Educación. Entrevista: "La organización democrática, de debate en las escuelas y por regiones escolares es una primera organización".

A días de las elecciones 2023, en el marco del dossier "Educación, política y elecciones ¿cuál tiene que ser la propuesta de la izquierda?", consultamos a diferentes educadores y educadoras su mirada respecto a los programas educativos que se proponen desde las diferentes plataformas políticas. En esta oportunidad, compartimos la entrevista a la docente y candidata a legisladora porteña por el Frente de Izquierda Unidad junto a Jorge Adaro y Myriam Bregman, Silvina Cuello.

LID: ¿Qué argumentos y debates ves necesarios plantear frente a propuestas de “voucherización” de la educación que proponen desde sectores libertarios como el de Javier Milei?

SC: Lo primero que evidenciaría es que se pretende el fin de la educación pública y que implica una privatización abierta que provee de dinero al “consumidor” para consumir un “servicio” y que se aleja de toda idea de igualdad de oportunidades mínima que no es la de máxima que pensamos los socialistas que es la de condiciones materiales de existencia igualitaria para todxs. La idea de la educación como servicio y lxs estudiantes como consumidores es parte de la mercantilización de la educación que se pretende imponer desde el 89 a partir de las concepciones que presentan los organismos internacionales de crédito.

Y lo segundo que diría es que fracasó, especialmente en Chile donde la desigualdad es brutal y donde ya no acceden a educación superior. Incluso quienes han tenido educación media en una escuela bien “ranqueada”, no pueden después pagar los préstamos a 30 años para su educación superior y muchas familias que por sus condiciones económicas pueden solventarlo, mandan a sus hijxs a las universidades y profesorados en Argentina. Porque saben que son de excelencia y son públicos (gratuitos no, porque los pagamos con los impuestos incluyendo el iva que consumimos en todo lo que compramos, tanto nosotrxs como lxs hermanxs latinoamericanxs que vienen).

LID: ¿Creés que en estos dieciséis años de macrismo en la Ciudad de Buenos Aires hubo un avance hacia una educación meritocrática y de mercado?

SC: El plan de destrucción sistemática del macrismo y larretismo a la educación pública es más que evidente: desde el presupuesto que año a año ha disminuido desde el primer año de mandato, hasta el ataque a todo el sistema de educación incluyendo el intento de cierre de carreras en la formación docente en medio de la escasez de profesores. El cierre de jardines para abrir Centros de Primera Infancia (CPI) sin profesionales de la educación, denigrando nuestra especificidad y formación, el intento de cierre de las secundarias nocturnas, la fusión de CENS, el intento de virtualizar cuando las investigaciones postpandemia arrojaron el fracaso del estudio remoto y el disgusto de lxs estudiantes adultxs con dicha modalidad. La implementación del sistema de inscripción online que no contempla otros formatos amigables para las familias que no pueden acceder y que dejan entre treinta mil y cincuenta mil niñxs sin vacante en la Ciudad. La falta de construcción de jardines de infantes, etc.

Las condiciones laborales de lxs docentes en las escuelas son deplorables, desde infraestructura, hasta el hostigamiento verticalista y autoritario que el Ministerio de Educación practica diariamente, lo que lleva al maltrato público y la intención de desprestigiar a la docencia en cada comunicado… Estas condiciones no favorecen la elección de la carrera docente ni la permanencia en el ejercicio de la profesión y evidencia la falta de docentes en todos los niveles educativos.

Un capítulo aparte es el vaciamiento progresivo de los Institutos de Formación Docente y el ataque directo a la formación docente con maltrato mediático incluído. Desde el proyecto de cierre de los profesorados y creación de UNICABA (ahora Universidad de la Ciudad) que luego se tuvo que modificar por la lucha denodada de las comunidades de los 29 y trajo la creación de la Universidad de la Ciudad (UNICABA) en “supuesta” co-existencia con los profesorados, ahogando presupuestaria y políticamente a estos últimos: problemas graves de infraestructura, cierre de carreras, limitación y cierre de inscripciones a medio término, cupos, “problemas” con el sistema y la información volcada en el SIU guaraní para las inscripciones de los 29, reforma antipedagógica y recorte de algunos planes de estudios.

LID: ¿Pensás que la escuela pública sigue siendo, como se suele reivindicar desde sectores del peronismo, un espacio de igualdad y ascenso social opuesto a los valores de la meritocracia bajo una situación de ajuste del FMI a los presupuestos educativos y las familias?

SC: Hace mucho tiempo que ya no favorece la ilusión de ascenso social, y se plantean escenarios de mucha desigualdad porque no se invierte en tener equipos de orientación en todas las escuelas para acompañar las trayectorias. Los Equipos de Orientación Escolar (EOE) de primaria son itinerantes y no pueden hacer seguimiento de esa cantidad de escuelas por zona, los Departamento de Orientación (DOE) en la escuela media rara vez están completos. Lxs niñxs y adolescentes que no cuentan con familias que puedan apuntalarlxs, no cuentan con un seguimiento real. En ese marco el macrismo involucra cada vez más medidas políticas ligadas a la meritocracia y a generar desigualdad, como es la horrorosa medida de sacarle los planes de ayuda a lxs chicxs por temas de presentismo.

Creo que sería interesante un debate por el sentido de la educación hoy, porque estoy convencida que la escuela tiene que ser un lugar de formación cultural general, de despertar o profundización de la pasión por el conocimiento y el despliegue de las potencialidades colectivas y singulares. Hay que empezar a cuestionar el vínculo de la escuela con el trabajo asalariado y el mercado, que pretende instalarse desde hace por lo menos 50 años.

LID: ¿Cuál es la perspectiva educativa que tenemos que plantear desde la izquierda, no sólo en el marco de la campaña electoral, sino hacia la reconstrucción de una pedagogía crítica desde el socialismo?

SC: La organización democrática y de debate en las escuelas y por regiones escolares es una primera organización. Lxs docentes reformando el sistema completo de educación, bajando el nivel de burocratización y elevando las redes sociales de trabajo, contención, construcción colectiva. La importancia de la territorialidad y la construcción de vínculos político-pedagógicos es fundamental. Que las comunidades discutan sus necesidades reales más allá del mundo del trabajo asalariado. Que nos animemos a politizar las escuelas en ese sentido dialógico como propone Freire. La neutralidad es la enemiga de la escuela pública y de todx trabajadxr. Organizar el sistema escolar de otro modo, permitiendo el reconocimiento y respeto por las singularidades estudiantiles y para ello los cursos deben ser pequeños. Obviamente ese sistema no admitiría la subvención de la educación privada ni el otorgamiento de becas para cursar en escuelas privadas. Destaco la importancia de la Educación Sexual Integral y de la repedagogización de las escuelas.

LID: ¿Qué opinión te merece la recuperación que estamos haciendo de la obra de Lev Vigotski para pensar las problemáticas pedagógicas actuales?

SC: Es sumamente necesario recuperar los aportes de la psicología de Vigotski a la educación y las artes. Y su relación con los psicólogos sociales argentinos y con el legado de Freire y la educación popular, así como la conexión con las pedagogías críticas latinoamericanas especialmente.

LID: ¿En qué proyecto educativo colaborarías?

SC: Imagino un proyecto post-capitalismo… Donde lxs docentes nos animemos a construir una educación socialista, una revolución cultural socialista y feminista con una mirada desde la educación popular. Considero que es lo que subvertiría este orden mercantilista y meritocrático que quieren imponernos y que genera cada vez más alienación, cada vez más burnout en lxs trabajadorxs de la educación, cada vez más bullying y violencia entre lxs estudiantes y deterioro socio-político general.

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