ya que de implementarse la reducción de la jornada laboral, todos estos sectores se verían beneficiados. Por lo tanto, discrepamos con la política del PO de impulsar la movilización de cada sector por sus reivindicaciones parciales de manera aislada, ya que fomenta la fragmentación entre los de abajo que impuso el neoliberalismo y debilita la fuerza de la clase trabajadora, los estudiantes y los desocupados en perspectiva de luchar contra el ajuste del FMI y sus gobiernos.

Nosotros apostamos por la unidad en la lucha de todos los sectores explotados y oprimidos de la sociedad, para fortalecer las distintas demandas. Somos conscientes que no vamos a poder conquistar una universidad y una educación de calidad por fuera de las peleas centrales que dé la clase trabajadora en lucha contra el ajuste y el FMI. Por eso nuestro objetivo estratégico como corriente política es unir las demandas de la juventud, los estudiantes y los oprimidos, junto a la clase trabajadora que, como demostró la pandemia, es la clase esencial que pone en funcionamiento la economía y produce toda la riqueza social.

En esa línea, nuestra campaña como Juventud del PTS incorporó la solidaridad con la lucha de los trabajadores del neumático, pasando por los cursos junto con obreros de Fate, en pos de construir una unidad entre estudiantes y trabajadores alrededor de la lucha contra los convenios flexibilizadores. Por el contrario, los compañeros del Partido Obrero que dirigen el SUTNA, no lo hicieron. Lo que es peor: para el paro general de dicho gremio, convocaron a una concentración separada de la que estaba llevando adelante Unidad Piquetera a tan solo unas cuadras de distancia, evitando converger en las luchas.

Una mención aparte merecen el Nuevo MAS / Ya Basta!, que escribieron un balance autoproclamatorio, sin un análisis político serio, desconociendo la tradición política de izquierda que durante más de 8 años el Frente de Estudiantes de Izquierda (FEI) mantiene y conquista ante cada nueva batalla, con un polo de organización e independencia política que disputa al peronismo un bastión del conurbano. Como en carreras con años de tradición y acumulación militante, como en Historia y Comunicación del IDH e Ingeniería en el IDEI. Somos muy críticos de la campaña que realizó el Nuevo MAS, que en su material principal denunció al pasar el ajuste que viene llevando adelante el gobierno del Frente de Todos, y el acuerdo neocolonial del FMI y sus implicancias para los trabajadores y la educación. A la vez que fueron completamente autocomplacientes de la gestión y el régimen universitario presentando como una caricatura y meramente informativo la composición de los órganos de gobierno, generando expectativas que por medio de mecanismos burocráticos los estudiantes pueden conquistar sus demandas.