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Red Internacional
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Contra el ajuste. Enorme movilización para continuar la lucha del Hospital Bonaparte

Al grito de ¡Poné la fecha! se fortalece la lucha de los trabajadores de la salud. La diferencia entre los trabajadores de salud y las direcciones sindicales alejadas de las luchas.

Pablo Minini

Pablo Minini @MininiPablo

Jueves 10 de octubre 16:30

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Hoy se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental. En este marco marchamos miles en defensa de la salud pública y del Hospital Laura Bonaparte, que viene de una semana de lucha a partir de la amenaza de cierre por parte del gobierno nacional.

Aunque luego el gobierno dio marcha atrás y anunció que el hospital no se cierra, la movilización fue votada en asamblea de trabajadores durante el último fin de semana y la medida se sostuvo. Como advierten los trabajadores, habría compromiso de parte del Ministerio de Salud no avanzar con el cierre, pero todavía insisten con la reestructuración, sin dar ninguna explicación de lo que eso significa.

Miles de trabajadorxs de salud se movilizaron desde el ex Hospital Rawson hasta las puertas del hospital Bonaparte. La columna de CICOP fue bastante nutrida, porque pese a que el gremio no llamó a paro, casi 500 trabajadorxs acudieron desde distintos centros de salud de toda la provincia de Buenos Aires.

Y es que el Bonaparte se convirtió en menos de una semana, en un ejemplo de lucha rodeado de solidaridad y simpatía de muchos sectores. Logró también derribar el cerco mediático y colocar a la problemática de la salud mental en la agenda pública. Sus trabajadorxs marcaron el camino con la coordinación, la unidad sin distinción de profesiones ni puestos de trabajo, el método asambleario y la toma del Hospital. Todo eso fue clave para torcerle el brazo al Ministerio de Salud de Milei, en manos de Mario Lugones, un empresario del sector privado.

La acción de hoy fue enorme, demostrando que hay voluntad de seguir peleando y seguir en alerta contra la amenaza de “reestructuración”. Los trabajadores/as fueron claros en sus reclamos a las centrales sindicales: paro general, asamblea y plan de lucha. Con cánticos, creativas pancartas y todo tipo de formas, le hicieron llegar ese mensaje al palco.

Pero acá es donde tenemos que marcar un contraste muy notorio. Al momento de llegar al lugar donde se iba a realizar el acto nos encontramos con que lxs trabajadorxs del Bonaparte estaban en las puertas del hospital, mientras que ATE y CICOP habían montado un escenario alejado. De un lado quedaron entonces quienes frenaron al gobierno con métodos de lucha propios de lxs trabajadorxs y del otro un palco donde las direcciones sindicales burocráticas se abrazaron con funcionarios de la provincia de Buenos Aires.

ATE y CICOP, que viene fingiendo demencia ante la calamitosa situación del sector en la provincia, tuvieron como oradores a los funcionarios que vienen desde hace 14 años sin impulsar la plena implementación de la Ley Nacional de Salud Mental. Ahí estuvieron por ejemplo Daniel Gollán, quien fue ministro de salud de la Nación y luego de la Provincia, o Julieta Calmels, quien ahora es subsecretaria de salud mental de Buenos Aires. Funcionarios de Kicillof que pasaron a saludar a luchadores con total desparpajo, como si el sistema de salud y la salud mental en la provincia de Buenos Aires funcionara bien. No hablaron de la precarización, de los trabajadorxs becarios o monotributistas, del atraso salarial, de la falta de equipos interdisciplinarios.

Estamos firmemente convencidos de que no pueden manifestarse contra el ajuste, los que vienen dejando pasar todo el ataque de Milei sin presentar ninguna batalla, sin llamar a un paro y plan de lucha. Es una provocación que quienes ajustan en la provincia vayan a dar lecciones a quienes le ganaron una batalla al gobierno. Porque lo cierto es que, por más discurso progresista que quieran imponer, en la Provincia que dirige Axel Kicillof, el ajuste lo están pagando las y los trabajadores, mientras se sigue beneficiando a los mismos de siempre, con medidas por ejemplo, como el RIGI provincial, que es como un bonus track a los grandes empresarios, que se suma al paquete de beneficios extraordinarios que ya reciben mediante el RIGI nacional.

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Pero la jornada de hoy mostró, paradójicamente, que el triunfo del Bonaparte es mayor que lo previsto. Porque no solo detuvo los planes de la motosierra, sino que obligó a las direcciones burocráticas a movilizar cuando y donde los trabajadores habían votado en asamblea. Quedó demostrado que, aunque pretendan dividir por arriba y darle la espalda al proceso que existe en salud, hay un fenómeno que une por abajo a distintos sectores y gremios, a trabajadores de planta, contratados, usuarios y familia. Y que ese proceso acaba de despertarse y no finge demencia.