Con once casos confirmados y esperando resultados de más test, se decidió no hospitalizarlos. También se realizó hisopado al personal.
Martes 30 de junio de 2020 14:30
Foto ilustrativa | Europapress
Frente a un pedido de informe presentado ante el Poder Judicial, las autoridades del Hogar Seres de Avellaneda debieron confirmar la presencia de once casos positivos del virus Covid-19, de una treintena de niños, niñas y adolescentes que se alojan en el predio ubicado en la Avenida Roca N° 767, de esa localidad del sur del conurbano bonaerense.
Sin embargo, los directivos reconocieron que los niños no han sido hospitalizados, sino que permanecen en la misma institución. La preocupación de los familiares deviene de las denuncias previas, por falta de infraestructura, abandono y por la escasez de personal dedicado al cuidado de los internos.
Además, no se han realizado ningún tipo de operativos de desinfección o control sanitario en el lugar, por parte del municipio local, ni del Gobierno de CABA, de quien depende, ya que no se había informado sobre los casos de contagio dentro de la institución.
El acceso al Hogar es limitado, porque los niños que allí se alojan han sido judicializados, ya que cuentan con alguna patología mental o han sufrido la vulnerabilidad de alguno de sus derechos.
En conversación con La Izquierda Diario, Hugo padre de uno de los niños institucionalizados, que según información oficial no está infectado, afirmó que su hijo “corre riesgo, porque había personal que trabaja en el lugar y otros chicos afectados”. Y remarcó su preocupación por no saber si el lugar cuenta con la infraestructura suficiente para mantener aislados a los infectados.
Además, sostuvo, que su abogada “sólo se enteró del suceso luego de pedir un informe de situación a la Fiscalía, por eso exigimos el traslado de mi hijo a una clínica para un mejor control sanitario”.
En la misma línea agregó que hay varias denuncias por las malas condiciones en las que se encuentran las niñas y niños del hogar, como hacinamiento, ausencia de baños adaptados, colchones deteriorados y la falta de seguimiento psicológico de los casos.
Si bien estos centros funcionan en el conurbano, en la ciudad de La Plata y en otras localidades de la provincia de Buenos Aires, prestan servicio y cuentan con subsidios millonarios, por parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, no reciben el control necesario de la autoridad competente.
Como consta en los informes realizados por la propia Auditoría General de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (AGCBA), “falta un control sistemático que corrobore el cumplimiento de la normativa”. Al mismo tiempo se subraya que “ninguno de los siete establecimientos Seres posee habilitación municipal, tres tienen la habilitación provincial vencida y la sede denominada 12 de Octubre no posee habilitación nacional”.
La institución privada Seres cuenta con siete sedes que dependen de la Dirección General de Salud Mental de la Ciudad de Buenos Aires. Con seis hogares ubicados en la localidad bonaerense de Avellaneda y el restante en Villa Elisa, partido de La Plata.
Esta situación de precariedad y desprecio por la niñez, por parte del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta no es novedosa. Pero se agrava en medio de la crisis sanitaria mundial.
Según se informó, hasta el fin de semana pasado, los casos positivos de Covid-19 en hogares de acogida ya sumaban 125.
Sin embargo, no se ha dispuesto ningún tipo de protocolo específico para contener y tratar los contagios. Dejando expuestos no sólo a los niños, niñas y adolescentes, sino también a los trabajadores y trabajadoras que deben cumplir con sus tareas en condiciones de precariedad absoluta.