El gobierno de Pedro Sánchez, del PSOE y Unidas Podemos se niega a reformar el reglamento de extranjería que les impide acceder al permiso de residencia y trabajo cuando cumplen 18. La guerra contra los menores que migran solos no la hace solamente la derecha y los ultra reaccionarios de Vox.
Jueves 23 de septiembre de 2021 09:17
El Consejo de ministros y ministras sigue sin abordar la prometida reforma del reglamento de extranjería que atenta contra los derechos de niños y adolescentes que migran solos. Se trata de 8000 menores y otros 8000 jóvenes que ya han cumplido la mayoría de edad.
Cuando al llegar a los 18 salen del circuito de protección de menores su situación legal pasa a ser irregular. Los trámites para conseguir los permisos de residencia y trabajo pueden alargarse años y muchas veces no se resuelven satisfactoriamente. Una situación que los deja en una situación de vulnerabilidad y pobreza extrema.
Diversas ONGs y entidades en defensa de la infancia han denunciado públicamente este bloqueo. El texto para la reforma estaría listo y habría sido negociado con ellas, pero ha salido en varias ocasiones del orden del día del Consejo sin explicación alguna. El pasado 10 de septiembre varias de estas organizaciones junto a 400 jóvenes migrantes extutelados se concentraron a las puertas del ministerio de Migraciones para exigir esta modificación.
Desde el ministerio del Interior se justifica esta violación de derechos en evitar el “efecto llamada” para otros jóvenes que decidieran emprender un proceso migratorio. Marlaska tira del argumentario de la extrema derecha, como, por otro lado, acostumbra a hacer cuando se trata de cuestiones relativas con la inmigración. Por su parte, sobre esta cuestión, Unidas Podemos guarda un cómplice silencio.
Se da además la cínica paradoja de que el farragoso proceso para conseguir el permiso de residencia fue cautelarmente suspendido en el verano de 2020 para facilitar la incorporación de 460 jóvenes a las campañas de recolección agraria ante la falta de mano de obra ocasionada por las restricciones de la pandemia. Cuando hay una necesidad de algún sector de la patronal, el gobierno “progresista” se muestra mucho más sensible a atender el tema.
La guerra contra los denominados “mena” no es solo patrimonio de la extrema derecha de Vox. El llamado gobierno “progresista” tiene en sus menos de dos años de ejercicio episodios como la militarización de la frontera de Ceuta, el encierro de 800 menores en polideportivos en esa misma ciudad o los intentos de realizar una devolución en masa de los mismos.
PSOE y Unidas Podemos ejercen, como cualquier otro gobierno de turno, el papel de gendarme imperialista de las fronteras sur de la Unión Europea, pasando por encima de los derechos fundamentales de adolescentes.