Elon Musk, mecenas de la extrema derecha europea: el multimillonario donaría 100 millones al partido de Nigel Farage en el Reino Unido

Nigel Farage, líder del partido de extrema derecha Reform UK, y Nick Candy, tesorero de Reform UK, se reunieron recientemente con Elon Musk en Mar-a Lago, residencia del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, con el objetivo de estrechar lazos entre la extrema derecha británica y la futura administración presidencial estadounidense. Farage buscaría la simpatía de Musk y la financiación necesaria para afrontar la próxima campaña de las elecciones locales donde busca consolidar su partido como fuerza política capaz de gobernar.

La reunión entre Farage y Musk ha despertado los rumores de una posible donación millonaria por parte del dueño de Tesla con la que Reform UK, partido que obtuvo cinco escaños en las últimas elecciones generales, podría afrontar las elecciones locales británicas en mayo. El partido de Farage, que carecería por ahora de una solida estructura partidaria para ser una opción de gobierno realista, buscaría construirse en regiones del norte y el este de Inglaterra como Leicester, Nottingham o Essex, así como de Gales. Con el foco en hasta 98 circunscripciones donde la formación de Farage quedó en segundo lugar quedando sin representación debido al funcionamiento del sistema electoral británico donde se elige un único escaño por circunscripción por mayoría simple de votos.

Un proceso que implicaría desde la búsqueda de candidatos locales a la construcción de la estructura organizativa y militante que apoye estos candidatos y prepare el terreno para las elecciones generales. Una operación que, como han señalado los diputados de Reform UK, requiere de fondos que no habrían conseguido recaudar aún, pero que podría serles facilitado por Musk si consiguen las simpatías del billonario estadounidense. Aunque este último ha negado el rumor de que estaría preparando una donación de 100 millones al partido de Farage, la posibilidad ha despertado algunas alarmas en los grandes partidos del establishment británico.

Por un lado, Andrew Griffith, dirigente del Partido Conservador, ha pedido a Elon Musk que reconsidere el objetivo de sus donaciones y confíe en el Partido Conservador como la oposición realista al gobierno laborista de Starmer. Griffith habría tratado de recalcar las simpatías políticas entre conservadores y el propio Musk al acusar a los laboristas de extender “el virus woke” o de atacar la libertad de expresión. El dirigente conservador también habría alabado las propuestas de Musk en temas de gobierno, así como su actividad empresarial tras haber comprado Twitter planteando que si el Partido Conservador ganase las próximas elecciones aplicaría un programa de recortes estatales similar al propuesto por Musk para la administración estadounidense.

Si bien, el gobierno de Starmer ha declinado comentar sobre esta cuestión afirmando que desean trabajar junto con la administración Trump, esto no ha impedido que se abra el debate sobre una posible influencia de Musk en la política británica.

¿Puede Elon Musk donar dinero a Farage para influir en el resultado electoral?

Como ha investigado el periódico Financial Times la realidad es que sí, Elon Musk puede donar una cantidad indeterminada de dinero a Reform UK, siempre que se aproveche correctamente de las lagunas legales de la ley electoral inglesa.

A pesar de que la legislación británica impide a priori que ciudadanos extranjeros realicen donaciones electorales a partidos políticos, esta restricción no se aplicaría a empresas que estén registradas y operen en el país. Algo a lo que el multimillonario estadounidense tiene acceso por lo que a través de estas sí podría donar al partido que desee. En concreto, podría realizar estas donaciones a través de la rama británica de X (ex Twitter) o de la empresa xAI, aunque debería declarar que el origen real de estas es el propio Musk porque la compañía como tal no es la persona que dona el capital. Con esta pequeña laguna legal, el hombre más rico del mundo podría saltarse la formalidad requerida por la legislación británica.

Y si bien la legislación electoral limita la cantidad de dinero que un partido puede gastar en periodo electoral, por ejemplo, en el caso de las elecciones locales depende de la cantidad de votantes en las circunscripciones donde se presenta la formación, dicha restricción desaparece fuera del periodo electoral. Es decir, si Elon Musk decidiese donar el dinero el mes que viene, la ley no podría evitar que Reform UK o el Partido Conservador recibiese y usase ese dinero en una campaña preelectoral a su gusto y conveniencia.

Un dinero que probablemente todos los actores políticos británicos perciben que podría cambiar las reglas del juego rápidamente debido al músculo financiero exhibido por Musk en las elecciones estadounidenses. Como señala el Financial Times, las campañas electorales en Reino Unido suelen ser “baratas” para los partidos. El record de donación por ahora estaría en la realizada por Frank Hester que dio 20 millones de libras al Partido Conservador en las campañas electorales de 2023 y 2024. Y fuera del periodo electoral el gasto anual de los dos grandes partidos en Reino Unido oscilaría entre los 30 y 60 millones de libras mientras que Reform UK rondaría el millón de libras. Inversiones que quedan empequeñecidas por las donaciones de hasta 250 millones de dólares realizadas por Elon Musk para la última campaña presidencial de Donald Trump.

Aunque todavía son rumores por confirmar las reuniones y movimientos realizados por Elon Musk tras la victoria de Trump dan pistas de la forma en que puede tomar el impulso que la victoria del Partido Republicano puede dar a las organizaciones y corrientes de extrema derecha a nivel global.

Musk ya ha dado su apoyo público a otros líderes de la extrema derecha en Europa. Recientemente, el multimillonario asesor de Trump ha escrito en su cuenta de X que sólo Alternativa para Alemania (AfD) “puede salvar a Alemania” pensando ya en las elecciones del 23 de febrero, mientras que desde 2022 se ha reunido varias veces con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni. Así el multimillonario asesor de Trump se propone apuntalar a la extrema derecha europea.