Luego de años y a raíz de la actividad y participación política de estudiantes, docentes y no docentes, el gigante tecnológico se despierta para enfrentar los recortes. ¿Qué propone la izquierda?
Miércoles 29 de agosto de 2018 13:51
Luego de años, a raíz de la actividad y participación política de estudiantes, docentes y no docentes, el gigante tecnológico se despierta para enfrentar los recortes. A base de clases públicas, asambleas y comités de coordinación estamos rompiendo la pasividad producto de la burocratización que durante años imperó en nuestra facultad.
La situación en las universidades públicas se ha vuelto intolerable: recorte de tres mil millones de pesos en obras de infraestructura, nueve meses sin aumento salarial para nuestros docentes, 15 % para los no docentes, disminución de becas a estudiantes y fondos adeudados, que en nuestra universidad alcanzan los 200 millones de pesos.
El organismo detrás de los recortes es la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) del Ministerio de Educación, que está a cargo de la radical y militante de la Franja Morada, Danya Tavela, quien dice “estar haciendo un esfuerzo” al cerrar paritarias por un magro 15 % (muy por debajo de la inflación anual esperada de más del 30 %).
Es que a meses de acordar un nuevo endeudamiento quieren pagarle al FMI con nuestra educación. Lo que no dice Tavela es que este año los especuladores financieros se llevarán más de treinta y seis (¡sí, treinta y seis!) presupuestos universitarios nacionales entre los gastos de pago de deuda y los capitales que se han fugado al exterior.
Por esto es que desde la izquierda creemos que una de las principales consignas que debe levantar el movimiento estudiantil es el no pago de la deuda, ya que es de aquí de donde debería sacarse el dinero para solventar la educación, la ciencia y la tecnología, y no viceversa.
En nuestra facultad la respuesta de la comunidad universitaria no se ha hecho esperar. El 16 y 17 de agosto los estudiantes participamos de las clases públicas que realizaron nuestros docentes en las sedes de Campus y Medrano, respectivamente. Quienes participamos pudimos exponer detalladamente en qué consistía el recorte y cómo debíamos enfrentarlo. Esos mismos días y durante la semana siguiente fueron varios los profesores que a modo de reclamo sacaron sus cursos a las calles o pasillos de nuestra facultad para visibilizar la situación que atraviesa la universidad.
También los trabajadores no docentes convocaron a un abrazo el miércoles 22 a la sede de Medrano. Los estudiantes por nuestra cuenta y de manera independiente convocamos a una asamblea estudiantil el martes 21, donde resolvimos mediante discusión participar de las clases públicas en Plaza de Mayo el viernes 24 y de la gran movilización que se espera para este jueves 30.
Clase pública en la sede de Medrano
Por su parte, la Franja Morada fue la gran ausente. O mejor dicho, la ausencia anunciada. Para no perder la costumbre no solo no convocaron si no que ni siquiera participaron. Como brazo estudiantil del Gobierno de Cambiemos y particularmente como compañeros de Danya Tavela, se juegan a disminuir la participación política de los estudiantes al mínimo para que el ajuste se profundice.
Como parte de una lavada de cara, el jueves 24 llamaron a una clase pública invitando a participar al decano Guillermo Oliveto. Quien durante la crisis presupuestaria del 2016 llamó a solventar el déficit con producidos propios, es decir, la creación de posgrados y tecnicaturas pagas (lo que ha sido uno de los mecanismos de privatización de la educación más utilizadas en la UTN) o con negociados que terminan en escándalos de corrupción como la contratación de un servicio de “data entry” para el Pami y un convenio para las cámaras de videovigilancia destinadas a la municipalidad de Tigre. Esta vez tampoco fue distinto al nombrar los tarifazos a los que han quedado expuestas las universidades.
En nuestra regional no se sabe nada de la situación presupuestaria. Los balances que deberían ser de acceso público a toda la comunidad universitaria, se encuentran bajo 7 llaves, facilitando este tipo de negociados.
Definir quién es quién y llamar a las cosas por su nombre es central. No solo los estudiantes, sino la totalidad de los claustros unidos debemos tener en cuenta que de la Franja Morada no podemos esperar nada más que cinismo y desorganización. Para colmo se dan el gusto de convocar al liberal y detractor de la educación pública Javier Milei (que últimamente tomó notoriedad por sus dichos misóginos en Salta) en pleno conflicto universitario.
Danya Tavela junto a la Franja Morada
El lunes pasado en la reunión de los gremios con el Gobierno se propuso formar una mesa técnica permanente para negociar por arriba y descomprimir la marcha. Mientras que ayer se juntaron los rectores con Macri a “dialogar”, donde el Gobierno dijo que bajaría dos meses de los cuatro adeudados y que el 15 % sería un piso y no un techo. La presión del movimiento estudiantil organizado obliga al Gobierno y sus agrupaciones a hacer piruetas para descomprimir la bronca.
La movilización de mañana será a nivel nacional y se esperan en las calles cientos de miles de personas. A semanas de la marea verde que invadió el Congreso no podría esperarse menos. Se dejará en claro que ni la educación ni el salario son variables de ajuste, que somos los estudiantes y docentes o es el FMI y los especuladores.
Que este sea el puntapié inicial para una nueva reforma universitaria al servicio de los trabajadores y el pueblo y no de la ganancia empresarial, y que funcione a partir de delegados por cursos, asambleas resolutivas interclaustro donde, por ejemplo, el presupuesto sea definido por el conjunto de la comunidad educativa mediante el voto directo.
Desde la agrupación estudiantil En Clave Roja (en el Frente de Izquierda y de los Trabajadores) proponemos el rechazo al pago de la deuda externa y que el dinero se destine a educación, ciencia y tecnología. Rechazamos el recorte de actividades reservadas y reclamamos que se publiquen balances contables y de libre acceso a toda la comunidad universitaria, y democracia directa por medio de asambleas resolutivas interclaustro y comités de base.
* El autor es militante de En Clave Roja, agrupación universitaria formada por militantes del Partido de Trabajadores Socialistas y estudiantes independientes.