Los vecinos del barrio madrileño de Carabanchel se concentraron este viernes frente al centro de salud de Abrantes para denunciar que no tiene ni médico ni pediatra por las tardes y el centro solo dispone de un 40% de los médicos necesarios. Antes esto la Comunidad de Madrid y la Delegación de Gobierno enviaron a una docena de policías nacionales y Guardias Civiles. ¡Basta de represión a quienes se movilizan por la sanidad pública!
Sábado 17 de febrero
El centro de salud de Abrantes en el barrio madrileño de Carabanchel sufre un contexto insostenible desde hace años. Actualmente la plantilla médica es la mitad de la necesaria, y ningún médico en turno de tarde. Esta situación se viene prolongando muchos años. Este centro de salud, al igual que muchos de la Comunidad de Madrid e incluso de todo el estado, lleva siendo el foco de ataques privatizadores durante la última década. La infrafinanciación de la red pública sanitaria en Madrid, y en especial de la Atención Primaria, está derivando en falta de plantilla de todas las categorías, haciéndose especialmente llamativa la falta de pediatras en la mayoría de los centros. Esto genera una sobrecarga al personal de enfermería e incrementa el colapso de las urgencias hospitalarias.
Sin embargo, este desmantelamiento también viene siendo combatido en los últimos años por usuarios y trabajadores. Es el caso de la Asamblea Popular de Carabanchel, que tras el 15M se creó con el objetivo de “conseguir el cambio de sistema capitalista a través de la participación del poder popular”. Actualmente levantan la campaña #AbrantesNoSeCierra, en la que cada jueves desde septiembre de 2020 los vecinos de este barrio obrero se manifiestan por la mejora de las condiciones del centro de salud. El pasado mes de protagonizaron un encierro en la Gerencia de Atención Primaria. Ya han conseguido sumar 10 médicos a la plantilla gracias a la lucha en las calles. Sin embargo, aún faltan 6 más como mínimo, por lo que no se dan por satisfechos, y continúan con “los jueves por la sanidad” cada semana.
Hay dinero para policías y represión a quienes se movilizan por la sanidad pública, pero no para pediatras.
Trabajadores y usuarios se enfrentan a centros colapsados y listas de espera interminables.
‼️Basta de políticas criminales contra la salud de la clase trabajadora‼️ https://t.co/xydCHaSySa
— Contracorriente Madrid (@Contrac_Mad) February 17, 2024
Junto a Vecinas y Vecinos de Barrios y Pueblos de Madrid, el pasado viernes 16 varios miembros de la asamblea realizaban una nueva movilización frente al centro de salud de Abrantes, denunciando lo que en su declaración resumen en 3 datos: solo hay un 40% de los médicos; no hay médicos por la tarde; no hay pediatra por la tarde. En la movilización del viernes los vecinos trataban de manifestar la gravedad que supone que miles de vecinos que dependen de este centro no reciban atención sanitaria de calidad ni a tiempo. La precariedad del centro ocasiona también listas de espera insostenibles, como comentaba un usuario: “fui el martes a pedir cita y me dieron para marzo”.
Pero, ¿Cómo respondió la Comunidad de Madrid y la Delegación de Gobierno a dicha movilización? Evidentemente no fue aumentando la plantilla, contratando más personal, o mejorando la calidad de los contratos. La Delegación de Gobierno envió una docena de agentes, impidiendo el acceso al centro, no sólo a los manifestantes sino también a los vecinos, cerrando el lugar una hora antes.
⛔IMPIDEN LA ENTRADA DE VECINAS Y VECINOS al Centro de Salud⛔.
No hay médico ni pediatra🤬 de turno de tarde pero mandan una docena de guardias de seguridad para evitar que entremos al centro de salud. Esta es la LIBERTAD d la q hablaban.
Esto es lo q les importa nuestra salud pic.twitter.com/KoZ4jEiLbu— Asamblea Carabanchel (@asamcarabanchel) February 16, 2024
Está claro que ni la Comunidad de Madrid ni al Gobierno Central les interesa que los trabajadores y usuarios se organicen y movilicen en defensa de lo público como vienen haciendo los vecinos de Carabanchel quienes son un ejemplo de lucha. Hace años levantan la bandera de la sanidad pública. Es por este mismo motivo que sufren ataques y represión. Lo que sucedió el viernes en Abrantes no es una novedad para estos vecinos quienes han recibido multas en varias ocasiones y a quienes mantuvieron aislados e incomunicados durante el encierro que llevaron a cabo en diciembre.
La deriva privatizadora de las últimas décadas, que ha adquirido un enorme impulso en los últimos años, genera situaciones como la que viven los vecinos de Abrantes y otros muchos barrios madrileños que en algunos casos no disponen de servicios tan básicos como el de pediatría o no tienen médico por la tarde. Estas situaciones son consecuencia de un profundo proceso de desmantelamiento de la pública en favor de la privada que, con expresiones aberrantes en lugares como Madrid, pero son fruto de un modelo impuesto en todo el Estado. Estamos ante una situación que no puede comenzar a resolverse sin el desarrollo de una amplia movilización de trabajadores sanitarios, usuarios y el conjunto de la clase trabajadora que busque tirar abajo todas las leyes privatizadoras de lo público que son sostenidas por el gobierno central y las comunidades autónomas.
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