Se presentó el proyecto de ley a pedido del lobby de multinacionales y embajadas europeas comandado por el grupo Fortescue. Sin un discurso “verde ecológico”, la inclusión del hidrógeno azul en el proyecto busca aumentar el interés de los grandes productores de energía basada en combustibles fósiles. Un enfoque en la exportación y carente de un plan nacional integral que aporte a una transición energética frente a la crisis ambiental.
Lunes 5 de junio de 2023 11:48
El Proyecto de Ley de Hidrógeno presentado por el Presidente Fernández junto a Massa y Rossi y que se debatirá en el Congreso es evidencia contundente de que no existe un enfoque real hacia una transición energética que aborde la crisis ecológica. Los proyectos en hidrógeno en Argentina se popularizaron en los últimos años por el interés del grupo australiano Fortescue en producir hidrógeno verde en la Patagonia. Este pulpo mundial de la industria minera fue partícipe un mes atrás junto al gobierno rionegrino de Carreras, varios embajadores europeos y otros jugadores de peso en el sector energético mundial, del Foro del Hidrógeno desarrollado en el Hotel Llao Llao de Bariloche. A pocos días de cerrarse ese foro, que contó con la presencia de la Secretaria de Energía de Nación Silvia Royón, el Ejecutivo Nacional lanza este proyecto en respuesta a la mayor demanda de la multinacional Fortescue.
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Uno de los cambios en este proyecto respecto de las negociaciones con el lobby empresarial es la promoción de diferentes tipos de hidrógenos como el "azul" y el "rosa", en lugar de centrarse únicamente en el hidrógeno verde. La diferencia radica en que la producción de hidrógeno azul requiere del gas metano como materia prima; por lo que este proyecto de ley busca el interés de los grandes jugadores de Vaca Muerta, los gasoductos y las refinerías. El hidrógeno azul tiene un coste de producción menor al verde (entre 1 y 2 US$/kg vs 3 a 7 US$/kg del Hidrógeno verde)[1] por el uso de hidrocarburos y no tiene nada de renovable. Además, estudios de los últimos años indican que la captura de dióxido de carbono posterior al reformado de gas metano debe ser altamente eficiente (superior al 90%) para que las emisiones y las pérdidas de metano no hagan inviable ambientalmente al proyecto[2]. El hidrógeno azul no es una alternativa de transición energética.
Si ya el proyecto de Fortescue en producir hidrógeno verde era cuestionable porque atacaba derechos de pueblos originarios sobre los territorios y dejaba varios interrogantes sobre las formas del uso del agua (por cada tonelada de hidrógeno verde se proyecta el uso de 10 o más toneladas de agua), este proyecto de Ley abre la puerta a la producción del hidrógeno azul, echando por tierra todo tipo de discurso oportunista y disfrazado de aporte a una transición ecológica real como los que se ensayaran durante estos años el gobierno de Río Negro, Fortescue y el ex Minisitro de Producción Matias Kulfas. No, los grandes jugadores de este proyecto serán los que se benefician con la crisis energética desatada con la guerra de Ucrania; los que se beneficiarán con la proyección del oleoducto Kirchner y con las inversiones de Petronas en Ingeniero White, etc.
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Cabe aclarar también que la asociación del hidrógeno con la ecología de por sí es falsa, ya que su uso actual incluye por ejemplo la industria de fertilizantes, la de productos derivados del petróleo o en la hidrogenación de aceites para alimentos procesados de mala calidad. La narrativa de que el hidrógeno es una solución ecológica en sí misma siempre fue falsa. A su vez, en este caso el verdadero interés es producir para la exportación con un proyecto de ley que le brinda beneficios impositivos a las empresas imperialistas.
Esto se puede ver en el Título II del proyecto, en el que se detalla punto por punto una serie de medidas que favorecen a estos actores económicos que invertirían. Extracto del Proyecto de Ley, p.5:
“a. Amortización acelerada en el Impuesto a las Ganancias y acreditación y/o devolución anticipada del Impuesto al Valor Agregado;
b. Amortización acelerada en el Impuesto a las Ganancias;
c. Extensión del plazo para computar los quebrantos;
d. Deducción de la Carga Financiera del Pasivo Financiero;
e. Exenciones por importación de bienes;
f. Beneficios para proveedores;
g. Afectación específica y exclusiva de los Bienes de importación;
h. Estabilidad Fiscal por TREINTA (30) años;
i. Acceso al Mercado Libre de Cambios.”
Dada la matriz productiva actual, se puede predecir que el objetivo del plan entre las Empresas y el Gobierno es exportar a Europa para obtener dólares con el tipo de hidrógeno que las grandes empresas unilateralmente definan producir, dejando el control para evitar un impacto ambiental en un segundo plano. Para esto último el proyecto de Ley menciona la creación de una AGENCIA NACIONAL DEL HIDRÓGENO (AgenHidro). Si el contralor se efectuará de igual forma que el estado regula y sanciona la contaminación de las grandes empresas entonces es una garantía de que no habrá control efectivo como vienen denunciando los últimos años informes de universidades como la UBA y la UNR[3].
Fuentes:
1: Datos públicos de la International Energy Agency - https://www.iea.org/
2: Azman Usmani para BQ Prime, feb’22 - https://www.bqprime.com/business/green-blue-hydrogen-potential-and-problems-ril-adani
3: Nota:https://economiasustentable.com/noticias/alarmante-solo-se-trato-el-8-de-los-residuos-industriales-que-generaron-las-empresas-en-el-pais
Informe: https://drive.google.com/file/d/1RCINVEiiiqez-69N0QMOIxUIAxrpqk3n/view