Congreso. Entrevista a Myriam Bregman: qué dice la izquierda sobre el juicio político a la Corte

— ¿Por qué creés que en los últimos meses escalaron las disputas en torno al poder judicial entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio y hoy se llega a debatir el juicio político a los miembros de la Corte Suprema?

— Myriam Bregman (MB): Bueno, venimos de la condena a la vicepresidenta de la Nación y del escándalo de jueces y funcionarios paseando en el Lago Escondido, el poder judicial se puso en el centro de la escena en un rol cada vez más político. Frente a eso el gobierno estableció una estrategia, que en lo central es un intento de usar esa disputa para escaparle a la discusión económica porque están haciendo un ajuste brutal, y quieren correr la agenda mediática para esconder que las medidas que está tomando el ministro Sergio Massa. Desde el Frente de Todos lo dejan hacer tranquilo. Nadie salió a criticar los tarifazos en los servicios de luz, gas o en el transporte que se redoblaron los últimos meses en un contexto que ya es inflacionario. Nadie cuestiona que los salarios y las jubilaciones están por el piso mientras las ganancias de las empresas no paran de crecer. O que los trabajos son cada vez más precarios, y son cada vez más los que se ven obligados a tener tres trabajos para vivir.

Van al debate judicial porque es donde se sienten cómodos para polarizar con la oposición de derecha, pero terminan descolgados de la realidad que vive el pueblo trabajador, las y los jubilados, la juventud. El que mejor lo ha graficado estos días fue el presidente Alberto Fernández, cuando sostuvo que la “inflación es autoconstruida”. ¿Cómo autoconstruida? Si es el gobierno el que aumenta la nafta, el boleto, la luz…

Y a Juntos por el Cambio también le conviene centrarse en la agenda judicial, para no tener que decir que comparten gran parte de las medidas de ajuste del ministro Massa. Esa oposición se queja de la inflación pero son los que les dieron los votos al gobierno para votar el acuerdo con el FMI que, desde el Frente de Izquierda dijimos desde un primer momento, es inflacionario. Además, están usando esta discusión del juicio político en forma extorsiva para impedir que se avance con la votación de la moratoria previsional. No sé con qué cara van a explicarle esto a casi un millón de personas que no pueden jubilarse desde diciembre.

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— Igualmente participaron este jueves en el inicio del debate por el juicio político a la Corte en Diputados, ¿por qué?

— MB: Sí participamos con mi compañero Nicolás del Caño. Nosotros no somos vagonetas como Javier Milei, que se ausenta a la hora de los debates y después se la pasa haciendo denuncias sobre la casta en los canales de televisión. Nosotros sí fuimos a debatir y a dar nuestra postura.

Como dije en la comisión de juicio político, partimos de dos certezas. La primera es la que te decía, que por supuesto esto tiene mucho de montaje electoral y es funcional a los intereses de las dos coaliciones mayoritarias para polarizar entre ellos y hablarle a su propia base electoral.

La segunda certeza firme, es que hay grandes motivos para cuestionar esta Corte. Esta es la Corte del 2x1 que quiso darle impunidad a los genocidas. Un tribunal que es la cabeza de un sistema judicial que, a tono con lo que ocurre en la región, cada vez más se atribuye el derecho de arbitrar sobre cuestiones netamente políticas. Es parte de un engranaje judicial de persecución política y arbitrariedad judicial, que incluye atribuirse quién puede ser candidato/a o no.

También es la Corte que encabeza un Poder Judicial que tiene escandalosas relaciones con los servicios de inteligencia y el poder económico. Por eso salen solicitadas y pedidos de grandes empresarios argentinos y de Estados Unidos defendiendo a estos jueces.

— Juntos por el Cambio dice que el juicio político sería un ataque a las instituciones, ¿qué te parece su postura?

—MB: Primero deberían explicar lo que pasó en Lago Escondido, que es una muestra obscena de ese entramado que te decía entre el poder político, económico y los servicios de inteligencia.

Juntos por el Cambio siempre se anota para defender los privilegios, ya los vimos defendiendo que los jueces no paguen ganancias. En eso coinciden bastante con Javier Milei: para ellos los privilegios de la casta judicial y del poder económico son intocables.

Incluso es llamativa la doble vara que tienen, porque hay integrantes de Juntos por el Cambio que han presentado pedidos de juicio político contra jueces de la Corte. No se entiende cuándo les parece que pedir un juicio político a un miembro de la Corte Suprema es un hecho de justicia y cuándo es un ataque a las instituciones. Quizás si nos dan una brújula para orientarnos…

— Se habla mucho de la llegada de algunos de los jueces a la Corte por decreto, pero poco se habla del apoyo que tuvieron del Senado para estar donde están. ¿Cuál fue el rol del peronismo en sus designaciones?

— MB: Este poder judicial y los jueces de la Corte no surgieron de un repollo. Desde 1983 para acá el peronismo ha tenido mayoría en el Senado. Esto quiere decir que sin el apoyo del peronismo ninguno de los miembros actuales de la Corte o de la justicia federal, hubieran podido ser elegidos. Efectivamente Mauricio Macri designó a dos de ellos por decreto, pero incluso luego de eso la mayoría de los senadores peronistas dieron su voto para legitimarlos.

Te digo más, el actual presidente de la Corte, Horacio Rosatti, fue ministro de Justicia del gobierno kirchnerista, entre 2004 y 2005. Ahora por ejemplo, uno de los pedidos de juicio político en su contra es porque tiene relaciones o protegió a genocidas. ¿No lo sabían cuando fue su ministro? ¿O en ese momento no era algo relevante?

— Aunque es muy difícil que el pedido de juicio político a la Corte llegue al recinto, suponiendo que avance y se los remueva. ¿Se resuelve el problema en el poder judicial?

— MB: El problema central es que son jueces que deciden sobre la vida de millones, como juicios laborales o las tarifas de servicios por dar solo dos ejemplos. Pero nadie los vota. Son un grupito que vive de privilegios, con cargos eternos, sueldos millonarios, alejados de la realidad de las mayorías. Llegan ahí por acuerdos, favores o rosca entre los partidos mayoritarios. El poder judicial está pensando como un poder “contramayoritario” donde los jueces son lo opuesto a “representantes del pueblo”. Eso es lo que impugnamos desde la izquierda y por eso estamos dando el debate, desde esta perspectiva.

Nosotros proponemos el juicio por jurados, que los jueces sean elegidos por voto popular. No va a ser con maniobras ni carpetazos que se va a enfrentar al poder judicial, las movilizaciones contra el 2x1 a los genocidas mostraron un camino. Lo que nosotros proponemos implica un cambio radical. Por eso hoy con Nicolás señalábamos en la comisión que algunos nos dicen que entonces habría que cambiar la Constitución y decíamos “miremos lo que está pasando en Perú”: un pueblo que se levanta tras años de ajuste y precarización laboral, donde muchos trabajadores, trabajadoras, campesinos se movilizan proponiendo una Asamblea Constituyente.

Nosotros queremos dar ese debate también en nuestro país, porque esta dirigencia política ha hundido a las clases populares, a la clase trabajadora, en la pobreza, ha sumido al país en la dependencia y el atraso. Creemos que no solo es un problema del Poder Judicial, es un problema del régimen político atado al FMI, donde se está produciendo una enorme transferencia de recursos desde los sectores asalariados a los sectores más concentrados del capital. Con la movilización de la clase trabajadora y el pueblo pobre, que una Asamblea Constituyente Libre y Soberana ponga en cuestión el conjunto del régimen político y social, porque son muchos los ataques que está sufriendo el pueblo trabajador.

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