CAPITALISMO SALVAJE. Empresarios de la gasolina tendrán cero impuestos, pero el pueblo paga 16% de IVA

La medida fue publicada en la Gaceta Oficial N° 41890 de fecha 20 de mayo del año en curso, donde se establece las exoneraciones de dichos impuestos, así como cualquier otro impuesto o tasa aplicable “de conformidad con el ordenamiento jurídico vigente”, a las importaciones definitivas y las ventas realizadas en el territorio nacional, de combustibles derivados de hidrocarburos, así como de insumos y aditivos destinados al mejoramiento de la calidad de la gasolina.

Todo esto, según el decreto, “en conformidad con lo dispuesto en el artículo 58 de la Ley Orgánica de Hidrocarburos”. Dicho artículo reza: Artículo 58. Las actividades de comercialización de los productos derivados que estuvieren excluidos conforme a lo previsto en el artículo anterior, podrán ser realizadas por el Estado directamente, o por empresas de su exclusiva propiedad, o por empresas mixtas con participación del capital estatal y privado en cualquier proporción y por empresas privadas.

Recordemos que para el sector privado no ha sido “rentable” entrar en este negocio, pues este artículo 58 lo habilitaría para determinas actividades, pues el Estado venezolano es el mismo que producía la gasolina vendiéndola subsidiada. Pero ahora es diferente, con un dólar liberado, una escasez espeluznante de gasolina, y vender en dólares es el negocio del siglo que el Gobierno de Maduro le ofrece a estos mercaderes de la especulación y el atraco.

Es de remarcar que dicho decreto se publica en una Gaceta que hasta hace poco no era de conocimiento público o al menos en su fecha correspondiente no tuvo su difusión oficial. Todo a tono con lo que una vez afirmó Maduro, que “avanza pero en silencio”, con la criminal política económica. Y es que la exoneración entraría en vigencia en una fecha anterior al inicio de la venta de combustible a los nuevos precios que aplicaron desde el 01 de junio 2020. Su vigencia sería desde el mismo 29 de mayo. Recordemos que el sábado 30 de mayo el Gobierno nacional anunciaba que a partir del 1 de junio la gasolina se vendería con un aumento tanto para la opción subsidiada como en otra modalidad a precios internacionales con un valor referente de 0,5 US$ por litro, y en dólares.

Se trata de una situación donde la política económica del Gobierno es del “sálvese quien pueda” en el cruel mundo depredador capitalista de la mano de Maduro mientras mantiene un salario mínimo mensual de 2 dólares. De esta manera el Gobierno de Maduro además de favorecer al empresario local e internacional, le da vía libre para el salvaje atraco al pueblo.

Para ello, como vemos, no sólo que exonera de impuestos a la importación al sector privado, sino que también le da la vía libre del “mercado” y con dólar liberado, siendo que, y para peor, mientras también los exonera, sí mantiene para el consumidor final el IVA al 16%, es decir, el grueso al grueso de la población. Lo que implica que golpea más que doblemente a los grandes sectores de la clase trabajadora y el pueblo que dispone de algún vehículo o una simple moto, y por vía indirecta al conjunto del pueblo trabajador tenga o no algún medio locomotor. Verdaderamente criminal, y lo de lo neoliberal le queda pequeño al Gobierno.

Como escribe Ángel Árias, dirigente de la LTS y columnista de La Izquierda Diario en un reciente artículo , es un “giro hacia un neoliberalismo salvaje, donde el Estado previamente “regulador” se fue despojando cada vez más de cualquier rol “mediador”, donde terminó de desmontar los limitados y tibios elementos de “control” (de precios, de cambio y de ganancias), y deja paso a la simple ley del mercado, del sálvese quien pueda…”.

La política capitalista y neoliberal del gobierno, de liberalización de precios, dolarización y privatización, exoneración de todo tipo de impuestos a empresarios locales y transnacionales, al tiempo que asesta duros golpes al pueblo, significa importantes fuentes de negocios para el capital privado en general, y para la casta que gobierna en particular. Basta de ataques brutales a los trabajadores, se hace necesario la organización obrera y popular para hacerle frente a esta real pandemia del capitalismo atroz de Maduro, independiente también de todas las demagogias de toda la oposición derechista que clama también para imponernos sus cadenas también depredadores capitalistas y proimperialistas.

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